Hermosa traición [Dramione]

Suicidio trucado

-Si, papá, está embarazada. Y se la nota bien.

-¿Pero de tí? ¿Estás seguro? Mira que todos la están emparejando con Malfoy. Asegúrate.

-Que sí, papá, estás muy pesado. -Ron se estaba cansando.

-Está bien. Pásamela.

-No puedo, está encerrada en su habitación, no quiere salir. Está muy triste últimamente. Todos lo estamos.

-¿Cómo todos?

-¿Alguna vez os habéis parado a pensar lo que quiero yo en mi futuro? ¿Si quiero casarme con Hermione? ¿Y si me gustara otra persona?

-Te vas a casar con la ministra y punto. Tú lo que quieres es hundirnos. ¿No es suficiente ya con la muerte de tu hermano Fred? ¡Quieres matarnos a disgustos, Ronald Weasley! -Esta vez, fue Molly. - Ahora vamos y la quitaremos esas tonterías de la cabeza.

-Tenemos visita, mamá.

-¿Quien? -Dijeron Arthur y Molly a la vez.

-Draco, Astoria, Pansy, Blaise, Harry y Ginny. Están intentando sacarla.

Y cortó la llamada.

-Vienen de camino... -El pelirrojo se veía asustado. - Oye... ¿No creéis que es un poco cruel que dejemos ponerse en peligro a Herms? Es la ministra y la necesitamos, y es la chica que amas y...

-Y no te das cuenta de que estás hablando de ser cruel al mismísimo Draco Malfoy, único hijo de los Malfoy, una de las familias más crueles del mundo mágico. -Replicó el rubio.

-Pero... Tú ya no eres así... -el Weasley le estaba poniendo de los nervios.

-¿Y quién te ha dicho a tí que no? Nunca he cambiado. El Draco recto y maduro que has visto es porque Hermione me pidió que fuera así delante tuya y de tus padres. Y también porque, ¿que imbécil, aparte de tí, claro, dejaría dirigir una universidad y salir con la ministra de magia a un chico con mi personalidad? -Ya todos se estaban hartando de esos dos. - y, bueno, volviendo al tema de mi novia (habían acordado que entre ellos Herms sería la novia de Draco y Ron el de Astoria, justo al contrario de lo que es frente a los demás), ella es fuerte, demasiado, diría yo. Si algo he aprendido es que esta Gryffindor insoportable podría estar perfectamente en Slytherin, porque si se propone algo, lo hace, cueste lo que cueste. Creo que el sombrero no la puso en la casa de las serpientes por culpa de su sangre muggle. Jamás la aceptarían.

De pronto, tocan a la puerta. Son los padres de Ron.

Le avisan a Hermione, que hace su papel. Quita el encantamiento que protege la puerta y se dispone a quitarse la vida, sin morir de verdad. Se oye un grito de dolor y un golpe seco.

Los Weasley llegan y ven que todos estaban diciendo cosas a la chica, a través de la puerta, con caras preocupadas y llorando.

-Alohomora. Ahora te enterarás, niña estup... ¡Hermione! -Arthur pasó del enfado a la sorpresa.

Hermione estaba tirada en el suelo, en mitad de un charco de sangre. Tenía una herida en un antebrazo. En su mano buena, tenía una nota.

Molly se sorprendió al ver todas las fotos de la castaña, y también al ver que el rubio es el primero que se tiraba a ella, preocupado de verdad.

Ginny cogió la nota, pero temblaba tanto que Harry se la quitó y empezó a leerla.

-Queridos amigos, lo siento. De verdad que os quiero, pero no puedo soportar más el dolor. Los padres de Ron nos han obligado a casarme con él y los de Astoria han obligado a lo mismo a Draco. No soy feliz sabiendo que el chico del que me enamoré en Hogwarts, y con el que pasé la mejor relación sentimental de mi vida se case con ella. Se que él no es feliz con esto. Yo tampoco. ¿Por qué tenemos que casarnos con quien habéis elegido vosotros? Ron y Astoria se quieren y ... Y Draco y yo nos amamos. Lo siento por todos aquellos que me querían y han visto este desagradable panorama. Un beso,
Hermione Granger.

Todos estaban mudos. Hasta los que sabían esto. Era demasiado real y temían que la castaña se hubiera suicidado de verdad.

Entonces se escuchó un grito de dolor. Era Ginny. Al parecer, llegaba su hijo, ya que estaba embarazada de casi los nueve meses.

Cogieron a la pelirroja y a la castaña y se aparecieron en San Mungo.

En menos de tres minutos, ellas ya estaban atendidas.

Dos horas después, el niño ya estaba en brazos de sus padres. Harry miró a su novia, sonriente.

-James Sirius Potter Weasley. Nuestro bebé ya está aquí. -Susurró a la pelirroja.

Pero de la castaña no se sabía nada. Dejaron entrar a Draco, solamente. Él salía de vez en cuando para informarlos.

P. O. V. Draco.

-Herms, por favor, despierta. Te juro que estaremos siempre juntos, que lograremos pasar esto. Oh, venga. Yo se que una Gryffindor insoportable como tú tiene que estar aquí, para corregirme todo lo que diga. Para iniciar nuestras peleas de enamorados, porque, si tí, ¿quién tendrá el valor de llevarme la contraria? ¿a quien amenazaré sabiendo que nunca cumpliré la amenza? Despierta, quiero tener a alguien a quien volver a llamar sangre sucia inmunda y que me responda asquerosa cucaracha. Que le diga insoportable sabelotodo y me responda arrogante hurón oxigenado. Por favor, cariño. Yo te quiero, como nunca antes quise a nadie. Te amo. Hermione, despierta. Tus padres te necesitan. El mundo mágico te necesita. Rose te necesita. Y el pequeño Scorpius también. ¿Sabes? Me han dicho que nuestro hijo está bien. Rose está con su abuela, con mi madre. La estoy oyendo decir abuela Cissy, abuelo Lucius, ¿mamá está bien? Y a mis padres contestar, llorando perfectamente. Mis padres te necesitan, tus amigos. Yo, yo te necesito, Herms. Vuelve, vuelve, por favor. -esta fue una de las pocas veces que se pudo ver a Draco Malfoy llorando.

P. O. V. Hermione

Oía a Draco, pero no podía moverme. No quería moverme. Si avanzaba hacia donde escuchaba su voz, me dolía. Había una luz, si avanzaba a ella, me sentía en calma. No quería dolor. Lo siento, chicos...

Narrador

Pasaban las horas,se hizo de noche y llegó el día siguiente, pero la castaña no despertaba....