Se levantó tranquilo, hasta que se dio cuenta de que era veinticinco de enero. Aún así se vistió y decidió bajar las escaleras. Ni había terminado cuando escuchó unas voces:
-¡FELÍZ CUMPLEAÑOS!
Se quedó perplejo. Allí estaban todos. Martín, Carolina, Sofía, Kevin, Agustín y Nicolás.
-¿Qué hacen acá?
Martín se adelantó al resto.
-La despedida de soltero de Kevin, ¿No te contamos?
Luca lo miró con desdén.
-¡Ja ja ja! Mentira cabezón, por tu cumpleaños.
Luca sonrió, estaban allí todos a quienes amaba.
-Gracias por organizar todo.
Martín lo miró raro.
-¿Yo? Por qué yo? O sea... de nada, pero todo lo organizaron tus papás.
Hubo un silencio incómodo. Luca se dirigió lentamente hacia Daniel y Pilar.
-¿Por qué hicieron esto?
-Porque sos mi hijo, y queríamos darte una sorpresa para tus diecinueve. -dijo Daniel.
Luca los miró esperando mas explicaciones.
-Sé que nunca nos viste como tus padres, pero para nosotros siempre fuiste y serás nuestro único y amado hijo -agregó Pilar.
Luca bajó la cabeza.
-Supongo que se esforzaron un montón. Gracias papá. Gracias mamá. Los amo.
Les dio un beso a cada uno y regresó con sus amigos. Pilar y Daniel entraron en estado de shock. Los había llamado padres. Él de verdad los quería, sólo que éste no había sido su año.
Martín fue el primero en llegar al equipo de audio, así que los primeros temas fueron de música electrónica. Bailaron, cantaron y pasaron un buen rato. Parecía mentira que toda esta historia de amor hubiera comenzado hace seis meses. Parecían solo días, unas cuantas horas que el viento se lleva. Luca observaba bailar lentamente a Carolina. Donde la miraba, la veía más hermosa. Pensó en Lourdes y en todo lo que sufrió. Pero mirando de nuevo a su novia supo que valió la pena. Sonó el timbre, y Daniel fue a abrir. Ahí fue cuando todo se arruinó. ¿Cómo carajo sabía Luciana donde vivía él?
-Me fijé en los archivos del colegio.
Esa fue su respuesta. Y para empeorar el momento, entraron Tomás y Lourdes agarrados de la mano.
-Felíz cumpleaños -dijeron al unísono.
Martín cerró los puños. Sofía tuvo que controlarlo, y cuando no bastaron las palabras, tuvo que recurrir a los besos para calmar al mejor amigo de Luca, que estaba a punto de dejar a Tomás sin cara.
-No queremos problemas -dijo Tomás -, sólo queríamos traerte un regalo.
-No los quiero -replicó Luca -, gracias.
-Te los quedas igual. Ni nos vimos, disfrutalos.
Se fueron. Luca abrió el paquete. El de Tomás eran tres cajas de preservativos, el de Lourdes, una carta. La agarró y al comenzar a leerla se dio cuenta de que era la de Roberto. Abajo estaba escrito en lápiz:
Nunca te la devolví, y te pertenece. Como mi amor. Al fin y al cabo, me di cuenta de que sos la persona cual amo y con la que quiero vivir el resto de mi vida. Dejaría todo por vos, aunque no me creas. Te amo. Y es tan verdadero como el amor de Roberto a María. Besos, Luli.
-¿Qué dice? -preguntó Carolina.
-Ehh.. nada, nada. -dijo Luca mientras intentaba esconder la carta.
-¡Dámela! -respondió Carolina arrebatándole la carta a Luca -Oh... mirá vos... qué metida que es. Que se vaya a garchar con Tomás, la muy puta.
-No le digas así... -atinó a decir Luca.
-¿Por qué no? -Martín salió de la nada -Ella te trató mal. Muy mal.
-Pero todavía la quiero mucho.
-¿La querés? -preguntó Martín.
-¿LA QUERÉS? -repitió Carolina.
-La quiero, sí, pero a vos te amo. -dijo Luca nervioso.
-¡Gracias! Sos un amor -atajó Martín.
Todos estallaron de risa, Luca estaba festejando por dentro. ¡Bien Martín!, pensó. Lo había salvado otra vez.
Pasaron el resto del día de manera positiva. Luego se empezaron a ir todos. Luca se quedó pensando en el amor. Amaba a una persona. Pero no sabía si era Carolina, no sabía si era Lourdes. Solo sabía que esa persona le iba a traer problemas. Se fue a dormir. Esos pensamientos se irían con el amanecer.
O eso creía.

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Cartas de Amor
RomanceLuca abandona todo para conseguir el amor que no se animó a confesar pero, ¿Será suficiente?