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Capitulo 11

Desperté sobre saltada, me encontraba en una habitación desconocida, sin tomarme el tiempo de contemplar detalles, me di a la tarea de encontrar el baño, al localizarlo entre apuraba subí la tapa del váter y devolví absolutamente todo el contenido de mi estomago.

-Juro que nunca volveré a tomar así- Pensé en voz alta

-Me parece una decisión acertada- Dijo Marco asomado por la puerta, entro y me ayudo a tomar mi cabello.

-Lamento esto- comente apenada por la situación

Me ayuda a colocarme en pie y me acerque a él lavamanos para enjugar mi boca, al terminar mire mi rostro en el espejo estaba horrible, tenía el maquillaje corrido, el cabello desgreñado y me percate que todo lo que traía puesto era un suéter blanco de caballero, tome el borde y lo hale hasta donde pude para tapar un poco más de mis piernas.

-¿Mi ropa donde esta?- Pregunte avergonzada

-Justo ahí- respondió señalando un pequeño diván a los pies de la cama

Luego de salir del baño ya con mi ropa puesta, todo lo que quería es regresar a mi casa tomar una ducha larga y descansar

-Podría prestarme un teléfono para llamar un taxi, no sé donde esta mi celular- dije

-No es necesario, te llevare yo, pero solo a que te cambies... y sobre tu celular probablemente este en mi auto- habló calmado

Salimos de la habitación pasando un pasillo con un sinnúmero de puertas, bajamos unas hermosas escaleras tipo escalinatas, llegamos a lo que supuse era el recibidor y nos encaminamos a la salida.

-¿Diana?- Pregunto una voz femenina

Di media vuelta para encontrarme con Aida, que me abrazo como si no nos hubiéramos visto en mucho tiempo, le correspondí el abrazo.

-Buen día Aida- salude

-Cariño ¿Qué haces aquí?- pregunto extrañada

-Anoche no se sintió bien, así que la deje descansar en el cuarto de huéspedes- respondió Marco

-Entiendo... y ¿Por qué te vas tan temprano?- Cuestiono curiosa

-Aida, ahora regresamos, solo va a refrescarse y ponerse algo cómodo- finalizo Marco en tono cansino - Podrías decirle a mi padre que volvemos en un rato.

A pesar de ser una pregunta sonó más a una orden, aunque cuando se trata de Aida Marco era bastante más respetuoso que con el resto del universo.

En el auto reino el silencio absoluto, encontré mi celular y le mande un mensaje a mi madre diciéndole que estaba bien, a mis amigas las salude pero por la hora supuse que seguirían dormidas.

Ya en mi casa deje que Marco pasara y tomo asiento en el mismo sitio del día anterior, lo que me recordó que tenía varias preguntas que hacerle comenzando por si me estaba siguiendo...

Entre a mi habitación quitándome todo, en el baño hice mis necesidades, tome una ducha larga, lavé mi cabello, cepille mis dientes y salí envuelta en una toalla para buscar que me pondría.

Opte por un pantalón de mezclilla, una camiseta de tiras color blanco y unas tennis blancas, deje mi cabello suelto porque estaba húmedo y salí de la habitación.