Once Upon A Time -OMEGAVERSE-

Capitulo 50 "Beso de amor verdadero"

-¿Has encontrado algo?-las palabras giraban en su mente, se encontró a si mismo teniendo que repetir el mismo párrafo tres veces seguidas, estaba tan cansado que su mirada se tornaba borrosa a los costados.

-No aún, lo siento-la voz de Bella sonaba tan apenada mientras lo miraba con sus ojos marrones suaves.

-Esta bien.

Claramente no estaba bien, nada estaba bien. A cada hora que pasaba caía en cuenta que era menos y menos probable que Harry despierte, ¿Y luego qué? ¿su alfa iba a poder soportarlo? ¿él iba a poder superarlo? no. Podía sentir sus garras crecer cuando recuerda al estúpido pirata, sabe que no debería enojarse con él, después de todo no era consiente de lo que hacia y cuando abrió sus ojos pudo ver el miedo en sus ojos, todavía puede oírlo llorar cuando pasaba por su habitación de hospital, culpándose. O cuando se sentaba a un lado de Harry y lo tomaba de la mano, llorando. Si era sincero sentía pena por Killian, sabe cuan cercanos eran.  Por otra parte, siente que Harry ya no va despertar, que están perdiendo el tiempo, que debería ir a casa y dejarle todo su amor por última vez.

Pero, se suponía que debían tener un final felices, ese es el trato que todos buscan.

Se suponía que iba a conocer a un hermoso omega que lo haga caer de rodillas con solo una mirada, lo iba a llenar de rosas rojas esperando hasta que el cortejo se termine y pronto, iban a casarse, tener un marca y cachorros corriendo por todo el castillo. Ese era su plan.

Y sucedió, un poco torcido.

Si conoció a un hermoso omega y si lo hizo caer de rodillas con sus ojos verdes esmeralda, si bien no pudo cortejarlo como se debía el anillo en su dedo no demoro en llegar, no hubo marca después de eso, no iba a haber cachorros pero ahora, sí había una marca dorada en su cuello.  Nunca había pedido por nada, siempre se mantuvo en la línea e intento buscar la salida por si mismo, pero ahora se encuentra a si mismo llorando por las noches, pidiendo a cualquier persona que lo ayude a volver a casa.

Ya no habían cosas como destino, o besos de amor verdadero. Era un dolor tan profundo que dolía respirar.

-Beso de amor verdadero-repitió suavemente, dejando el libro sobre la mesa para correr hasta la estantería y buscar entre los viejos libros.

-¿Louis?-Bella se levanto con cuidado para mirarlo-¿Qué sucede?

-Estuvimos buscando mal todo este tiempo Bella-movió su visión hasta la mujer.

-¿A qué te refieres?

-Un Beso de amor verdadero-sonrió mirando a la mujer, sus ojos brillaron mientras veía a la mujer sonreír mostrando sus dientes. Una sonrisa aliviada, de esas que tanto necesitaba.

-La respuesta siempre estuvo frente a nosotros...

-Exacto-tomo el libro entre sus manos para colocarlo con cuidado sobre la mesa de madera cubierta de libros abiertos, para mirar a Bella una vez más antes de abrir el libro- nunca existió un río mágico que puede ayudar a salvar, por eso no había nada en los libros.

-El beso de amor verdadero lo hace mágico...-la chica repitió las palabras lentamente para asentir, soltó una pequeña risa para guiar sus ojos al libro.

-Solo hay que buscar los puntos donde hay magia blanca y llevarlo ahí.

Habían pasado semanas desde que no sentía esa felicidad, esa sensación de calor en su vientre que le hacía saber que todo estaba bien, que todo iba a estar bien. Cerro sus ojos conectando con Harry, podía sentir en su propio corazón como su omega se calmaba y paraba de llamarlo, sabía que lo estaba sintiendo, sabía que su hermoso esposo podía saber que estaba conectado y que todo estaba bien.

Todo iba a estar bien por primera vez en semanas, por primera vez en semanas el cielo gris se estaba despejando, por primera vez en semanas todo tenía sentido. No podía esperar para ver a su omega, a sentir su aroma y a sentirlo a su lado.

-Aquí, este es el punto más mágico-el dedo de Bella apuntaba al río Altum- ¿sabes como llegar?

-Eso creo, voy a necesitar el mapa de todas maneras-la chica se dio vuelta para entregarle el mapa doblado- si me voy ahora llegaré para la mañana-miro por la ventana el cielo oscureciéndose.

Solo a pocas horas de llegar hasta su omega, solo a pocas horas de verlo abrir sus ojos verdes de nuevo.