Yuuri bailaba solitariamente en el enorme salón que en el pasado recibió a amigos de la familia y socios, en elegantes fiestas y banquetes. Ahora, la bella sala de pisos blancos y grandes ventanas cubiertas con finas cortinas azules, permanecía en el olvido; ya no había flores ni largas mesas puestas a lo largo del lugar, esperando servir a las personas que bailarían en el centro del salón después de la cena. Por la gran terraza ya tampoco se veían parejas moviéndose al son de la suave música que se alcanzaba a escuchar desde ahí, las macetas con bellas flores que le habían dado un tono romántico a la terraza, ahora estaban marchitas y en el abandono, al igual que todo en el salón.
El piano que antes tocaba con maestría Nikolai Plisetsky era lo único que se mantenía intacto en medio del solitario salón. Su destino era quedar en el olvido, tal como la memoria del antiguo jefe de la familia.
El omega sabía que la entrada a aquel lugar estaba prohibida para todos, sólo Lilia se atrevía a desobedecer las órdenes del temperamental rubio, para mantener el piano bien afinado y evitar que se estropeara.
En el salón era donde la amable alfa solía darle clases de ballet a Yuuri, pero desde hacía un par de meses que Lilia no le enseñaba nada al omega. El omega no podía decir nada al respecto, era muy consciente de que su maestra tenía que dirigir la imponente mansión y a las personas que en ella trabajaban, su tiempo libre solía ser escaso y él no debía ser egoísta al pedirle que le siguiera enseñando.
Pero bailar era su único consuelo y no tener una guía para mejorar en su pasatiempo favorito, empeoraba su ya decaído estado anímico.
Todo empezó esa mañana al despertar de su triste sueño. Había soñado con su familia, en su inconsciente estaba de vuelta en su tierra natal, jugaba con su madre y hermana en el jardín de su antiguo hogar. Pudo sentir la suave caricia que su madre le daba cuando era niño al rozar su mejilla, también volvió a reír gracias a los cuidados y juegos que tenía de parte de su hermana mayor, incluso recordó la sonrisa de su padre al hablarle y cargarlo en brazos para besar después su frente…
Pero al despertar, se dio cuenta de que empezaba a olvidar las voces de sus padres, tampoco recordaba con claridad sus rostros, ni el amor con el cual lo habían llenado en su infancia. Poco a poco los olvidaba y eso dolía.
Se sintió vacío y abandonado, sobre todo porque le hubiera gustado encontrar a su lado a su amo.
Necesitaba un poco de calor, no le importaba que fuera falso, sólo no quería sentir que el frío de su soledad llegaba a su corazón.
Pero la cama estaba vacía y fría, como si el alfa dueño de esa habitación no hubiera dormido en ella. En ese momento, deseó que alguien lo necesitara tanto como él necesitaba del amor y consuelo que tenía sin sentir desde hacía 10 años.
Aún así, con su tristeza llenándolo, se preparó para iniciar su día. Tomó un baño en su habitación y se vistió ahí mismo, después bajó a la cocina para ayudar en los preparativos del desayuno, tenía la esperanza de ser llamado por su amo en cualquier instante, pero eso no sucedió.
Ya que Yuuri no tenía clases ese día, se quedó en la mansión ayudando a Lilia en todo lo que podía; lo único que quería era distraer su mente y olvidar la tristeza que ese día de agosto insistía en instalarse en su ser.
Lilia era amable y cariñosa con él todo el tiempo, pero a veces no podía darle tanta atención como quería al frágil omega que emanaba tristeza por cada poro de su ser; suponía -acertadamente- que parte de su tristeza se debía a que tenía envidia de su amiga y la relativa libertad que disfrutaba. Por eso se acercó a él mientras la ayudaba en la cocina y le dio un pequeño beso en la mejilla; sabía que no podía reemplazar el amor de sus padres ni el cariño que buscaba en su cruel amo, pero al menos quería que se supiera querido por ella.
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¿Quién eres?
FanficYuuri le temía a aquel frío y cruel hombre, sin embargo lo amaba. ¿Quién eres realmente, Yuri? Editado por la bellisíma @Aoi0000 Ninguno de los personajes de Yuri on Ice me pertenecen, solamente los tomo prestados a modo recreativo.