Capitulo 1 "El hombre que no falla una flecha"

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Tres golpes fueron los que dio, su respiración entrecortada y rápidamente clavo la espalda en el pecho de cuero. Sus ojos verdes observaron el cuerpo de aquel muñeco y sonrió orgulloso.

-Buen trabajo Príncipe, estas mejorando mucho.

-Mulan, sabes que odio que me digas así-Sus dos hoyuelos se marcaron en sus suaves y blancas mejillas, dejando la espalda en su estante y limpiando el sudor de su frente con una tela suavemente. 

-Me gusta hacerte enojar-La mujer sonrió- Estas mejorando mucho, pronto podrás ir a la guerra sin problema, de nuevo.

-Si mi padre me deja, soy omega.

-Y yo también

-Marcaste historia, gracias.-Ambos sonrieron- siempre quise ser como tu, tan valiente.

-Lo eres Harry, lo eres. Solo necesitas la seguridad , y para eso estoy yo. 

-Eres muy amable, es agradable tener una amiga aquí. Mi padre es un idiota, oh, hablando de él.-Los ojos esmeralda del príncipe se giraron hasta su padre.


Desmond Styles, el Rey de Homles. Su traje negro bordeado de pequeños linajes de oro le hacían ver más importante. Sus ojos verdes,  fríos y calculadores. Su rostro siempre se mantenía serio, su cabello perfectamente peinado color ceniza lo hacía ver limpio, y a pesar de todo tenía esa sonrisa falsa decorando su rostro.

Hacía del reino un lugar horrible, guardando la mitad del dinero para su propio bolsillo y odiado a su hijo menor. Su padre era alguien tan cerrado, cree que los omegas solo sirven para atender a los alfas, embarazarse y luego si era "necesario", matarlos. 

Y Harry quería matar, pero a su padre.

Todavía tiene una cicatriz en su espalda cuando el Rey se enojo con él por haber amenazado a un alfa, un príncipe vecino y con su propia espada. 

De todas formas no se arrepintió.


Es más que un simple omega, es un humano y tiene que imponer respeto. Debía ser la voz de los omegas de su reino y de los otros. 

Quería ser como Mulan o como Merida, quería luchar, quería imponer la verdad.

Y ellas habían pasado por aquellos momentos donde se tomaban a las mujeres como menos, ahora todo parecía equilibrado excepto por los omegas, en especial los omegas hombres.

Sabía que se hablaba de él por las calles de su reino, por los escondites de los palacios y hasta había escuchado su nombre de los mismos reyes y reinas, alguien vulgar, alguien sucio. Un omega que salió "erróneo".Para algunos era un ejemplo, un príncipe omega que marcaba una diferencia entre todos, que había atacado y había ido a la guerra a pesar de su "deformidad" que en realidad era su naturaleza, la de todos.

Un omega independiente, un omega que enojaba al resto de alfas que querían encarnar sus dientes en su cuello. Que querían oler su aroma a omega fértil, que querían hacerlo suyo. Pero él único que podía marcarlo era él mismo, él único que puede mandar sobre si mismo, es justamente él. Nadie más. 



-Mulan-Hizo un ademan con su cabeza en forma de saludo- Harry... justo estaba a punto de buscarte.

-Adiós Mulan-Sonrió tomando el arco que la muchacha le entrego junto con una pequeña alijaba* marrón que coloco en su espalda.-Padre, no esperaba encontrarlo por aquí, supuse que se encontraba con mi madre.

-Hoy vendrán unos cuantos reyes a presentarte sus hijas.-Dijo sin rodeos, de nuevo.

-Soy gay padre, estoy seguro que todo El Bosque Encantado lo sabe-rió calmadamente- ahora padre, si no le importa tengo que ir a recorrer el bosque.

-¿Solo?

-Se cuidarme, Padre- La acidez con la que esa palabra fue dicha pareció dolerle al Rey, sonaba ta falsa que su propio padre lo miro enojado y algo dolido, apenas.- Adiós Rey.

-Vuele a la hora de siempre-Asintió mientras tomaba la capa blanca velvet que uno de sus ayudantes le entrego, colocándosela para caminar hasta el establo junto con un arco y flechas nuevas.

-Hola Valiente-Saludo a su fiel caballo, colocándole el asiento para subir sin problemas- Iremos donde Snow, ¿Recuerdas el camino?-El caballo rechino y Harry sonrió- Perfecto, entonces vamos.


Los galopes hacían sus rizos rebotar, y para cuando aquel majestuoso animal negro comenzó a correr sobre el camino de tierra, evitando el pueblo, sonrió sintiendo el viento sobre su rostro, la libertad justo frente a él, pronto, su caballo paro en seco, haciendo al príncipe caer al suelo fuertemente. 

-Mierda,  ¿Qué sucedió Valiente?-Gruño levantándose del suelo, enojado, pero al sentir atrás suyo una rama ser pisada se giro levantando su arco, listo para atacar- Quédate aquí, iré a ver-Habló a su caballo, quien se quedo quieto sin dudar.

Los pasos del rizado se movían con sutileza, sus ojos verdes inspeccionando todo, cada pequeño rincón de aquel bosque, pronto sintió una flecha pasar al lado de su rostro y se giro para encontrar dos ojos azules mirarlos, el resto del rostro oculto bajo una tela verde.

-Baja ese arco-La voz salió segura y fuerte, pero era un beta.

-Oh, pero miren a quien tenemos aquí-El rizado sonrió- Robin Hood, un placer conocerlo al fin. 

-Diría lo mismo, pero se de donde vienes y lo que tienes.

-¿Hablas del dinero?-rió, ambos apuntándose con sus arcos y sus miradas fijas en el otro- Por mi, roba todo lo que mi padre tiene, ese hombre no lo merece.

-¿Se supone que debo confiar de un príncipe? Hijo de un rey corrupto-rió- Dicen que no fallo una solo flecha.

-Si estas esperando que traiga algo de oro-hizo una mueca, bajando el arco y guardándolo- Vine vació Hood. No quiero pelear, no lo necesito tampoco-suspiro- Robin Hood, estuve deseando poder conocerte por meses. Desde que robaste el palacio del oeste, gran robo por cierto. Me agradas, tienes un corazón bondadoso, pocos lo tienen.

-El menor de los Styles, e oído de ti también. Atacaste a tres alfas el mes pasado-sonrió bajando el arco para tender su mano que Harry tomo lentamente, apenas se separaron las manos del beta fueron hacia su capucha bajándola, dejando ver su perfecto rostro al príncipe.

-Ambos queremos lo mismo Robin, igualdad-Sonrió- Quitaré su nombre de la lista de buscados por aquí.

-Su padre es un corrupto.

-Estoy de acuerdo, El Rey no es más que un cobarde y ladrón, me sorprende que no haya entrado a robar nuestro castillo.

-No puedo hasta saber donde esta lo que busco-Sonrió amablemente.

-El ultimo piso de todos, puerta roja, hay dos guardias en cada lado por fuera y dentro seis.

-No puedo creer que estés delatando a su padre, el Rey.

-No lo será por mucho tiempo Robin

-Eso espero-A cada lado de sus ojos azules se formaron arruguitas, el sonido de muchos caballos galopear resonó en el vació del camino

-Ahí viene alguien importante, suerte Robin, espero verlo pronto. Espero poder confiar en usted.

-Lo mismo digo-sonrieron y el rizado vio al joven vestido de verde, colocarse la capucha y esconderse en el bosque, Una enorme sonrisa se formo en sus labios para subir al caballo y seguir su camino.


Ya sabía como acabar con su padre.

Solo necesitaba algo de ayuda.


Once Upon A Time           -OMEGAVERSE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora