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Capítulo 33

<< Sí, sí quiero>>

Hace exactamente 8 meses esa fue la respuesta que le di a un nervioso pero decidido Marco.

Aun recuerdo como se me tensaron los músculos del cuerpo cuando me dijo cuánto me quería para él y la manera tan cruda en la que expresó lo que sentía, como me rogaba con la mirada que lo escuchara con atención y que creyera en su palabras. Luego de haber estado sentados en las cómodas butacas de su auto, bajamos al restaurante que el mismo había escogido para comer junto a Aarón.

Estábamos mucho más callados de lo normal y mi amigo ya se había percatado de eso, la situación mejoro con la charla trivial que ellos mantenían mientras degustábamos los platos de comida libanesa y disfrutábamos de una extraña pero deliciosa bebida, un tipo de almíbar preparado con algarroba, dátiles, melaza de uva y agua de rosas; de nombre jallab.

Los comentarios intranscendentes fueron transformándose en algo mucho más serio cuando Aarón pregunta directamente que nos sucede a lo que yo por fin me desperezo de mi letargo y levanto la cabeza para enfocarlos a los dos, que mantienen sus penetrantes miradas en mí.

-Nada- respondo con voz queda sin entender porque me siento tan incómoda en esta situación, acabo de decirle no hace mucho al hombre que me gusta que quiero ser su novia, pero luego de haberlo hecho solo se quedo mudo y sin pronunciar palabra completo el viaje hasta el restaurante. No sé bien como actuar y aunque realmente anhelo saber que sigue, ¿Cómo se supone que avancemos?¿cual es el próximo paso a dar? La verdad es que no me atrevo.

-Bien, Diana. Solo para que lo tomes en consideración te conozco hace mucho para saber que ni tú misma crees esa respuesta.- dice un jocoso Aarón dedicando una de sus sonrisitas sardónicas y burlonas entre Marco y yo.

-Aarón deja a mi novia en paz- es la respuesta de Marco, en la cual remarca -MI-NOVIA- con deliberada parsimonia. Mi amigo que en ese momento me dedicaba su mirada a mí, gira su cabeza a una velocidad inhumana y lo enfoca a él con la boca abierta a más no poder.

-¿Perdón tu qué? - dice atorándose con su propia saliva.

Yo solo alterno la vista entre ellos mientras Marco responde:

-MI NOVIA- mientas sonríe altanero

-Esperen un minuto... ¿cuándo paso esto? No, no, no ya sé... la cosa es ¿cómo? Ustedes- nos señala a cada uno con los índices de ambas de sus manos mientas los junta en el típico movimiento de unión.- Wao... tengo que decir que ¡TE LO DIJE, DIANA!- grita mientras se ríe a carcajada suelta.

-Que se supone que te dijo este chiflado?-dice Marco en mi oído.

-Hace un tiempo mientras me consolaba después de haber discutido con usted -contigo. Me corrige- Contigo. Repito- Aarón me aseguro que si no te preocuparas por mí y me quisieras ni siquiera lo habrías llamado para saber cómo estaba.-culmino mirándolo directo a los ojos para ver si el logra recordar el momento exacto cuando eso sucedió.

-Lo recuerdo - me dice como si quisiera darme a entender que comprende mis pensamientos.- fue cuando destroce tu teléfono celular mientras hablabas con tu madre, lo lamento muchísimo, no tienes idea lo mucho que me arrepiento de eso.

-Está bien, ya paso y ahora tengo uno mucho más moderno- respondo con una sonrisa.

Después de ese día la verdad tengo que asegurar que me siento más tranquila, ambos me acompañaron a la despedida en la cabaña con mis amigas y pasamos un fin de semana muy ameno. Los meses han avanzado a paso ligero y mi relación junto a ese guapo cascarrabias va viento en poca, cada vez le quiero más y el no para de demostrármelo con sus buenos cambios de actitud, no solo en su manera de tratarme sino también en cómo va la crianza de Alessia, ahora es mucho mas desmedido al darle cariño y es menos estricto al reprenderla. Ella por otro lado al verme mucho más cerca ha comenzado a llamarme mamá en ciertos momentos y aunque muchas veces los Giacondi y Aida han sido testigos de eso a ninguno parece incomodarle que la pequeña haya adoptado en mi su figura materna, mi madre tuvo una charla más que rigurosa con mi novio - que aun me parece mentira que así sea- y quedaron bien entre ellos comprendiendo que mientras ambos estén en el mismo bando yo seré feliz y aliándose para hacerme la vida imposible cuando no quiero aceptar los obsequios ostentoso a Marco o cuando según ellos no descanso lo suficiente con mis estudios. La universidad esta a casi culminar y siento que por fin después de tanto sufrir todo ha tomado su curso.