CAPITULO 26

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Nadie se debía enterar de que Luca y Carolina se habían besado. Si bien estaba soltero, era muy pronto para besar a alguien. O eso creía Luca.

Llegó al colegio. Como de costumbre se sentó al lado de Martin, dejando a Kevin con Lourdes. Sabía que a Kevin no le molestaba, que él se entretendría con los atributos físicos que ella tenía. Así que el cambio era definitivo. Entró Luciana (profesora de Lengua) y al ver la situación pensó: El amor... menuda mierda.

A continuación les explicó el tema nuevo y los puso a todos a hacer ejercicios.

-Pueden hacerlo con el compañero de banco.

La cara de felicidad de Luca solo se vio superada por la de Kevin.

Al finalizar la clase, les recordó las pautas que iban a tener para los que se llevaban la materia a diciembre y los dejó salir. Cuando Luca se estaba yendo, lo llamó.

-Luca, tenemos que hablar.

-¿Pasó algo malo?

-Sí. En realidad no malo, pero pasó algo.

-¿Qué? Si es por lo de Lourdes, no te preocupes. Ella no me amaba y encontré a otra que si me ama. Carolina.

-¿En serio? Me alegro que esten saliendo, yo siempre supe que iban a lograr algo.

-Ja ja ja, sí, gracias por el contacto.

-Es lo menos que podía hacer por mi hermano.

Luca se quedó perplejo. ¿Hermano? ¿Eso dijo? Imposible. Ella era Luciana Álvarez y él, Luca Santos. ¿Cómo podía ser?

-¿Hermano?

A Luciana le lloraban los ojos.

-Estaba buscando la oportunidad de decírtelo.

Luca hizo memoria. Luciana lo había llamado un montón de veces para hablar, pero él se quería ir, entonces nunca hablaban mucho. Él no le había dado la oportunidad. Miró sus ojos verdes. Los tenía muy parecidos a los de él.

-Yo soy hija de Ricardo Álvarez y de María Gómez. Vos sos de María, pero con el amante. Luca Santos, porque tu ladre adoptivo es Daniel Santos.

Luca sintió un puño de realidad que le impactaba en el centro del rostro.

-¿Y por qué me ayudas? Te arruiné la familia. Mi nacimiento mató a tu padre y a nuestra madre.

-Él me dijo que se iba de viaje y no me podía llevar. Por eso iba a vivir con mi tio Walter. Nunca me enteré que estaba muerto, hasta de grande, que me lo contaron. No te sientas culpable. No hiciste nada malo. Pero quería que supieras todo.

-Y como mi hermana... ¿No me aprobarías la materia? -intentó jugar Luca.

-Nos vemos en diciembre, hermanito.

Le guiñó el ojo y los dos rieron. Luego se despidieron y Luca se juntó con Martín en su casa para seguir lo que Sofía y Carolina habían interrumpido. Luca decidió no contarle a nadie acerca de su parentesco con Luciana. Jugaron al Call of Duty: Black Ops II un buen rato. Estaba todo normal hasta que Martín dijo:

-Tuve sexo.

Luca se distrajo un segundo y lo mataron.

-Quiero que sepas que me arruinaste la racha -le dijo a Martín.

-Ja ja ja. Es que, te lo tenía que decir.

-Esperá que termine la partida online y después hablamos bien.

Como de costumbre, el último al que logró matar el equipo contrario fue a Luca, por lo que todos pudieron ver la repetición de como moría. Apagaron la PlayStation y se sentaron a hablar.

-Así que la pasaste bien...

-Callate, ella quería y bueno, se dio ayer. Era nuestro cuarto mes juntos.

-Linda forma de celebrarlo.

-La mejor. ¿Sabés que? Va a sonar muy como vos, pero creo que ella es la indicada para mí.

-Me alegro mucho por ustedes. ¡Vamos a hacer un brindis! -Y llenó dos vasos con Coca-Cola -¡Por otros cuatro meses y más!

-Ja ja ja, sos un tarado.

-Ja ja ja, siempre lo fui.

-Es verdad.

Martín agarró el celular y mandó un mensaje.

-Te quedás a dormir.

-Ok. Esperá que llamo a Dani para avisarle y que me traiga las cosas.

-¿Nunca les vas a decir papá o mamá?

-No creo, no los siento así.

-Deberías.

-Uh, ya te estas contagiando de Sofi.

Martín se encogió de hombros con una sonrisa.

Daniel Santos le llevó ropa a su hijo. Luca y Martín se quedaron hasta las cuatro de la mañana cuando se dieron cuenta de que en tres horas tenían clases. Se fueron a dormir pero los levantaron a las seis para ir a la escuela. Cuando llegaron, se enteraron que la escuela estaba de luto y que no habría clases. Martín estaba dando la vuelta, pero Luca entró al colegio. Tenía un mal presentimiento sobre el luto de la escuela. Así que los dos amigos entraron a averiguar por qué. Lo hablaron con Diego (profesor de Física) con quien tenían una buena relación.

-¿Qué pasó? ¿Por qué no hay clases?

-Estamos de luto.

-¿Quién murió?

-Un alumno de tercer año. Alejo Donatto.

Donatto. Le sonaba familiar, ¿Por qué? ¡Carolina! ¡Carolina Donatto! ¿No tenía un hermano menor ella? Sí, sí lo tenía.

Llamó a la casa de Carolina. Atendió una voz masculina.

-¿Hola?

-Hola, soy Luca, amigo de Caro. ¿Me pasás con ella?

-Ah, vos sos el que besó a mi hermana. Ella está en el colegio, soy Sebastián Donatto.

-Ok. Decile que la llamé por favor.

-Dale, nos vemos. Abrazo.

-Otro.

Cortó. Si el hermano estaba bien, ¿Por qué ese tal Alejo Donatto le sonaba tan familiar? En ese momento, apareció Tomás.

-Mi primo -dijo -, y primo de Caro también. Tenía cáncer terminal. Tarde o temprano iba a pasar.

Martín ya estaba cerrando los puños, pero se contuvo. Luca dijo:

-¿Caro es tu prima?

-Que chico que es el mundo ¿No? Tantas chicas en él, pero vos siempre buscás cosas que te hacen mal o que te recuerdan el pasado.

-¿No deberías estar en el velorio?

-No me llevaba bien con él, no tengo por qué velarlo. Además es en una hora, así que tengo tiempo si cambio de opinión. En fin, no hay colegio, me voy a fumar. Nos vemos, futuro pariente.

Se alejó con paso de agrandado. Luca pateó una pared y maldijo. No podría despegarse de su pasado nunca. Martín le palmó el hombro.

-Tranquilo, así como murió Alejo, puede morir él.

-Yerba mala nunca muere.

-No dejes que te arruine otra relación. Si no, él va a tener lo que quiere.

-Sí, ya lo sé. Vení, vamos a mi casa a dormir un rato. Me estoy muriendo de sueño.

-Apoyo la moción -dijo Martín-, estoy muy dormido.

Cartas de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora