Hermosa traición [Dramione]

Secuestro

P.O.V Hermione

Me desperté de pronto, sobresaltada por algo de lo que no estoy muy segura. Lo primero que hago es ver si Narcissa está despierta, si lo está, podría ayudarme. Pero lo que encuentro me hace llorar.

Les han paralizado, a ella y a Lucius. Sé que sólo están paralizados porque noto su agitada respiración y el corazón latiendo muy rápido.

Sé que está pasando algo. Pero es raro que a mí no me hayan hecho nada. Y a Draco tampoco.

Esto lo voy pensando mientras corro a la habitación de los bebés.

-Vamos a ver... ¿Scorpius? -Se revolvió inquieto en la cuna.- Perfecto. ¿Lyra? -Abrió los ojos, parpadeando lentamente y volvió a dormirse.- Está bien. ¿Hugo? Ey. -Le moví un poco, ya que él no reconocía tanto mi voz y se dió la vuelta.- Vale. ¿James? ¿Albus? -Los revolví el cabello y el mayor me apartó la mano, mientras que el otro agitó la cabeza.-Genial, vosotros estáis bien.

Volví a salir corriendo, esta vez hacía la habitación de Rose.

-¡No! ¡Rose! -No estaba.

Recorrí toda la casa en su busca.

Los jardines estaban desiertos. Al igual el salón y la cocina. Los baños y las habitaciones vacías no tenían a nadie. Draco seguía dormido, la habitación de los Malfoy seguía igual, Harry y Ginny dormían y Ron y Astoria también.

Volví a mi habitación, a despertar al rubio.

-¡Draco! ¡Rose ha desaparecido! -Abrió rápidamente los ojos y se levantó de un salto.

Al parecer, ese grito se oyó por toda la casa porque en cuestión de momentos mis amigos estaban aquí.

Empleamos la magia de todos para hacer que Narcissa y Lucius dejaran de estar petrificados, raro fue que lo conseguimos, puesto que casi nunca se rompe si lo hace quién lo ha realizado. Pero lo hicimos.

Nos explicaron todo.

Cissy se despertó hace cómo dos horas y despertó a su marido. Le contó que algo iba a pasar y enseguida cuatro figuras entraron en casa. Una de ellas, Daphne, petrificó a Lucius y el señor Greengrass a Narcissa. Marco se encargó de revisar toda la casa para ver si alguien más estaba despierto. Mientras, Dianne se encargó de secuestrar a Rose. Justo en el momento en el que se fueron, yo desperté.

Yo estaba llorando aún más.

¿Os acordáis que os dije que solo se había visto llorar a Draco dos veces? Cuándo tuvo que marcharse a ser mortífago y dejarme a mí y a Rose y cuándo yo estuve días inconsciente. Bueno, pues ahora es la tercera. Y normal, acababa de recibir la noticia de que su hija mayor, de tan solo siete años, había sido secuestrada por un loco que no le importó arruinar la vida a su hija ni que la mujer a la que maltrataba era su esposa, por una chica que no quería a su madre ni a su hermana, por el transtornado exnovio de su novia (del cuál me enteré recientemente que tenía transtorno de personalidad) y por su odiosa cuñada muggle que sólo quería matarme... ¿Genial, verdad?

-Pediré a algunos agentes del ministerio que se encarguen de buscarla y a Deimon que me sustituya unos días. Y que Rolf sustituya a Alan, también le necesito. Y tú, Draco...

-Aylenne me sustituirá, no pasará nada. Tengo algunos alumnos que quieren dedicarse a agentes de búsqueda, podría coger a algunos de último año, a los mejores.-Asentí.

-¡Nosotros también ayudamos!-Exclamó Harry.

Ron, Astoria y Ginny asintieron.

-Claro que ayudaremos. No vamos a quedarnos de brazos cruzados. Total, ya todos nos hemos visto implicados en ello. Herms, Draco, nos necesitáis.-Dijo Cissy.

Asentí, cabizbaja.

-No la va a pasar nada, te lo prometo. La encontraremos antes. ¿Vale? Lo haremos. Tenemos agentes de búsqueda del ministerio de magia y otros en pruebas, a mis padres, al hermano de uno de los secuestradores de nuestra parte y a nuestros amigos, porque Pansy y Blaise van a querer ayudar. Tranquila, Hermione.

Me abrazó, hundiéndome la cabeza en su pecho. Me besó la cabeza, pero no apartó los labios. Nos quedamos allí un buen rato, en silencio, los dos llorando. Sólo que él, a pesar de estar tan destrozado cómo yo, me intentaba consolar.

De pronto, una horrible idea se me pasó por la mente.

-¿Y si tienen dementores? Es el señor Greengrass. Podría tenerlos... Todos sabemos​ conjurar un patronus... Menos tú.-Le miré preocupada.

-Trabajaremos en ello. Lo conseguiré. Lo prometo.-Asentí.

Se mostraba muy seguro de ello y cualquier persona normal lo habría creído, pero yo le conocía. Conocía bien cada gesto que tiene, cada sonrisa que pone y cada mirada que echa. Y él no estaba seguro de conseguirlo. Es más, apostaría que no cree poder hacerlo. Quizás lo que necesite es que confíen en él, y yo lo hago. Haremos absolutamente todo lo que sea posible en este mundo para traer a nuestras hija de vuelta a casa, sana y salva cómo que me llamo Hermione Jean Granger. Si tengo que reclutar en secreto a la mitad de los agentes o incluso cambiarme a su lugar, lo haré, pero ella regresa a casa. Sí, lo hará. Estoy cien por cien segura de que todo saldrá bien.

Dedicado  a Dramione108 por adivinar el capítulo anterior.