Johan y Mila Babicheva cenaban en la mansión Plisetsky. Para la pelirroja de azules ojos no podía haber situación peor que esa; su padre parecía tranquilo y eso hizo que pensara que no sabía lo que decían de Yuri. Era obvio que no había aprendido la lección.Mila había escuchado muchas cosas acerca del rubio que comía tranquilamente mientras oía a su padre hablar. Ella sabía que debían preocuparse, nada era tan bueno cómo para ser verdad, sobre todo considerando que había sido Johan uno de los involucrados en la muerte de Nikolai.
La mujer estaba al tanto de que su vida estaba en juego gracias a los rumores que circulaban en torno a Yuri. Desde la muerte de su abuelo era muy raro que en la mansión se recibieran invitados, esto sólo ocurría cuando el rubio estaba de buen humor con sus socios y sus más allegados conocidos, o cuándo sabía de una traición.
Mila había escuchado que el rumbo de la situación la determinaba un omega. Si el omega de Yuri los acompañaba durante la cena podría decirse que nada malo pasaría, era por eso que la chica temía por su pellejo. Ningún omega interrumpió o estuvo presente.
Los Babicheva y el Plisetsky hablaban con una aparente calma que no era del agrado de la chica, ella se preguntaba cuándo el rubio sacaría las garras y atacaría. Pero la cena termino y nada malo les ocurrió.
¿Estaban equivocados los rumores? No, no lo estaban.
Yuri los condujo al salón de juegos con completa calma, los Babicheva notaron en ese momento que la casa estaba demasiado silenciosa, no se veía ningún empleado por los alrededores y eran llevados a un lugar apartado. Mila sujetó fuerte la mano de su padre.
El rubio les ofreció una copa cuando se instalaron en uno de los sofás, pero permaneció de pie con una sonrisa que no presagiaba nada bueno.
-Has sido muy amable, pero ya es tarde -dijo Johan observando el reloj que marcaba la hora sobre la chimenea-. Tenemos unos compromisos temprano y…
-¿Tan rápido se van? Es una pena.
-Ya hemos abusado de su hospitalidad -intervino Mila haciendo el intento de irse.
-No hay prisa -la sonrisa del rubio se afilió-. Aún es temprano…O acaso JJ los espera ¿ah?
Johan se tensó. Mila lo supo, iban a morir.
-¿Qué tiene que ver Leroy en esto? -Johan intentaba salir del apuro.
-¿No lo sabes? Qué curioso, sobre todo teniendo en cuenta que has sido tú quién le ha vendido la información sobre mis movimientos los últimos meses. Empezaba a preguntarme cómo era posible que siempre supiera cómo y cuándo joderme -repuso Yuri con una horrible calma.
-Conozco a Leroy pero sólo por Nikiforov-el hombre de cabello canoso decía la verdad, no era lo suficientemente estúpido para cometer el mismo error dos veces.
-Es difícil de creer cuando uno de los pobres diablos que están en mi sótano, afirma que los Babicheva son los informantes de JJ. Y curiosamente trabajan para ti -Yuri camino hacia ellos y posó su mano en los hombros de Mila-. ¿A quién debo creerle? ¿A los imbéciles que suplican piedad por su vida, o a ti que estás intacto?
El ambiente se tornó pesado, nadie se movía ni decía nada. Yuri había dado con los responsables de que sus últimos negocios ilícitos se fueran en picada, después de haber buscado entre las sombras durante meses. No había imaginado que Johan Babicheva volvería a poner en el filo de la navaja a los que quedaban de su familia, pero el idiota parecía no haber aprendido la lección.
El rubio suponía que debería matarlo para que hubiera un estorbo menos en su camino.
-Quiero verlos -pidió Johan espontáneamente.
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¿Quién eres?
FanficYuuri le temía a aquel frío y cruel hombre, sin embargo lo amaba. ¿Quién eres realmente, Yuri? Editado por la bellisíma @Aoi0000 Ninguno de los personajes de Yuri on Ice me pertenecen, solamente los tomo prestados a modo recreativo.