Once Upon A Time -OMEGAVERSE-

Capitulo 19 "Luces entre los arboles"

-No puedo creer que dentro de unos días sea la coronación-El príncipe Encantador habló, acomodando sus rubios cabellos lentamente mientras tomaba entre sus manos, la de su esposa.

-¡Lo se! estoy emocionado, aún que tengo que admitir que tengo miedo, no estoy seguro de lo que mi padre va a hacer-suspiro.

-Cariño- oír la dulce voz de Garfio lo hizo girarse, para ver como este palmeaba su muslo derecho, se sentó sobre él con una sonrisa- quiero darte algo-levanto su mano derecha para comenzar a sacar uno de sus anillos.

-No no puedes darme eso Garfio, no puedes-negó al borde de las lágrimas, ni siquiera había notado como todos tenían sus ojos sobre ellos.

-Como sabes, este anillo era de mi hermano. Él era la persona más valiente, dulce y fuerte que conocí-sonrió levemente- quiero que tengas este anillo- sonrió tendiéndole un anillo de plata pura, un lobo tallado perfectamente todo al rededor y en medio, un enorme y cuadrado rubí.

-No puedes darme esto-sollozo, abrazando al alfa con fuerza mientras miraba el anillo en su dedo, sabía lo importante que era para él ese anillo, y saber que se lo estaba dando era más de lo que podía pensar.- No lo merezco.

-No digas tonterías amor, mereces más que un simple anillo-Harry sonrió entre lagrimas, sintiendo el beso sobre su frente y un abrazo. Se levanto con gracia para mirar a su esposo, la dicha y orgullo que sentía por tener aquel anillo sobre su dedo era simplemente imposible de sentir, pero lo hacia- Creo que deberíamos irnos, ¿Louis?-el alfa lo miro en silencio, asintió y saludo a todos con un asentimiento de cabeza para luego salir y esperar por su omega. 

Estaba apoyando contra un árbol mientras acariciaba a Valiente con su mano derecha, los pasos lentos del omega lo tomaron por sorpresa, sintiendo sus frías manos sobre sus hombros y el cuerpo para nada pequeño, como deberían tener los omegas. Posarse justo atrás suyo, de todas formas, siendo sumiso.

-Mmm, alfa. ¿Podemos subirnos al caballo muy cerca?-susurro coqueto, mordiendo su labio inferior levemente mirándolo con sus ojos verdes.

-Harry...

-¿No te gusta la idea?-susurro, sus labios rozando el lobulo del alfa- tenerme cerca, sentirme... ¿no te gusta?

-Lo siento príncipe, pero estoy cansando-y en un bufido se subió a Valiente, para tomarlo de la mano y ayudarlo a subir. Siempre manteniendo distancia entre sus cuerpos.

-Alfa, por favor. Necesito tenerte más cerca-se giro para verlo, hizo un pequeño puchero y luego hablo- ¿Por favor?-El alfa rodó los ojos acercando su cuerpo hasta el del omega, quien ronroneo coqueto- mmm, eres grande. Ya quiero probarte de nuevo.

-Ten un poco de respeto, príncipe.

-No me diga que hacer alfa-se giro sonriendo coqueto- No soy tan sumiso como crees.

-Nunca dije que eras sumiso-sonrió colocando ambas manos en la delgada cintura del omega, quien comenzó a hacer al caballo andar lentamente.

-Ay alfa-ronroneo tirando de su cuerpo hacia atrás, sintiendo al alfa en toda su gloria- mmm-Le guiño un ojo para comenzar a hacer correr al animal.

-Príncipe...-gruñó. 

-Bien, bien, pero haga silencio, ¿puede oír la paz que hay?-sintió la respiración de Louis sobre su hombro y oyéndolo afirmar sonrió- es lo que más me gusta de aquí.

-Yo no estaría tan seguro del silencio-el alfa susurro, parando al caballo para oír entre los arboles un tarareo- No estamos solos príncipe-bufo sacando de su vaina aquella dorada espalda, apuntándola hacia la nada. 

De entre los arboles una luz brillante y blanca comenzó relucir, cegando sus ojos con fuerza mientras un frío arrasador los cubría, Valiente, su caballo, rechino sobre sus patas traseras, dejándolos caer al suelo para correr lejos, huyendo. Louis suspiro, escuchando como pronto aquel tarareo se convertía en una voz de miles de hombres cantando al mismo tiempo, las mismas palabras.. Harry fue el primero en levantarse, para comenzar a adentrarse en aquel bosque con el alfa atrás suyo.

-¿Qué haces? ¡Vuelve aquí Harry!-el alfa lo tomo del brazo nervioso, casi asustado.

Una fuerte rafaja de nieve comenzo a golpearlos y aquella luz era cada vez más fuerte y blanca, sintiendo como quemaba cerraron sus ojos cubriendo su rostro con sus brazos, tres segundos, fueron tres segundos hasta que todo quedo en silencio. Ya no había rastro de alguien cantando, ya no había una luz, solo la fría sensación de la nieve acaricando sus rostros, suave, suave caricia que pronto los hizo abrir sus ojos.

La noche calurosa se había rodeado de nieve, se hizo el día, copos de agua helada cayendo del cielo con delicadeza, bailando al compás del viento, sus ojos verdes se perdieron en el azul del cielo, observando cada pequeña cosa, como parecía que la nieve llegaba de la nada cuando en realidad, estaba cayendo desde mucho antes, pronto se dio cuenta y girando sobre su eje se encontró al lado de un río helado, el alfa a un costado cubierto de nieve y al parecer inconsciente. El único sonido era de algo golpeando una superficie dura. 

-Louis-movió sus hombros en busca de despertarlo- ¡Louis!- sus ojos azules se abrieron asustados- no se donde estamos...-el alfa se levanto rápidamente, exaltado, girando a su alrededor en busca de encontrar su hogar, pero estaban en medio de la nada.

-¡Oye Oye! ¿Qué crees que estas haciendo cabeza hueca? ¿¡Acaso crees que este hielo se va a romper solo?! Bah-un gritó de una mujer hizo que el omega reaccione, tomando a su esposo del brazo para tirarlo tras un árbol, escondiéndose de cualquier persona que estuviera ahí, y mirando de reojo encontraron a miles de hombres cortando el hielo de aquel río en perfectos cubos, para luego colocarlos en una carreta y ser llevados a algún lugar que desconocían.-¿ Para que lo intento? eres un inútil como el resto.

-¡May! por favor, estamos cansados... 

-¿Cansados? ¡Es la boda hoy y la princesa necesita el mejor hielo de todos!-bufo enojado, marchandose lejos.

-¿Boda? ¿Dónde mierda estamos?-Louis bufo, su aroma a alfa enojado rodeaba al omega.

-Louis... ya se donde estamos-el omega se giro para verlo a los ojos- estamos en Arendelle. Y se como volver a casa.