Prólogo

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El desgarrador grito del hombre atado en aquel oscuro y sobrecogedor sótano, se escuchó sin que nadie siquiera pensará en mover un dedo para sacarlo de su agonía. No. Ninguno de los hombres ahí reunidos era lo suficientemente estúpido para poner su vida en riesgo desafinado al terrible alfa, que estaba sentado cortando tranquilamente otro dedo del pobre diablo que se negaba a contestar sus preguntas.

-Van tres dedos. ¿Cuántos más quieres perder antes de contestarme, ah?

Sollozos ahogados fueron su respuesta. Aquel hijo de perra en verdad era testarudo, prefería quedarse sin dedos antes de abrir la boca; aquella era una buena cualidad, pero resultaba una carga ante su dura situación. Quizás -en otra circunstancia-, le habría ofrecido un puesto a su lado, lástima por el hombre.

El alto alfa se levantó de su asiento y con serenidad camino al fondo del sótano. En la pared colgaban todo tipo de herramientas, desde martillos con los cuales solía romperles los dedos a sus víctimas, pasando por pinzas para arrancar dientes, sopletes y desarmadores, hasta sierras y hachas colgadas esperando su turno de entrar al juego, todo en perfecto orden y estado. El rubio apenas miro el hacha que tomó y posó sobre sus hombros antes de volver al encadenado y sangrante hombre que se negaba a delatar a la persona para la cuál trabajaba.

-Tal vez no sabe nada… -el alfa kazajo miro los verdes y cristalinos ojos de su mejor amigo y jefe-. Le daré un tiro y nos deshacemos de él.

-Seung… -el rubio ni siquiera volteó a ver al coreano que también observaba la escena.

-Supo cuándo y dónde estaría -repuso el hombre de mirada negra y seria.

-No lo sé…ya le dije que no lo sé… -el hombre veía con horror al líder de la familia Plisetsky sostener el hecha despreocupadamente.

-No sabes nada pero te lo llevaste y lo usaste como a una puta -Yuri lo veía sin el menor rastro de piedad en su voz y su gesto. El alto e intimidante rubio llevaba su cabellera atada, ya no traía el lujoso saco negro con él ni su corbata roja, su chaleco seguía sobre su pecho evitando que su camisa azul se manchara de sangre; había doblado las mangas de la misma a la altura de sus codos y tampoco le preocupaba tener sus manos manchadas del líquido carmín -. Los otros cinco hijos de puta te señalaron a ti como el dueño del lugar; incluso dijeron que les prometiste un omega bastante bonito y que por una cuota adicional podrían llevárselo a casa. ¿Me equivoco en algo?

El hombre miraba su mano derecha ya sin tres dedos. ¡Demonios! El dolor era insoportable y si no moría desangrado, estaba seguro de que lo haría a manos de Plisetsky; se preguntó si tenía sentido seguir protegiendo al hombre que le había dado aviso de dónde encontrar a tan bello e inusual omega. Mierda, de saber que le pertenecía a Yuri Plisetsky, jamás habría aceptado el trato, ni siquiera por el doble de los miles que le ofrecieron.

Los otros alfas bajo el mando del rubio ya sabían lo que pasaría a continuación, Yuri seguramente ya era consciente de quién había vendido la información sobre el omega que descansaba por fin en la seguridad de la mansión, libre ya de ser el juguete sexual de brutales y desconocidos alfas y betas. Aquel macabro proceder era sólo para saciar su sed de sangre y venganza.

-Ya que no hablaras por las buenas… -Yuri tomó el hacha y sin más cortó de tajo la mano izquierda del hombre frente a él. Sangre y gritos de dolor volvieron a resonar con fuerza en el sótano. Nadie se movió.

Durante horas, gritos lastimeros se oyeron solamente en el frío sótano de la gran mansión Plisetsky, de nada valió suplicar por piedad y por una muerte rápida, el Tigre de Rusia se tomó su tiempo destrozando al sexto hombre que se atrevió a tocar e infligir dolor en el omega que le pertenecía y que durante ocho angustiosas horas, fue usado cómo un contenedor de semen para aquellos que pagaron por mancillar su piel.

Antes del amanecer la carnicería termino. Al final de su agonía el hombre describió al sujeto que le había pagado por secuestrar al omega.

JJ y Viktor iban a pagarlo muy caro.


NOTAS:

Hola, bellas personas que puedan leer este fic.

Antes que nada agradezco su lectura y la molestia que se tomaron contestando y aportando sus ideas para mi siguiente YuYuu.

Éste es un Omegavese ambientado dentro de la Mafia y algo del Daddy Kink, así que aviso desde este momento que habrá situaciones bastante fuertes en el sentido de que puede haber encuentros sexuales con agresiones y más mutilaciones y torturas en ciertos momentos.

Sin más por el momento, gracias!

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