Capitulo 21 "Dulce nieve, cae para mi hoy"

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El carruaje se movia a cada movimiento que este daba, podía ver como la nieve acumulada en el techo se caía en capas, Louis lo miraba fijamente, esperando que lo mirara de vuelta o hablara. Pero no quería hablar, quería ir a "casa" y quería tener ya su jodida corona.

¿Por qué todo es tan difícil?  

En cuanto el carruaje paro lentamente, y podía oír el sonido de sus latidos retumbar en sus oídos, golpeando con fuerza al punto de llevarlo al borde, miles de personas se lanzaron sobre ellos en busca de conocerlos, de hablar y de tener el mínimo contacto posible, había ruido pero solo quería entrar y buscar la vuelta a casa. Louis coloco su mano en su cintura mientras caminaban dentro del palacio.

Todo estaba decorado con blanco, las telas, las flores y las ropas de las mucamas también, del techo miles de fragmento de hielo que pegados en el, daban la sensación de caerse pero al mismo tiempo de estar estables. Todo era tan mágico en aquel lugar.

-¿Estas bien?-el alfa lo miro.

-Tenemos que irnos de aquí, rey.- el alfa asintió algo perdido, apartando su mirada para seguir caminando. 

-Hay que buscar a la reina, debemos separarnos-susurro cerca de sus labios, demasiado cerca, las personas a su alrededor caminaban por todos lados con sus ropas elegantes, podía ver el brillo de sus coronas cegarlo y el sonido de las suelas de los zapatos chocar contra el mármol lo ponía de mal humor. Asintió hacia el alfa y abrió camino por las personas. Dejando atrás a su alfa.

Se sentía perdido, con la orquesta tocando en una esquina. Una copa con vino había sido puesta en su mano, algunas personas se acercaban a hablarle y la operación parecía imposible de hacerse, había dando vueltas y vueltas por el lugar en busca de la reina. Pero no estaba, no había rastro de ella.

-¿Sabe donde se encuentra la reina?-habló hacia una mujer beta con plumas rojas por toda su ropa.

-Debería llegar en cualquier momento-sonrió- oh, ahí entra-señalo hacia la puerta, donde todos abrieron paso hacia la mujer, usaba un vestido celeste repleto de diamantes, su cabello rubio estaba perfectamente peinado y su maquillaje parecía intacto a pesar de la tormenta afuera.

Se veía importante, el silencio reino en la sala menos la orquesta que seguían tocando suavemente, tras de ella los copos de nieve caían con gracia sin tocarla, camino hacia su trono plateado, casi cegador, la cola de su vestido barriendo el suelo con gracia, nunca había olido a una omega de esa manera, olía a lluvia y menta. Sentada en su trono, con una enorme corona lo hizo temer un poco.

Había oído todo tipo de historias sobre aquella chica, había oído que era maligna, que era amable y que aquel problemita con la nieve había sido un error. No estaba seguro, pero sabía que tenía que acercarse. A pasos severos se dirigió hacia la reina, sintiendo a Louis ponerse a su lado rápidamente, y mirándolo rápidamente asintieron.

-Reina Elsa, es un honor poder conocerla-el omega hablo sin un tinte de nervios en su voz, mirando los ojos azules de la chica frente a él. 

-Príncipe Styles... he oído unas cuantas cosas de usted los últimos años-su voz era dulce, como si estuviera cantando la canción más hermosa de todas.

-Espero que hayan sido de su agrado-la chica lo miro seria, tan seria que daba miedo. Disimuladamente dio un paso más cerca de Louis- me gustaría hablar por horas con usted, se que nosotros somos parecidos-la chica alzo una ceja esperando las próxima palabras- pero ahora mismo, necesito su ayuda- la mirada de confusión de la mujer lo hizo sonreír de forma agradable.



-Bien príncipe, tiene tres minutos para hablar. Tengo que estar en la boda de mi hermana-la mujer cerro la puerta de la pequeña recamara para girarse y verlo directamente.

-Bien, pues... mi alfa y yo llegamos por error aquí, necesitamos de su magia para mandarnos de nuevo al Bosque Encantado, reina-sonrió incomodo.

-¿A qué se refiere? 

-Un portal nos trajo hacía aquí, no me mal interprete, amo este lugar, es tan hermoso y mágico que me gustaría quedarme toda mi vida-sonrió mirando los copos de nieve dejar de caer, a través de la ventana pintando todo de blanco.

-¿Y quieres que yo haga un portal con mi magia para llevarte a tu casa?

-Por favor...

-¿Por qué tendría que hacerlo? déjame decirte que estamos en la boda de mi hermana, no quiero perder la fiesta por alguien que no conozco.

-¡Lo entiendo! de verdad, soy un desconocido que le esta pidiendo un enorme favor-asintió incomodo- pero de verdad tengo que ir al Bosque Encantado, mira. Somos parecidos-la chica alzo una ceja apoyando su espalda contra la puerta- suena raro, pero lo somos. Todos esperan cosas que nunca podemos ser, esperan que seamos dóciles y ellos...-suspiro- ellos esperan que nunca seamos nosotros mismos.

-Sigue hablando... 

-¿No es gracioso como todo a la distancia se ve tan pequeño? la nieve eres tu, y luego de haber luchado demasiado, haber sufrido la injusticia que debiste pasar por ser diferente... pudiste liberarte, fuiste valiente y fuerte, luchaste por todo y por eso somos iguales. Mis padres me dejaron encerrado por años por ser un príncipe omega, tus padres lo hicieron también, por tener poderes-suspiro tocando su cabello- debo ir a casa, debo demostrar al resto que no hay nada malo en mi. Debo luchar por la libertada, debo luchar por mi mismo.

-Ugh-la chica tomo su cabeza entre sus manos para suspirar- voy a ayudarte, Anna saldrá en dos horas, eso nos va a dar tiempo, pero nunca hice un portal.

-Somos dos-sonrió levemente haciendo a la chica reír. 



La nieve salía desprendida de la tierra y comenzaba a flotar por el cielo, el viento rugía y había una tormenta asechando el cielo. Se abrazo al pecho del alfa en un intento de calmar sus nervios, y mientras la chica alzaba sus brazos y de sus manos salían miles de fragmentos de hielo que comenzaban a formar un agujero celeste en el suelo apenas formándose.

El viento los abrazaba con gracia, podía ver como aquella chica se mantenía firme y pronto moviendo sus manos hacia todas direcciones, el suelo comenzaba a temblar, grandes postes de hielo se forman y comenzaban a romperse para dar a luz a un agujero celeste que giraba sobre el suelo sin agrandarse, tomo al alfa de la mano y miro a la chica quien no se veía asustada ni exaltada, estaba calmada y un destello de orgullo sobre sus ojos.  

-Ve a salvar a tu reino Harry. 

Once Upon A Time           -OMEGAVERSE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora