Lilia acariciaba los negros mechones de cabello de Yuuri mientras lo veía dormir sobre su regazo.
El chico había tenido un día muy difícil y lo sabía, así que ella intentaba hacer que se relajara y durmiera cómodamente. Teniendo en cuenta que lidiar con el rubio y temperamental amo de la casa se volvía más difícil con el pasar de los años. Lilia quería encontrarle un sentido a las acciones de Yuri, más no comprendía su actuar; de lo único que estaba segura era que el alfa se empezaba a volver loco sin su japonés contenedor de frustración.
Yuri actuaba irrazonablemente cuando se trataba del omega, olvidando así todo lo que había aprendido en sus casi treinta años de vida.
La alfa solía preguntarse en qué había fallado en cuanto a la crianza de Yuri, pues del pequeño niño que reía alegre junto a sus hermanos mientras corría por los jardines de la mansión, nada quedaba. Hacía ya muchos años que Yuri no se ocultaba en alguna de las habitaciones de la casa debido a alguna travesura hecha, y tampoco mentía para proteger a Otabek o a Seung cuando ellos rompían algún jarrón o maltrataban las amadas flores de Nikolai. No, el Yuri que protegería a sus seres queridos a toda costa, había muerto.
O quizás, simplemente cambió.
Lilia también se preguntaba si Nikolai aprobaría las decisiones de Yuri, y es que recordaba bien que el viejo le había dicho alguna vez que pese a las apariencias, Yuratchka era mucho más parecido a su padre que a Alik.
Alik… ¿Alik habría aprobado las decisiones de su hijo de la misma forma en la que confió en Sorokiva? Tal vez sí, se decía Lilia, pero prefería creer que Alik hubiera buscado la forma que su hijo no cometiera los mismos errores que ellos.
–¿Por qué está triste, Lilia? –pregunto Yuuri suavemente.
–No lo estoy, Yuuri.
–Lo está, lo sé por su olor –repuso Yuuri haciendo que Lilia sonriera.
–Haz aprendido mucho, Yuuri –dijo Lilia con calma y orgullo.
–¿Es muy triste lo que piensa? –quiso saber el omega, pues deseaba hacer algo por la alfa.
–No es tristeza, Yuuri, es nostalgia.
Yuuri se giró sobre si mismo para poder abrazar con dulzura a la alfa, pues sentía que Lilia necesitaba algo de consuelo. Por su parte, la mujer evocaba en su memoria los días de antaño, cuando llegó a la mansión Plisetsky.
La mujer de duro carácter había estado casada, Lilia empezó a trabajar para Alik Plisetsky poco después que su pareja falleciera. Por esa época decidió sumergirse en el trabajo para afrontar el dolor de haber perdido a su alma gemela después de una larga lucha contra una enfermedad terminal, así que no le pareció tan mala idea cambiar su lugar de residencia a la lujosa mansión Plisetsky.
Su trabajo era ser la asistente de Alik, lo que implicaba tener pleno conocimiento de todas las operaciones que el omega realizaba para la organización de su padre y de su propia empresa de exportación e importación, por lo que debía estar muy atenta a todos los movimientos que se llevaban a cabo.
Sin embargo, Lilia se sorprendió cuando se percató que su presencia como asistente de Alik era innecesaria, pues el hermoso chico de rubios y largos cabellos, grandes pestañas e intensos ojos color aguamarina, labios delgados y rosados, y de piel tan pálida como porcelana, tenía todo bajo control sin necesitar de alguien que le recordara cómo manejar sus negocios y asuntos. El chico no sólo era hermoso, también era inteligente, alegre y encantador, tenía muy buen sentido del humor por lo que solía bromear con sus escoltas, no le importaba en lo más mínimo ser un omega y se preocupaba mucho por su padre, además solía ser cariñoso con sus personas cercanas; pero Alik también era fiero, no dudaba en enfrentarse a aquellos que lo menospreciaban, ni en asesinar si era necesario, era muy consciente de que había muchas personas y organizaciones buscando la ruina de su familia, así que justo como Nikolai, hacía lo que fuera necesario para no perecer en el camino.
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¿Quién eres?
FanficYuuri le temía a aquel frío y cruel hombre, sin embargo lo amaba. ¿Quién eres realmente, Yuri? Editado por la bellisíma @Aoi0000 Ninguno de los personajes de Yuri on Ice me pertenecen, solamente los tomo prestados a modo recreativo.