¿Quién eres?

Mío

@io-amero  Tarde pero actualice.

Yuuri vestía un elegante traje gris que hacía juego con el traje negro del rubio, mientras él llevaba una camisa negra bajo el saco y un collar rojo, Yura combinaba su vestimenta con una corbata roja y una camisa del mismo tono gris metálico que la ropa del omega. Estaban en una reunión de negocios del alfa y varios de sus socios habían llevado a sus esposos y esposas, Yuuri era el único omega por lo que estaba muy nervioso.

No era la primera vez que acompañaba a su amo, desde sus diecisiete años era el acompañante del alfa pero no por eso podía decir que ya estaba acostumbrado. Odiaba estar en medio de personas tan poderosas que continuamente lo menospreciaban por ser omega, aunque en verdad no era como si pudiera hacer algo más que agachar la mirada y aceptar los afiliados comentarios acerca de su rareza, o de la suerte que tenía de ser llevado a aquellos importantes eventos.

Sin embargo, Yura parecía conforme con su compañía y el moreno sabía la razón: cada vez que iba con él nadie se le acercaba a coquetearle. El moreno se preguntaba si su única función era esa, verse bonito o al menos intentarlo. Ojalá pudiera demostrar que valía más.

Yuuri era muy inteligente, hablaba japonés, inglés y ruso, aprendía con facilidad y le gustaba leer. También bailaba ballet pero era una actividad desconocida para su amo, Lilia le había dicho que a Yura le molestaba mucho que hicieran cosas a sus espaldas, por lo que era mejor mantener eso en secreto junto a sus estudios.

El omega había vuelto a estudiar hacía un par de años, quería ser pedagogo porque le gustaban los niños. Si bien sabía que jamás podría tener un empleo relacionado con ello, o al menos no hasta que dejará de pertenecerle al ruso, durante sus clases practicas convivía un poco con varios pequeños y eso era suficiente para él.

-Lo siento -Yuuri había sido golpeado con un hombre de crueles ojos oscuros mientras caminaba al baño. El golpe en su hombro dolía y aunque sabía que no era accidente y no era su culpa, debía disculparse. Quería irse ya de ahí.

-Estúpido omega, fíjate por donde caminas.

Yuuri no dijo nada, sólo agachó la mirada mientras sentía el doloroso agarre del hombre contra su rostro. Se negaba a verlo y al tipo eso le molestaba.

-Ustedes no sirven más que para abrir sus piernas. Me pregunto si Plisetsky se molestará si te doy el uso que mereces.

No, por favor, gritaba Yuuri en su mente. Tenía terror de que alguien que no fuera Yuri lo tocará, al menos el rubio era un poco cuidadoso con su cuerpo y eso lo confortaba; no quería experimentar lo que se sentiría que alguien más lo usará. Su miedo era grande.

-Te romperé la cara si te atreves -Yuri estaba detrás de ellos-. Suéltalo.

El  hombre obedeció a la intimidante orden del rubio. Se podía sentir su furia en el aire.

-Qué pena. Es un buen ejemplar.

-La reunión se acabó. Puedes largarte -contesto Yuri bastante molesto. No le gustaba que nadie tocará sus cosas y eso aplicaba especialmente al omega que estaba temeroso a su lado.

Yuri le dirigió una mirada de advertencia a su socio, a él le importaba poco quedarse sin un socio comercial, pero no iba a permitir que tocarán a su omega. Por eso lo tomó de la cintura con suavidad y lo condujo a su oficina, el moreno seguía nervioso y su aroma lo delataba.

Cuando llegaron al lugar, el rubio le quitó el saco y empezó a desabrochar los botones de su camisa con calma mientras Yuuri bajaba su mirada. Había algo que el alfa quería comprobar antes de romperle los huesos de la mano al tipo que atemorizó al moreno entre sus brazos.