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Silvia

Me tumbo en la cama sin dejar de llorar.¿Porque Álvaro tiene que insistir tanto? Ya es suficientemente dificil para mi separarme de él, estar sin sus besos, sin sus palabras...

Oigo como la puerta se abre dejandome ver a Marta. Entra lentamente, hasta sentarse en la cama a mi lado. Paso su mano por mi pelo, y sin decir ninguna palabra me abrazo a ella.

—Tranquila... Ya esta—Pasa sus manos por mi espalda intentando tranquilizarme—Se lo que sientes Silvia, pero no puedes rendirte, tienes que salir adelante, como hice yo.

—No puedo, Marta...

—Quizas deberias de hablar con Álvaro, aclarar las cosas y no dejarlo todo asi tan de repente.—Niego con la cabeza separandome de ella.

—No es tan fácil...

—¿Porque no? Es tan sencillo como quedar con el y...

—Estoy embarazada—digo rápidamente cortandola. Marta me mira sin poder creerse lo que la estoy diciendo—No se lo voy a decir, no quiero que mi hijo tenga un padre como Álvaro.

—Tiene derecho a saberlo.

—No. No se puede enterar, yo no se lo voy a decir y tu tampoco.

—Tarde o temprano se enterará. ¿Que vas a hacer cuando te crezca el bombo?—Me mira esperando una respuesta.

—Eso no será un problema. Me voy.

—¿Como que te vas? ¿De que hablas?

—Hace unos días me llamaron ofreciendome una oferta de trabajo en Alemania. La rechace porque estaba con Álvaro, y porque me enteré de que estaba embarazada. Pero ya no tengo nada por lo que quedarme aquí...

—No te puedes ir... No me puedes dejar sola tu también.

—Pronto encontrarás una nueva compañera de piso—Sonrio levemente antes de acercame a ella—Me tengo que ir, necesito un cambio.—Marta me abraza antes de levantarse.—Esta tarde iré al hospital a dejar mi dimisión. Y ya no habrá marcha atrás. —Marta sale por la puerta dejandome sola.
Cuando bajo al portal miro el buzón, por alguna razón. Veo como hay un papel doblado y encima algo. Lo cojo viendo lo que es.

Cierro los ojos antes de leer la nota. Las lágrimas vuelven a caer por mis mejillas. Guardo la nota y el collar en mi bolsillo para comenzar a caminar hacia el hospital. Cuando llego respiro hondo antes de atravesar las puertas de entrada.

Me dirijo rápidamente hacia la consulta de Lucía para entregarle mi dimisión. Cuando llego entro.

—Silvia cariño, ¿Qué te trae por aquí? —Lucía se levanta y me da un beso.

—Vengo a traerte mi dimisión.

—Silvia, sabes que esto no es necesario...

—Necesito irme, cambiar de aires. No puedo seguir aqui, no después de lo de ayer...

—Si te arrepientes, sabes que aqui esta tu lugar. Y si quieres venir a hablar conmigo un ratito también.

—No creo pero... Gracias—Sonrio antes de salir por la puerta.

Camino hasta llegar a la consulta de Álvaro. Me aseguro de que no haya nadie antes de entrar. Saco el papel del bolsillo y lo pongo en la mesa antes de coger un boli.Empiezo a escribir por la parte de atrás.

Lo siento Álvaro, pero no puedo quedarmelo. No podría verlo sin acordarme de ti, de todo lo que nos ha pasado. Necesito olvidarme de todo haya donde voy, y en ese todo también entras tú... Álvaro, yo también te quiero, pero no puedo evitar pensar en todas tus promesas, esas que no has cumplido. Adiós Álvaro, espero que te vaya bien.

Dejo la nota encima de la mesa con el colgante encima. Me giro y lo primero que veo es la foto que tiene de los dos en la estantería.

La cojo delicadamente y tras darle un beso la dejo al lado de la nota.

Hasta aquí llega mi historia con Álvaro, ya nada puede hacerme cambiar de opinión.

Solamente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora