Silvia
Oigo como la puerta se abre dejando pasar a alguien. Solo puedo escuchar sus pasos.
—¿Como se encuentra?—La voz de Alex se escucha suave.
—Bien. Esta sedada—Susana se levanta de mi lado—Ha perdido mucha sangre.
Noto como la mano de Alex acaricia suavemente mi mejilla.
—No me puedo creer que hayas hecho algo así—Susana levanta un poco la voz, sin llegar a gritar.
—¿Como?
—Como se te ocurre dejarla sola. ¡Te das cuenta del susto que me he llevado cuando he llegado a vigilarla como tú dices y me la he encontrado así!
—No creo que seas quien para decirme como debo de tratar a mi mujer cuando tu me has ayudado en todo esto.
—No. Una cosa es que yo te haya ayudado a robarla al principio, y otra es que la dejes sola cuando más te necesita. ¿Te das cuenta de lo que la podría haber pasado?
—¿Y tu que coño sabes lo que podría o no haber pasado? Mira Susana no te metas donde no debes.
—Te pienso denunciar
—Tu no vas a hacer nada—Alex agarra fuerte a Susana del brazo—Si yo caigo tu marido cae conmigo.
—Me da igual, Jorge es como tú y quien sabe, a lo mejor me haces un favor.
—No te engañes hermanita, tu caeras con nosotros. Eres complice de estafa y robo.—Alex habla bajo para que nadie le oiga.
—No voy a dejar que hagais con ella lo mismo que conmigo. No voy a permitir que la pongas un dedo encima y mucho menos que toques a ese niño.
Alex ríe cínicamente.
—La ley me ampara para hacer lo que quiera con ella. Es mi mujer y ese niño, a ojos de todos es hijo mio.
—¿Eso es lo que más te jode de todo, verdad? Que ese niño no sea tuyo como tu querías.
—Mira Susana estas empezando a hartarme. No te vas a volver a acercar a Silvia, y mucho menos a ese niño.
—Ya veremos que dice la policía cuando hable con ellos.
Susana coje su bolso de encima de la cama. Abre la puerta pero la voz de Alex suena.
—Piensate muy bien lo que vas a hacer, no vaya a ser que te arrepientas después.—La voz de Alex suena tranquilo como si la persona a la que esta amenazando no fuera su hermana.
La puerta se cierra de golpe.
—Silvia, Silvia... Que bien nos lo vamos a pasar ahora...
Abro lentamente los ojos encontrándome a Alex mirándome.
—¿Como te encuentras?
—Bien, cansada—Mi voz es un simple susurro.
—Es normal has perdido mucha sangre.
—¿Y mi hijo? ¿Donde esta Kael?
—Esta bien, ahora lo traerá una enfermera.
—Quiero verlo...
—Lo se, no te impacientes—Alex besa mi frente dulcemente.—¿Porque le has puesto Kael?
—Lo escuche un día en la tele y me gusto.
—Cuando he llegado he visto al pequeño. Tiene tu misma nariz y tus mismos labios.—Alex me mira—Y tiene unos ojos verdes preciosos.
Sonrío ante eso, mi niño tiene los ojos de su padre.
—Alex quiero decirte algo.
—Claro, dime
—Yo, quiero que...
La puerta se abre interrumpiendome. Una enfermera entra empujando una cuna.
—Gracias.
Alex se levanta, cogiendo al pequeño en brazos. Lo acerca a la cama, poniendolo en mis brazos.
—Hola pequeño...—Mi voz es suave. Kael abre los ojos un poquito para después coger mi dedo con su manita.
—¿Que me querías decir?
—Nada...—Es lo único que digo antes de volver mi vista a mi mendieta.
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Solamente tú
Teen FictionSilvia lleva una vida tranquila en Centro Medico, hasta que un dia sucede algo inesperado, algo que hace que su vida cambie para siempre. Alvaro no se separara de su lado, no al menos si ella asi lo quiere. PROHIBIDA LA COPIA TOTAL O PARCIAL DE LA H...