Capitulo 49 "Tal vez la tormenta muy pronto se cansé"

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La punta de sus dedos acaricia los pétalos de las blancas rosas, sonrió alzando su mirada verde hasta el celeste cielo mientras veía pasar miles de aves de colores. Podía oír el latido de su corazón en sus oídos, se sentía en paz. Las manos de Louis se apoyaron en su cintura mientras comenzaba a dejar besos en su cuello.

-Sabía que ibas a salvarme Lou-se giro para verlo, todo su cuerpo se erizo al sentir como sus ojos azules eran fríos como hielo sobre él, sus dedos se apretaron con fuerza a su cuerpo- ¿Lou?-soltó un quejido de dolor mientras intentaba alejarse del toque de su esposo, quien lo empujo lejos con fuerza.

-¿Salvarte?-su fría carcajada erizo su piel- oh cariño, estoy a punto de tirarte al barranco.

El cielo se oscureció ante aquellas palabras, aquellos hermosos pájaros de colores se convirtieron en negros cuervos, que revoloteaban por sus cabezas a la espera de atacar, dio tres pasos hacia atrás chocando contra el arbusto de flores blancas, frente a sus ojos los pétalos vivos comenzaron a morirse en segundos, marchitándose hasta no quedar nada más que espinas. Todo su cuerpo se paralizo cuando se giro a ver a Louis, necesitaba a su alfa.

-¿Lou?-la fuerte mano del alfa lo tomo del cuello con fuerza, comenzó a moverse en un intento de alejarse del agarre, sus pulmones dolían mientras boqueaba por aire.

El miedo se apoderaba de su sistema, corriendo por sus venas hasta apoderarse de todo su cuerpo, podía sentir sus ojos empañarse en saladas y espesas lágrimas, resbalando por sus mejillas, sus labios hormigueaban y esta seguro que se estaban convirtiendo en azul mientras luchaba contra Louis,  sus manos se apartaron de su cuello haciéndolo caer de rodillas mientras boqueaba por aire. Una dulce voz comenzó a cantar desde dentro del bosque. Y antes de darse cuenta, Louis había desaparecido y todo lo que quedaba era una luz escondida tras los arboles, se levanto con sus piernas temblando para comenzar a caminar hasta perderse en el tupido bosque.

Era un juego, un laberinto. Donde seguía y seguía a la persona que le cantaba esa canción que parecía retumbar en sus oídos, reconocía esa canción en todos lados. Cuando su hermana se sentaba al pie de la cama a cantar por las noches antes de marcharse.

 Flor que da fulgor, con tu brillo fiel

Mueve el tiempo atrás, volviendo a lo que fue...

Todo el miedo de antes se esfumo mientras daba más pasos cerca a la voz, la paz que su cuerpo traía mientras llegaba a una puerta en medio del bosque, blanca y con dos flores rosadas pintadas en la madera, la voz paro de cantar mientras giraba la perilla, la niebla espesa que lo rodeaba se marchaba y el cielo brillaba en azul. Empujo la puerta para mirar en medio de una enorme habitación blanca y rosa pastel, una niña usando un vestido color crema sentada justo en medio del suelo, su cabello rubio caía lacio hasta su cintura mientras la pequeña corona dorada brillaba sobre ella.

Cerro la puerta atrás suyo para dar pasos lentos sentándose a su lado mientras sentía su corazón latir dentro de su pecho, miro como la pequeña niña tomaba entre sus pequeños dedos una muñeca de tela gastada, reconocería esos ojos oscuros a pesar de los largos años que habían pasado. Estiro su mano intentando tocar la piel de su hermana pero la puerta se abrió con fuerza.

-¿Quieres sacar a tu hermano de la torre?-su madre acomodo su cabello castaño con ondas para caminar con elegancia hasta hasta la niña- este día me veía venir, ¿Sabes por qué tu hermano esta ahí?

-Pero mami...

-Ay Gemma, mírate tan frágil como una flor. Es por su bien querida-sus dedos acariciaron la mejilla de su hija para tomar su muñeco entre sus manos y tirarlo lejos- tu hermano esta ahí por su bien.

Once Upon A Time           -OMEGAVERSE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora