Álvaro
Entro en el hospital, ese mismo lugar que ha arruinado mi vida, que ha hecho que pierda a la mujer de la que llevo enamorado toda la vida.
Paso la tarjeta por el aparato, para después dirigirme a recepción.
—Nuria, dame la lista de los pacientes que tengo hoy.
—Un momento, por favor—Nuria se pone a buscar la hoja.
—Si es para hoy mejor, ¿sabes?
Nuria me mira para después extenderme dos hojas llenas de pacientes. Me doy la vuelta sin darle si quiera las gracias, viendo que voy a tener la mente lo suficientemente ocupada como para no pensar en Silvia.
Camino hasta la sala de personal y tras cambiarme, salgo. Cuando llego a mi consulta, enciendo las luces y el ordenador antes de darme la vuelta y coger el retrato de Silvia y mio.
Lo miro por unos segundos, para después meterlo en el mismo cajón donde se encuentra la peonza y el collar.
—Doctor, aquí tiene a su primer paciente.—La enfermera me mira mientras que el hombre de avanzada edad entra sentandose delante de mi.
—Bien... Usted debe de ser Antonio Martínez, ¿verdad?
—Si.
—Pues cuénteme que le pasa—Coloco los brazos encima de la mesa, prestando toda mi atención al hombre.
Tras cinco horas pasando consulta, decido ir a la sala de personal, a tomarme un cafe. Camino por el pasillo sin dirigirle la mirada a nadie, hasta que alguien golpea mi pierna.
—Perdona Mendieta—Giro mi rostro encontrandome con Juanjo. Veo como lleva una silla de ruedas, seguramente con la que me haya dado el golpe.
—Sera mejor que la próxima vez mires por donde vas—Vuelvo mi vista al frente, comenzando a caminar de nuevo.
Cuando llego entro viendo como Lucia esta sentada en la mesa con el ordenador delante suya.
—No sabia que ya habías vuelto—Ignoro sus palabras, cogiendo una taza y sirviendome el café.—¿Qué ha pasado Álvaro?
—¿Quieres saber que ha pasado?—Lucia asiente con la cabeza, cerrando el ordenador.—Que yo tenía razón y tus consejos de mierda no sirven para nada.
—Álvaro... No dejes que todo lo que hemos conseguido en estos dias se vaya al traste por algo que ha salido mal.
—Es que me da igual, Lucía. Me da igual todo lo que te he contado, todo lo que me has dicho. Estoy empezando a pensar en largarme de aqui, irme lejos donde nadie pueda decirme que hacer o como comportarme.
Salgo de ahi con la taza en la mano, caminando hasta mi consulta. Cuando llego veo como la enfermera de antes esta esperandome dentro.
—¿Qué haces aqui?—Pregunto seriamente haciendo que pegue un pequeño salto.
—Yo... Venia a traerle los informes de Antonio Martínez.—La miro mientras cojo los informes. Laura camina hasta la puerta pero la detengo antes de tiempo.
—¿Tu me diste tu número de teléfono hace unos meses, no?—pregunto acordándome de ese momento. De como Silvia se fue después de vernos.
—Yo...
—Espero que estes muy atenta a el porque cuando acabe mi turno te llamare.—La muchacha me mira desconcertada—Creo que ya va siendo hora de que tu y yo nos conozcamos mejor, ¿no crees?
La chica sale sin ni siquiera contestarme, haciendo que sonria. Vaya.. Cuando me dio su teléfono coqueteandome no parecia tan tímida. Parece que esto va a ser muy entretenido.
Dejo de pensar en todo lo que tengo pensado hacerle esta noche, fijando mi vista en los informes que me ha traído. Preparate Laurita... Tu me vas a ayudar a olvidar a Silvia.
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Solamente tú
Teen FictionSilvia lleva una vida tranquila en Centro Medico, hasta que un dia sucede algo inesperado, algo que hace que su vida cambie para siempre. Alvaro no se separara de su lado, no al menos si ella asi lo quiere. PROHIBIDA LA COPIA TOTAL O PARCIAL DE LA H...