-Escuche a Alessia hace un rato.- cometa Marco cuando ya estábamos sentados bajo la sombra de frondosos árboles, lo que nos permitía una vista clara de la orilla del lago donde Essi estaba chapoteando sus piecitos.-Sería ilógico que no la hayas oído, ¿crees que es justo que hagas que tu hija lloré de esa manera sólo porque tú, señor amargura no aguantas a una niña, con sus típicas preguntas?
-Diana...- comento con tono de advertencia.
-¿¡Diana Que!? ... le he tomado mucho cariño a Alessia y me duele ver que llora porque según ella te decepciona. Marco una niña de su edad no debería pasar por ese sentimiento.
- No voy discutir contigo como educó a mi hija - escuchar sus palabras, aunque repetidas no dejaba de doler, no éramos algo oficial sólo estábamos en esa etapa de conocer a la persona que te gusta. No tengo derecho a exigir nada pero el golpe es cada vez más duro.
-Tienes razón, es tu hija. Puedes educarla como te venga en gana.
-Ahora te victimizaras o te pondrás grosera-dijo con un gesto de fastidio.
- No, Marco. Ahora me despediré de Alessia y me iré. Por nuestro bien, hoy no lo pasaré contigo porque ya aprendí que cuando tomas una decisión por más neandertal que sea, si se te dice algo sólo te transforma en un idiota.
Se quedo mirándome de manera ininteligible y poco después estallo en una carcajada. Y no cualquier carcajada, era una de esas donde se te va hasta el aire.
-No comprendo que es tan gracioso.
-Tú.
-¿Perdón?- Refuto indignada
-Diana, creo que es de hecho la primera vez que me tuteas y has tenido que estar muy molesta para hacerlo. Y aun así te ves preciosa- vamos que soy una endeble y sus palabras suavizaron mi molestia pero no iba a cambiar de opinión y menos si él no ponía de su parte en el trato para con su hija.
-Debes pedirle disculpas a Essi, fuiste muy duro con ella y solo se está comportando como una niña, que es lo que es.
-No le pediré disculpas por reprender su mal comportamiento, eso no tiene sentido. Y no voy a ponerlo en discusión.
-Bien- le dije para darle la espalda y dirigirme donde Alessia para despedirme, pues enserio no me quedaría ahí para ver como ese hermoso hombre se comportaba como un autentico cro-magnon.
Toda esta absurda charla fue en vano, yo sabía perfectamente el carácter que se carga Marco, y no soy quien para meterme en la educación o trato que le da a su hija, pero me enerva sobremanera y más aun cuando veo que su trato es injusto.
Llegada a la orilla del lago me siento junto a Alessia, ella sentada tan tranquila, entretenida mirando sus pies mientras llevan un vaivén dentro del agua, el movimiento que genera la pequeña ola es relajante y por ese mismo motivo decido solo quedarme ahí, junto a ella, calladas las dos.
-¿Diana, puedo preguntarte algo?- dice después de largo rato en un silencio cómodo y me toma desprevenida.
-Claro que sí, puedes preguntarme lo que quieras princesa.- levanta su carita y me mira de manera profunda.
-¿Cómo puedo ser buena?
-¿Por qué me preguntas eso Essi?, tu ya eres una buena niña.- le aseguro de manera firme.
Ella baja la mirada.
-Creo que no, mi papi no se molestaría si lo fuera- dice mientras se restriega los ojitos con el dorso de la mano.
-Alessia- la llamo- tu eres una niña buena, sin importar que a veces tu papito se moleste.
Quedamos calladas por unos instantes, a lo que decido volver a hablar.
-Cariño, hay veces que los papis dicen cosas que nos hacen sentir dolidos, pero no lo hacen con intensión de dañarnos. Alessia, tu papito es un hombre con carácter fuerte, pero te ama con todo su corazón y estoy segura que jamás ha querido que te sientas mal por sus palabras, solo que como seres humanos a veces nos equivocamos y decimos cosas feas hasta a las personas que mas queremos.
La niña me mira con lagrimas en los ojos y sin entener porque, mira sobre mi hombro.
-Alessia, como te dijo Diana, yo te amo... sé que no siempre soy paciente pero tú eres mi princesa y eso no va a cambiar porque te reprenda en determinado momento. ¿Lo comprendes?
-Sí, papito.- dice mientras se levanta y abraza a su padre.
Cuando veo como él la sostiene entre sus brazos se me aprieta el corazón, sé justo el carácter de Marco, sé que no da su brazo a torcer y a pesar de que no se ha disculpado de manera directa con Alessia, estoy clara que es lo más que conseguiré de él en cuanto a ella. Sin decir nada me levanto de la orilla del lago, sacudo mis pantaloncillos y me dedico a caminar hacia donde esta mi bolso.
-¿De verdad te irás?- a ver que no respondo y solo termino de colocar mis cosas dentro de la maletita prosigue- ¿Dejaras a Alessia triste por un mal entendido?- suelta con voz socarrona.
-Eso es coacción, sabe perfectamente que no quiero que Essi este triste, pero estoy realmente disgustada y no creo que sea bueno que estemos cerca en estos momentos.- me fijo que Alessia está jugando en la orilla del lago y al parecer ya encontró cómplices de viaje, pues esta junto a dos niñas que aparentan su edad.
Siento como las manos de Marco me sostienen por la cintura y sorprendida lo miro, sus ojos me ven con tanta intensidad que me remueve todo por dentro y me pone nerviosa.
-Discúlpame, bien... sé que no siempre soy fácil de tratar pero en lo que concierne a Alessia soy bastante cerrado, sé que ustedes son cercanas y que la aprecias mucho, enserio lo agradezco pero no puedo solo soltar las riendas de su educación por que tu o cualquier otra persona crea que soy duro con ella. Diana no sé como ser de otra manera... así que por favor ...- todo lo ha dicho muy rápido y de corrido pero con su voz gruesa que me da a palparlo seguro que esta.
-¿por favor...?- insisto de manera relajada
-Ayúdame a cambiar.- responde en un susurro.
Lo miro directo a sus hermosas orbes grises, Marco está muy serio pero su mirada que casi nunca permiten leerlo, en este momento me permite ver su fragilidad y la necesidad en su frase me hace reaccionar de una manera que a pesar de la posibilidad de arrepentirme a futuro, estrecharlo entre mis brazos intentando abarcar su cintura y apretando con fuerza, demostrándole lo mucho que lo estoy queriendo. Porque sin lugar a dudas es así y tengo que aceptarlo.
Marco Giacondi ha dejado de Gustarme, ahora LO QUIERO.
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Holiwissssss!!!
Ya sé que he demorado un chorropocoton de años en actualizar.
Sin excusas solo estaba siendo vaga, no tenía ganas de escribir, la inspiración se fue de vacaciones.
Estoy de vuelta y aunque no prometo que esta etapa me dure mucho, intentaré hacer actualizaciones más seguido.
Sin más palabrería XOXO
Recuerden dejar su estrellita y comentarios.
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Ellipsism [BORRADOR] A LA VENTA EN AMAZON
RomanceDiana vital se considera una persona feliz, tenía todo lo necesario para llamarse afortunada, pero una llamada le destruyó, alterando su normalidad, cambiando su vida. Marco Giacondi, un hombre duro, amenazante y egocéntrico, que celosamente guarda...