Preparativos de boda

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Hermione y Draco estaban abrazos, en su refugio. Se les podía notar a distancia el cansancio, uno que, lejos de ser malo, era un cansancio alegre.
Él la besó dulcemente, un beso que empezó a volverse más apasionado, y la susurró algo que sonó como: ¿repetimos? A lo que ella ella sonrió, y, como respuesta, volvió a besarle, esta vez siendo interrumpidos por una lechuza.
La lechuza de Narcissa y Lucius Malfoy.

El rubio, extrañado, cogió la carta y la leyó en voz alta.

Draco, mi niño, se que Herms está contigo, asi que hola a ti también, cariño. Los Greengrass van a tu casa, ve rápido, ya mandé otra a Astoria, que seguro está con Ron. Y tú, Hermione, ve rápido a la tuya, van los Weasley. No os preocupéis, van a hablar sobre la boda, que es en dos semanas. Espero que tengáis un buen plan. Seguro que Arthur y Molly pasan a por los Granger y nos reunimos todos en casa. Apuraos, por favor.
Mamá o Cissy...

La castaña y el chico se miraron entre sí.

Se vistieron a toda prisa y se teletransportaron cada uno a su habitación, dónde estaba ya su compañero, en el caso de Hermione o compañera en el caso de Draco.

Unos instantes después, en la casita de los Weasley, entraron los padres de el pelirrojo, sacándoles de casa y llevándolos a recoger a los de la chica.

Mientras tanto, en la casita de los Malfoy, entraron los Greengrass, que los llevaron a la mansión Malfoy, dónde, unos minutos después, llegaron los otros.

-Bueno, hay que repasar los detalles de la boda, ya que mi niña se va a casar con Draco y Ronald con Hermione, todos en la misma boda, a pesar de sus ejem, caprichos infantiles y un... Bueno, un desafortunado contratiempo- dijo mirando a Rose, que estaba jugando con su padre, sentada en su regazo.

-¡Óyeme bien, vuelves a decir que mi hija es un desafortunado contratiempo o la vuelves a mirar con esa cara de asco y no vuelves a mirarla, más que nada porque te parto la cara! - Exclamó la castaña, levantándose.

-En su caso le harías un favor, con esa cara de amargado que tiene... -Dijo Draco, que seguía jugando con la pequeña, pero visiblemente enfadado.

-¡Draco! ¡Controla esa lengua! ¡Y tú! ¡Hermione! Yo que tú tendría cuidado, porque podría tomar el control del mundo mágico y expulsarte de él, y, entonces, ¿que harías? En el mundo muggle solo tienes a tus padres. ¿De qué vivirías? -Volvió a decir el señor Greengrass.

-Pues mira, en el mundo muggle soy cantante famosa, modelo, superdotada, con una carrera, no sé, quizás tenga de sobra para empezar.-Dijo la castaña, con una sonrisa de superioridad.

Rose chocó la mano con su madre, Draco la susurró que estaba orgullosa de ella, Ron la levantó el pulgar en señal de aprobación, Lucius y su padre la guiñaron el ojo, Cissy y la señora Granger empezaron a reírse, hasta la señora Greengrass y los Weasley sonrieron. Pero bastó una mirada del señor Greengrass para que su esposa se pusiera seria y un hechizo pronunciado ininteligiblemente para que los pelirrojos más adultos volvieran a adoptar esa expresión de piedra en su rostro, lo que amplió la sospecha de la ex-Gryffindor de que los que habían sido sus terceros padres, después de los Malfoy y, por supuesto, de sus verdaderos padres, estaban bajo la maldición Imperius.

Al acabar y cuando todos se marcharon, quedando Draco, Hermione, Astoria y Ron en la mansión Malfoy, junto con Lucius y Narcissa, lo comentó.

Ron se entristeció de saber que sus padres pueden estar bajo una maldición.

Narcissa y Lucius apoyaron la idea, además de que Cissy confesara que lo sospechaba.

Rose admitió que ellos habían cambiado mucho y que ya no eran tan buenos como siempre.

Draco no reaccionó, simplemente, parecía en shock.

Y Astoria dijo que su madre era buena, pero que actuaba a la sombra de su padre, y que él era muy cruel, pero que no siempre había sido así de tirano. Y que no le sorprendería nada que haya hecho eso.

Luego, todos se fueron a dormir, pensando en todo, incluso la pequeña Rose.

Hermosa traición [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora