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Silvia

Cierro el grifo de la ducha, notando como el corazón me late más rápido. Salgo de la ducha enrollandome la toalla alrededor.

Vamos Silvia no seas paranoica, seguramente es el aire que ha cerrado una puerta de golpe o Álvaro que ha vuelto a por algo. Pero Álvaro hubiera hablado para no asustarme, además de que hace dos horas que se fue...

Sacudo la cabeza quitando esos pensamientos de la cabeza. Escucho unos segundos y al no oir nada, me giro de vuelta al baño. Cuando voy a cruzar la puerta oigo un ruido en la parte de abajo, como si un mueble se cayera.

Cojo la camiseta de Álvaro y tras ponermela rápidamente sin ni siquiera secarme, salgo de la habitación despacio, sin meter ruido. Camino por el pasillo hasta llegar a las escaleras, cada vez el corazón me late más y más rápido.

Me asomo por el hueco de la escalera encontrándome con Alex, mirándome. El aire escapa de mis pulmones dejandome paralizada delante suya. No. No puede ser...

Cuando consigo reaccionar salgo corriendo por el pasillo, escuchando como Alex sube deprisa las escaleras. Entro en la habitación de Kael cerrandola de un portazo, echando el cerrojo que hay en la puerta. Me alejo de ella con la respiración agitada, notando como el pánico se va apoderando de mi.

Me acerco rápidamente a la cuna de Kael viendo como se remueve molesto por el portazo, sin llegar a despertarse. Le cojo entre mis brazos apretandolo fuerte contra mi. Camino de espaldas sin apartar de mi vista la puerta hasta llegar a la esquina de la habitación. Me deslizo por la pared, con mi niño en brazos hasta quedarme sentada ahí. Sola, sin poder llamar a nadie.

Los pasos de Alex se escuchan por el pasillo como si estuviera dando vueltas, mientras que deja escapar una escalofriante risa.

-¿De verdad te crees que una puta puerta va a separarme de ti?-Alex golpea la puerta haciendo que pegue un salto en mi lugar.-Creía que eras más lista, Silvia.

Alex se acerca a mi. Con cada paso me encojo más intentando desaparecer.

-¡Levántate!-Alex me apunta con la pistola-¿No me has oido o que?

Me levanto lentamente aun con la pistola apuntando en mi pecho.

-Vaya... Mira a quien tenemos aquí-Alex camina a mi, quedándose a escasos centímetros. Tapo aún más a Kael con la mantita, intentando protegerlo.

Su mano rodea fuerte mi brazo empujandome fuera de la habitación. Camina conmigo hasta llegar a las escaleras, obligandome a bajarlas.

-Dejalo ahí-Señala el sofá con la pistola-¿¡No me oyes o que!?

Hago lo que me dice dejando a Kael encima del sofá, lo rodeo de cojines para que no se caiga. Veo como me mira con sus ojos verdes.

-No te va a pasar nada mi niño-Susurro dejando un beso en su frente.

Alex me agarra del brazo de nuevo, separandome bruscamente del niño, empujandome contra el suelo.
-Susana fue muy idota al protegerte-Me mira desde su posición sin dejar de apuntarme con la pistola-Espero que si despierta, aprenda a que no debe de hacerlo nunca más.

Solamente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora