Cartas de Amor

CAPITULO 9

Martín dejó a la feliz pareja solos. No era que se sintiera incómodo, por el contario; pero quería dejarlos tranquilos para que disfruten de su amor. Y se fue a su casa. Tenía que reflexionar y pensar sus siguientes movimientos. El futuro no iba a ser fácil, venía la tormenta, y tenía que estar preparado.

Luca llevó a Lourdes a la casa de la madre. Creyó que era lo correcto, y así fue. La madre de Lourdes los recibió con todo el cariño del mundo. Se la veía muy bien, y Luca pensó que estaba así por la vuelta de su hija. Merendaron tranquilos y contaron todo lo sucedido.

-Guau, parece como sacado de un cuento de hadas, qué galán Luca.

Se ruborizó. No estaba acostumbrado a que lo aplaudieran, a él siempre lo retaban y criticaban.

-Todo por su hija, el amor de mi vida.

-¿Ves mami por qué lo amo tanto? - dijo luli mientras abrazaba a su... ¿Novio? No sabían si lo eran, nunca se oficializó, pero Lourdes lo sentía así, y parecía que Luca también.

La madre les sonrió y se retiró del comedor. Tal vez le incomodaba la situación, o tal vez no...

-Hey, amor.

-¿Sí, mi cielo?

Luca hizo un esfuerzo para no ponerse rojo.

-Sé que es de tarados preguntarlo pero, yo siempre fui un tarado, así que no me modifica. El punto es que... te quería preguntar...

A Lourdes se le aceleró el corazón. ¿Le iba a pedir ser su novia? No, era imposible, un sueño hecho realidad.

-... ¿Querés ser mi novia?

Lo besó como respuesta. ¿Pasaron minutos? ¿Horas? No lo sabían, el tiempo se detenía cuando sus labios se juntaban. Después de un rato se separaron.

-Todavía no me respondiste.

La miraba con cariño, con amor. Pero sus ojos esperaban una respuesta.

-Sí, sí quiero.

Luca sonrió, pero esta vez no hubo beso ni nada, sólo una simple cruzada de miradas.

-¿Pasa algo? -preguntó Lourdes.

-No, no, es sólo que... lo que pasó en Estados Unidos... lo de Harry...

-¿Qué?

-¿Por qué lo besaste?

No estaba enojada con el, pero había arruinado un momento súper lindo. Y él también lo sabía, pero tenía que tener una explicación. Después de todo lo que hizo, se la merecía.

-Fue una pendejada -admitió -. Quería olvidarte porque pensé que nunca te volvería a ver.

Lágrimas recorrieron sus hermosas mejillas. Luca la abrazó. Sabía que había sido sincera con él y que estaba arrepentida. Lo amaba.

Una vez que los hermosos ojos de Lourdes dejaron de lagrimear, siguieron conversando normalmente y se retomó el clima romántico que minutos atrás se había perdido.

Las horas pasaron y Luca se tuvo que ir de la casa de su novia. No porque lo hubieran echado, sino porque él quería que ella tuviera una charla con su madre, habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo. Una semana atrás, él estaba besando por primera vez a su amor. Fue una semana muy agitada. Y lo iba a seguir siendo. Porque como ya todo se había arreglado, había llegado el momento de agarrar las valijas y de volver a un lugar del cual se fue sin avisar. Había llegado el momento de volver a casa.