Capítulo 26

48 5 0
                                    







-Me gustaría saber la respuesta a eso Diana-

Abro los ojos con sorpresa me levanto y giro sobre mi eje chocando con una intensa mirada gris.

-Eh... yo... pues... yo ...he, n-no...- dejo de luchar con mi gagueo cierro mi boca y sacudo mi cabeza para centrarme- N-nada, yo no decía nada- aseguro nerviosa, mientras observo como una sonrisa torcida se va formando en la cara angular del guapo espécimen...

¿Qué carrizo? ¿Espécimen?... mi cerebro esa dejando de funcionar correctamente.

-Okey, no es mi intención interrumpir esta curiosa muestra de sinceridad, pero me gustaría hablar algo serio contigo, ¿Me lo permites?-lo miro atónita, y no por nada, pero está preguntando y no ordenando, si bien últimamente tomaba en cuenta varias cosas y era considerablemente más amable, su forma de tratarme hoy es muy dulce.

Puede ser por la situación, seguro es eso.

-Por supuesto, Dígame

-Acompáñame a mi oficina, o ¿Prefieres que hablemos aquí?

-Me gusta aquí- pienso si decirlo siguiente pero supongo que puedo expresarme libremente- realmente no quiero estar encerrada, sabe por todo prefiero aire fresco , si no es molestia.

-No hay problema... yo... me gustaría comentarte algunas cosa, y debo mostrarte algunas otras pero esas pueden esperar.

Manteniendo la atención puesta en él, comienzo a escuchar cómo me narra un día en particular de trabajo, a mi parecer algo caótico, también me comenta como trascurre el mismo y lo molesto que estaba al salir de la torre centrar de operaciones de la empresa, como parado en un semáforo le prestó atención a unas peatones y como se empeñó con una en particular.

Muy de repente con lo que me dice ya no tengo ganas de estar aquí sentada, un frio repentino me recorre la piel y una leve molestia se va formando en mi estomago, ¡recuerdo ese día! , se perfectamente lo que me narra, yo pensé que estaba loca, si me estaba vigilando alguien, a riesgo de ser descortés lo freno con un gesto de mano.

-No siga, por favor, yo... no quiero escucharlo.

-Necesito que termines de atenderme, necesito contarte todo pero es por partes no quiero dejar nada fuera.

-No quiero oírle, ¿me está diciendo, enserio que me estaba siguiendo?... ¿que estaba obsesionado conmigo?, pensé que me volvía loca, pensé que estaba sufriendo de alguna paranoia. Tenía las lágrimas a flor de piel.

-Mírame-pide en voz baja -Diana por favor mírame- repite mas fuerte -¡QUE ME MIRES, CARAJO!

En vez de verlo me encojo y me alejo, ya no lo quiero cerca, absolutamente cualquier destello de sentimiento que pudiese haber estado creciendo se desvaneció, ¿cómo voy a confiar en alguien que me ha estado siguiendo, que me ha mentido, que sabía mucho antes de conocerme todo sobre mí? Alejándome a paso rápido entro a la casa busco a mi madre y le pido que nos vayamos.



-¿Lista para dormir?- cuestiona mi madre sentada en el comedor con una tasa de té entre sus manos.

-No exactamente

-¿Qué pasa?, mi niña sabes que puedes confiar en mí.

-Lo sé- digo lo más animada que puedo.

Ellipsism [BORRADOR] A LA VENTA EN AMAZONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora