CAPITULO 12

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Salió corriendo para la casa de Lourdes. ¿Lo estaba engañando? Quizás. Pero algo era seguro, ella estaba sufriendo. Y él le había prometido que cuando ella estuviera mal, él siempre iba a estar ahí. Y lo iba a cumplir pase lo que pase.

Tocó la puerta de su casa y le abrió la mamá.

-¿Dónde esta Lourdes? -preguntó.

-La última vez que la vi estaba en la habitación...

Luca entró, sin pedir permiso y sin más preguntas. Abrió la puerta y se encontró con lo que esperaba. Una chica llorando desconsoladamente en la cama sin hacer. Se acercó a ella y la abrazó fuerte. Lourdes no podía creer lo que estaba haciendo pero aún así, no le dirigió ni la mirada. No quería ver sus ojos, no merecía nada de él.

-Tranquila... Acá estoy, no me perdiste. No me vas a perder, no tan fácil. -La calmó Luca.

Ella se atrevió a levantar la vista, pero luego la volvió a bajar.

-Andate, no quiero que sufras más por mi irresponsabilidad -dijo.

-Sufriría si estuviera lejos tuyo, pero, ¿Acá? ¿Al lado tuyo? ¿Abrazándote? Te juro que la estoy pasando de diez.

Pero eso hizo sentir peor a Lourdes. Ella no merecía a alguien como él.

-Me tengo que quedar con Tomás, lo lamento.

-¿Por qué?

Luca estaba sorprendido.

-Él sabe cosas. Cosas que si las dice... me arruinaría la vida si no estoy con él.

-Pero si estás con el también, si te hace el manejo que te está haciendo...

-¡NO TENGO OPCIÓN! -gritó Lourdes -Él sabe que mi padre mató a mi hermana y que la hizo desaparecer para ocultar el crimen. Si se lo dice a alguien, mi padre irá preso y yo seré la culpable.

-No es tan grave... yo fui culpable de dos muertes.

-Por tu nacimiento, pero yo se lo dije, era consciente de todo, e igual se lo dije, como una estúpida. Soy una estúpida.

-Sí, lo sos.

Luca no quería hacerla sentir mal, pero era de verdad una estúpida. Todo lo que hizo, cómo lo hizo, por qué lo hizo. Tenía todas las fichas ganadas. No podía ser más tonta. Pero no importaba, él la amaba. Eso sí, no quería hablar más.

-Descansá, es lo mejor que podés hacer en este momento. Mañana hay que levantarse temprano para ir a la escuela.

Lourdes lo miró con cara de "Me estas tomando el pelo". Pero como vio que no era así, dijo:

-Estamos en vacaciones de invierno... falta una semana para que volvamos a clases.

¡Vacaciones! Él siempre las olvidaba, con razón los padres de Martín lo dejaron ir a Estados Unidos, con razón sus padres no se enojaron con él cuando se fue de la casa. Martín les dijo que estaba invitado a  Estado Unidos. Definitivamente, su amigo era el mejor.

-Lo que sea, ahora dormí y pensa en lo que vas a hacer. Mañana me contas qué resolviste.

Se fue sin beso y sin despedida. Pidió perdón a la madre por haber entrado así a su casa y le explicó breve y generalmente lo ocurrido. Luego se fue a su casa. Necesitaba descansar, necesitaba pensar él también.

La casa estaba como la había dejado antes. Incluso con Martín.

-¿Qué haces acá? -preguntó Luca, aunque le agradaba enormemente que se hubiera quedado.

- No tenía ganas de ir a casa y me debías una noche en tu casa así que decidí quedarme. ¿Te molesto?

- No, no. Por supuesto que no. ¿Sale FIFA 15?

-¿Para desahogar penas? -sonrió su amigo.

-No -repuso Luca -. Para olvidar amores.

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