Capitulo 18 "No necesito a nadie"

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-¡No soy tu pareja! ¿Llegas a entenderlo? todo esto es solo un teatro por la corona-bufo enojado, dando un giro sobre su eje para mirar los ojos azules del alfa.-Y si llegarás a serlo-negó- no vas a celarme, no soy un objeto, no soy un perro que tenga dueño cariño. 

-Yo...-suspiro totalmente enojado, pudo notar como sus manos dejaron de ser puños para abrirlos y suspirar- yo no te estoy celando, ni te estoy tratando como un objeto. Estoy aquí para ayudarte a ser un rey y a tener respeto. ¿Cómo puedes decir luego de tenerme aquí por meses?

-¡Golpeaste a ese hombre cuando me toco! y dejame decirte algo-gruño apuntandolo con su dedo- como vuelva a hacer algo como eso, voy a quitarlo de este plan tan rápido como entro.

-Soy importante para tu ayuda-el alfa rodó los ojos, tomando un paso más cerca- y lo sabes.

-No necesito a nadie para ganar, puedo solo-acerco aún más su cuerpo al del alfa, para tomar su corbata entre sus manos y apretar el nudo- de nadie.

-Se que no necesitas a nadie para ganar, pero quiero ayudarte Harry.




Del techo caían miles de diamantes que brillaban, siendo sostenidos por largos hilos de oro, justo como cada pequeña decoración de la vajilla de esa noche, oro y más oro. Rosas blancas rodeaban el lugar con elegancia y las enormes mesas repletas de comidas que nunca probo y un enorme pastel blanco en medio de ellas. Era su boda, y estaba casándose con alguien que no amaba. 

Había decidido usar un traje blanco que se entallaba en su cintura, en la parte de los hombros habían pequeñas decoraciones en plateado, había amado aquel traje desde el primer momento sobre su cuerpo. A demás, su trasero lucia glorioso dentro de esa tela apretada. Cuando tres pequeños golpes fueron dados en su puerta de madera, no tuvo que girarse para saber que fue su madre quien entro. Tenía en sus manos un cojín rojo con una corona gloriosa sobre ella. Le sonrió, aguantando sus lagrimas.  

-Mi niño va a casarse-sonrió tocando con sus delicados dedos la tela del traje de su hijo- yo, les pedí que hagan esta corona para ti amor, para que luzcas hermoso ante tu alfa y ante el resto-sonrió tomando aquella corona para comenzar a colocarlo sobre sus rizos sueltos y perfeccionados horas antes. 

La plata giraba al rededor en forma de ramas perfectamente brillantes, entrelazándose entre ellas con una gracia sutil y miles de pequeñas flores colocada en los lugares justos. Odiaba que su madre haya comprado aquella corona, y odiaba aún más que lo haya hecho para lucir bien ante su alfa no para sentirse a gusto consigo mismo.  Su madre beso su mejilla para tomarlo de la mano y comenzar a bajar las escaleras, el mármol brillaba como nunca lo hizo, y a medida que se acercaban los suspiros que aquellas personas soltaban lo hacían sentir enjaulado,  apenas coloco un pie sobre aquella larga alfombra blanca una orquesta comenzó a tocar, los ojos de aquellas personas lo miraban y juzgando cada pequeño error que podía cometer, pero no estaba ahí para recibir prejuicios, estaba ahí para ganar todo lo que pueda ganar, para sentir el peligro acercarse. Rápidamente miro a su padre, serio como si acabara de presenciar el peor crimen de todos, mientras a un lado del alfa, su futuro esposo, Louis deslumbraba en un traje negro y su corona de plata sobre sus castaños cabellos. Aquel alfa mantenía su mirada azul seria en la nada, ni siquiera se giro para verlo. Y Harry temió, que se arrepienta en esos instantes, porque si eso sucedía entonces todo se arruinaría y tendría que volver al comienzo, o más bajo aún.

Pero sus ojos azules lo miraron, brillantes como miles de estrellas y una sonrisa se marco en sus labios, estiro su mano cuando estaba frente a él y tomándola pudo sentir el aroma tan característico de aquel hombre. De cerca pudo notar como aquel traje negro tenía diamantes en cada botón del saco y amo tanto aquel detalle que tuvo que pasar su dedo por aquella piedra preciosa.

Mirando de reojo, sus ojos verdes pudieron notar como todos estaban esperando algo que no iba a pasar, esperaban que el rey se marche y lo deje, que todo fracase y puedan hacer otro rumor de él. Moviendo su cuerpo pudo ver a sus amigos ocultos, o al menos aquellos que tenían prohibida la entrada. Quienes le sonrieron y levantaron sus pulgares en forma de alentarlo. 

-Harry Edward Styles, ¿Acepta a Louis William Tomlinson como futuro esposo, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe?-miro profundamente aquellos ojos y sonrió. 

-Acepto.

-Louis William Tomlinson, ¿Acepta a Harry Edward Styles como futuro esposo, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe?-El alfa que no largaba ni un poco de feromonas, lo miro serio para decir aquellas palabras que ansiaba oír. 

-Acepto-asintió.

-Ahora los declaro, esposos- el omega tomo la iniciativa, dio tres pasos al frente para unir sus labios sobre los del alfa, sintiéndolo acariciar sus caderas suavemente mientras seguían el beso, alejándose suavemente para sonreír.

Se tomaron de las manos y salieron por la enorme puerta, con pétalos de rosa cayendo del cielo, el sol se reposo sobre el horizonte y sus rayos dorados golpearon los arboles. Todo se sentía tan mágico. Louis subió primero al carruaje y le tendió su mano. El omega se giro hacia su familia quienes lo miraban, Su padre lo miraba serio. Entonces sonrió orgulloso y subió con la mano del alfa entre la suya.

En cuanto la puerta se cerro, tiro la corona lejos y mientras sentía el sonido de los caballos galopear rió a carcajadas, jurando oír el sonido de miles de flechas sobre sus cabezas, sintiéndose invencible. Siendo invencible.

-¿Estas listo para luchar, alfa?-sonrió acercando su rostro al de su ahora esposo, quien lo tomo de las mejillas suavemente para besar sus labios con rudeza, juraba sentir el ritmo de una canción dentro de sus venas, Louis moviendo su lengua contra la suya.

-Estoy más que listo. 


Once Upon A Time           -OMEGAVERSE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora