Hermosa traición [Dramione]

La profecía del heredero

-Oye, esto... Hermione, ¿no te parece que te estás arreglando mucho? Es solo una cena con un amigo... ¿verdad?

-Ya, Draco, calla. Llevas dándome la lata todo el día. Te pido por favor que dejes tus celos en la casa. Y viste a Rose, que no se deja.-La chica empezaba a hartarse​ del rubio.

Cuando estaba celoso era insoportable.

Se dispusieron a irse, con el joven protestando por ir a pie en vez de aparecerse.

Él miraba con recelo el carro doble de bebés que llevaba la chica. No le gustaban los aparatos muggles, porque, aunque no quisiera admitirlo, cada vez que intentaba usar uno quedaba como un completo inútil. Solo dominaba a duras penas el móvil que le había regalado la castaña, tras muchas explicaciones y demostraciones. ¡Hasta sus padres eran más capaces que él! Pero claro, él era el orgulloso Draco Malfoy y nunca admitiría todo esto.

Entraron en el restaurante, que, para desesperación del rubio, era muggle.

El castaño les esperaba con una sonrisa en los labios.

-Hola, Alan. -Él la saludó con dos besos en la mejilla, mientras con una mano la sujetaba por la espalda.

Draco murmuró algo ininteligible y miró hacía otro lado.

Cuando le saludó a él, su cara era todo un poema.

-¡Dios mío, Rose! ¡Eres igualita a tu madre! Pero con ese cabello tan rubio y tan... Peinado -rió-. Más la piel pálida y los ojos grises... El toque justo de tu padre para hacerte una niña hermosísima. Ten, esto es para ti.

Le tendió un pequeño paquete que ella cogió rápidamente, curiosa.

Era un libro, el quinto de la saga Harry Potter, en concreto. El libro que seguía al último que le regalaron.

La niña abrazó al chico, visiblemente agradecida.

Su madre le sonrió cómplice y le dijo en voz baja que ella le pagaba el regalo, cosa que él la negó.

Draco, algo (bueno, la verdad bastante, pero...) molesto volvió a preguntarse el porqué su primogénita deseaba tanto esos libros, cuando se sabía la historia del ojiverde de memoria, y contada precisamente por él héroe y por sus dos mejores amigos​.

Luego, Alan fue a ver a los dos bebés, de los cuáles Lyra dormía y Scorpius acababa de despertar.

Su cara al verlos expresaba una ternura indescriptible.

Entregó a Hermione una bolsa con un unicornio de peluche que se movía para la niña y un cuento animado para bebés sobre dragones para el niño.

Se sentaron a comer.

Mientras llegaba el postre y con los tres niños dormidos, hablaron sobre un tema que inquietaba a la pareja.

-Umm, Herms, Draco. Os quiero comentar... Esto... La gente habla de vosotros. Desde que se han enterado que los tres niños son vuestros, se dice que después de todo lo que te ha pasado, y tras una hija a tan pronta edad, para ti, Hermione​, conllevaba mucho riesgo otro hijo, pero Rose quería un hermano así que se comenta que viajásteis al pasado y que Scorpius es hijo de... Bueno de Voldemort. Y que por eso no sabíais que venía Lyra, porque siempre te dicen cuantos bebés vienen en la primera consulta. Pero luego resultó que estabas embarazada de la niña e inventásteis que eran mellizos. Por eso no tenías tanta barriga para que hubieran sido dos y por eso no sabías de la existencia de ella.

La castaña miró al chico con ojos llorosos y su novio la apretó fuertemente la mano.

-Mi hijo...-La camarera la interrumpió al traer la comida.- Mi hijo lo he llevado en mi vientre, al igual que sus hermanas. Tiene el pelo rubio como su padre y los mismos ojos. Y una piel hermosamente pálida. ¿Y todavía se atreven a decir que no es nuestro?

-La gente tiende a especular cualquier cosa. El bebé no se parece en nada a ti. Le temen a lo desconocido y sobre todo desde que el profeta publicó el artículo sobre la profecía del heredero que...

-¡Me importa una mierda el artículo y la profecía, Alan!-Golpeó la mesa.- ¡Es mi hijo! Si quieren buscar un heredero a Tom, que lo busquen, pero que dejen en paz a Scorpius.

Draco la secó las lágrimas.

-Encontraremos la manera de callar a esos gilipollas que no saben que coño inventarse ya. -Dijo, quizás demasiado enfadado.

-No, Draco, aquí me huele a gato encerrado. La profecía del heredero dictamina que Voldemort tiene un heredero que vengará a su padre, pero los redactores del profeta la desconocían. Solo una lo sabía, pero es de la sección de deportes y Ginny jamás nos traicionaría. Pero resulta que un ex-mortífago la conocía y está libre de prisión. Además de que nos odia. ¿No se te ha pasado por la cabeza que quizás quiera hundirnos la vida mediante nuestros hijos?

-Lo averiguaremos. Ni el señor Greengrass ni tu hermana se saldrán con la suya.-Finalizó el Malfoy.

Asintieron.

El resto de lo que quedaba de noche fue normal dentro de lo que cabe. Despertaron a Rose y dieron un paseo, con extra de celos por parte de cierto chico con nombre de constelación y de dragón en latín.