Hermosa traición [Dramione]

Hermione Granger... ¿Estás celosa?

-¿En serio? ¡Oh, Hermione, eso es fantástico! ¡Hay que celebrarlo a lo grande! Llama a Draco y a Harry por el muveél ese y díselo a Ron. Y pregúntale a tus padres si se pueden quedar con Rose y con James. Yo aviso a Ginny y a Astoria y pido a los señores Malfoy que alarguen más su visita a los Greengrass. -Pansy, tan efusiva y exagerada como siempre.

-Uno: es mÓvil, no muveÉl. -Dijo, rodando los ojos.- Dos: no he dicho nada de celebrar, solo que he ganado el concurso de canto. Tres: ¿que hacemos Ass y yo, embarazadas de ocho meses, en una fiesta?

-No se, algo. Ahora te veo.

La morena le dió un beso en la mejilla a Hermione y se teletransportó.

Esta chica no tiene remedio pensó la castaña.

[...]

Al final, Pansy acabó ganando. Sí, estaban en una fiesta, sí, a Ass y a Herms les había obligado a tomar la poción que disimulaba el embarazo, pero en menor cantidad, de modo que solo lo ocultara unas horas.

Al menos se enteraron de lo que les pasaba a ella y a Blaise. Al parecer, el chico, al ver la monada que es James y al haber visto crecer a Rose, quería un hijo, pero Pansy se había negado rotundamente. Adoraba a los hijos de sus amigos, pero no estaba preparada para tener uno. En su defensa decía que con veinte años era muy joven, él alegaba que casi cumplía los veintiuno, que Ginny y Harry habían tenido a James a los diecinueve ella y los veinte él, que Hermione y Draco a Rose a los catorce y ahora estaban esperando, a los veinte, a un segundo y una tercera. Y Ron y Astoria, a los veinte, y esperando un hijo.

Y en ese momento empezaban a discutir.

Pero lo que no sabían era que los que mayor discusión tendrían serían el director de la universidad y la ministra de magia. Una discusión causada por los celos.

[...]

Mucho tiempo​ sin que ocurriera nada fuera de lo normal ... (Para ellos, claro) Hasta que un mago bastante atractivo, de pelo rizado marrón chocolate y ojazos verdes, sacó a bailar a Hermione. Ella, antes de aceptar, miró al padre de sus hijos, y vió como estaba tonteando con una chica, qué, al parecer, se llamaba Melody y era descendiente hija de un mago y una famosa veela. Pero claro, los celos se convirtieron en enfado y el enfado pasó a venganza, aceptando la propuesta del chico.

-Me llamo Alan.- A la chica la cautivó su acento. Descubrió rápidamente que era francés. Además, ella amaba las pecas, creía que eran atractivas, quizás solo era porque ella también las tenía, pero el caso es que las amaba. Y sí, el francesito tenía pecas.

-Yo Hermione.

-Hermoso nombre. -Los dos sonrieron.

Y bailaron una, dos , tres, hasta cuatro canciones, bajo la mirada de cierto rubio celoso, muy, muy celoso.

Y de una medio veela rubia, claramente hermosa que sonreía orgullosa al ver que tenía al chico solo para ella.

[...]

Ya se habían ido, habían decidido todos darse una vuelta por el Londres muggle antes de irse.

Hermione y Draco, a pesar de los intentos de los demás, no se habían dirigido la palabra.

Hasta que el Malfoy no pudo más y estalló.

-¿Te lo has pasado bien con el gilipollas ese? Te veía muy feliz bailando.

-Sí, la verdad. -Respondió ella. Y luego añadió, contraatacando:- ¿Y tú? Te quedaste embobado con esa. Estuve por pediros habitación​ en un motel.

El Malfoy sonrió.

-Así que es por eso. -Ella le miró, confundida.- Hermione Granger... ¿Estás celosa?

-¿Yo? No. -Contestó, aunque estaba sonrojada. Pero preguntó, con otra sonrisa:- ¿Y usted, señorito Malfoy, está celoso?

Esta vez, fue el rubio el que se sonrojó.

-No. - Pero respondió mirando hacia otro lado.

Los dos sonrieron, de espaldas al otro para que no se diese cuenta.

Sus amigos suspiraron con ternura. Eran tan distintos pero tan iguales. En definitiva, la pareja perfecta. La que se pasa el día discutiendo pero luego se aman, sí, pero, al fin y al cabo, la pareja perfecta.

[...]

¿Qué el qué había pasado con los otros? Alan le había dado el número de teléfono a la castaña (sí, era nacido de muggles) y Melody se había ido defraudada de no llegar ni al beso.

Hermione Granger había opinado que Fleur Delacour, cuando la conocieron al principio, era una santa y un amor comparado con esa.

Y Draco dijo que bien podría el señor tenebroso haberse cobrado la vida de ese castaño sangre sucia antes de morir.

Encantadores, ¿verdad?