CAPITULO 11

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Ella estaba asustada. No por ella y Luca, sino por Tomás. Ella lo había elegido a Luca pero aún así seguía queriendo a Tomás. Es decir, fue su primer amor, y el primer amor no se olvida. Aún así conservó la calma e inventó una excusa decente para cuando llegara Martín.

Sonó el timbre. A ella le temblaban las manos. Fue a abrir la puerta.

-Hola.

Se quedó petrificada. Tomás estaba parado en la puerta esperando a que lo invitaran a pasar.

-¿Te molesto en algo? -dijo con tranquilidad.

- No no, es decir, sí. Pero no. Entrá que te explico rápido -respondió Lourdes.

Entraron y Lourdes le explicó toda la situación a Tomás. Quizás se olvidó de decirle a Tomás que ella lo había elegido a Luca y que, en ese momento, eran novios. Pero lo consideró un detalle menor. Justo cuando terminó de contarle todo, sonó el timbre. Y ésta vez, estaba segura de que era Martín. Le dijo a Tomás que se escondiera y fue a recibir a Martín.

-Hola Martín, ¿Cómo andás?

Martín no respondió, quería hacerle notar su odio hacia ella y sus ganas de ir directo al grano. Se sentaron en los sillones, cerca de donde estaba escondido Tomás.

-Dame una explicacion entera. ¡Ya! -exigió Martín.

-Tomás fue mi primer amor, nunca lo olvidé. Él se fue a Estados Unidos y yo lo extrañaba mucho, tanto que le pedí a mi padre que me llevara. Pero el nunca vino a buscarme. Entonces conocí a Luca, y me empezó a gustar, es un amor, el chico perfecto, pero entonces llegó mi padre de improviso con la carta que le había mandado implorándole que me llevase con él. Él vino a cumplir su deber, dos años más tarde, pero lo cumplió. No hubo pretexto ni excusa que lo alejase de su objetivo. Luego me encontré con un viejo amor, y habiendo perdido a Luca, lo besé.

-Él... él volvió a Buenos Aires, ¿No? Por eso estaba en el aeropuerto.

-Él volvió, me dijo que lo iba a hacer por mí, que iba a esperar a que lo de Luca terminase para volver a amarme.

-¿Por qué lo de Luca y vos terminaría? Dudo que Luca te haga algo malo.

-Uno nunca sabe.

-Él te perdonó todo.

Martín no entendía como Lourdes no entraba en razón.

-Él me perdonó -reflexionó Lourdes  -. Sí, ya lo sé.

-¿Entonces por qué seguís dándole bola a Tomás?

-Porque ella me prefiere, aunque lo niegue mil veces, yo voy a ser el amor de su vida.

Martín giró impresionado. Allí estaba, Había escuchado toda la conversación, parecía ganador. Como si el sufrimiento de Luca y suyo fueran un espectáculo.

-¿Qué haces vos acá? -le soltó Martín enfurecido. Luego se dirijió a Lourdes- ¿Qué hace él en tu casa?

-Puedo... -intentó decir Lourdes.

-¿Explicarlo? Sí, cómo no. Vivimos en una mentira. En tu mentira.

-¡Esperá, Martín! ¡Esperá!

Pero Martín ya se había ido rumbo a la casa de Luca. Él tenía que saber la verdad.

-¿Por qué lo hiciste? -le espetó llorando a Tomás.

-Tranquila nena, lo que dije es verdad, vos me vas a preferir a mí. Yo soy tu mejor opción.

-Luca era... es lo mejor que tengo, ¡Y me lo vas a hacer perder!

-Yo soy mejor que Luca, te hago lo que él no te hace. Él te da todo el cariño, pero algunas veces necesitamos algo de pasión, de fuego...

-¡FUERA DE MI CASA! ¡YA! ¡ME ARRUINASTE LA VIDA! ¡OJALÁ QUE TE PISE UN...!

Eso fue lo último que escuchó Tomós. Despues de eso, ya estaba muy lejos. Él amaba besarla, tocarla y exitarla. Pero esos llantos e histerias no las aguantaba. Se alejó sabiendo que ella lo llamaría dias más tarde, que su enojo se le pasaría. Ella no podía dejarlo. Tomás tenía un secreto de ella que, si lo revelaba, destruiría todo. Sonrió. Era la peor persona del mundo, pero todas las cosas le salían como quería. Sin embargo, sabía que Luca iba a ser un gran peso, y que no se olvidaría de Lourdes tan facilmente.

La madre adoptiva de Luca abrió la puerta.

-¡Martín! ¡A esta hora! Qué sorpresa.

-Necesito hablar urgente con Luca, ¿Está? ¿O ya se durmió?

-Debería estar dormido, pero seguro está escuchando música o leyendo un libro. Pasa tranquilo, acá siempre sos bienvenido.

Martìn sentía lo mismo que Luca por la familia de su mejor amigo. Luca amaba a los padres de Martín, él amaba a los padres de Luca (adoptivos).

Entró al cuarto. Como era de esperar, lo encontró escuchando Ken-Y a todo volumen mientras se hacía el cantante en medio de un concierto. Él se sobresaltó y se puso rojo de la vergüenza.

-¿Cómo está el cantante? -llegó a decir antes de romper a reír.

-Bien, ja ja ja, ¿Y vos? -dijo Luke. Odiaba que lo interrumpieran cuando se hacía el cantante y escuchaba musica, pero no se podía enojar con su mejor amigo. No después de todo lo que había hecho por él.

-Ponete cómodo -le dijo a Luca -. Lo que te voy a contar va a tardar un buen rato...

Cartas de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora