Solamente tú

65

Álvaro

Veo como el policia joven, seguramente recién salido de la academia, se lleva a Silvia sin complicaciones.

—¿De verdad es esto necesario?—Giro mi rostro, observando al otro hombre.

—Disculpe pero... Quien es aquí el policia ¿usted o yo?—Me quedo callado—Entonces será mejor que deje de hacer preguntas tontas.

—¿Era necesario llevársela esposada?

—Mire su amante es una asesina, asi que si... Es necesario.

—Mi amante como usted la llama y a la que yo prefiero llamar el amor de mi vida, tiene un bebe de dos meses. Ese niño no tiene la culpa de nada, merece estar con su madre.—Mi voz es firme.

—Se lo podria haber pensado antes.

—Quizás podría estar bajo arresto domiciliario...

—Mire señor...

—Mendieta, Álvaro Mendieta

—Señor Mendieta, su amante se viene con nosotros hasta que un juez decida lo contrario. Le guste a usted o no.

El hombre sale por la puerta sin ni siquiera darme tiempo a decir nada más. Camino hasta la puerta cerrandola de un portazo. Apoyo mi espalda en ella deslizandome hasta el suelo.

Oigo como Kael comienza a llorar haciendo que me levante del suelo y camine hasta las escaleras. Las subo lentamente, y camino por el pasillo hasta llegar a la puerta de nuestra habitación, bueno, ahora solo de mi habitación...

Empujo la puerta abriéndola, viendo como Kael llora retorciéndose en la cama.

—Ya estoy aquí, mi niño...—Me acerco a la cama, cogiéndole en mis brazos.—Shhh... Ya esta mi niño... Dentro de poco será mama quien te coja y te tranquilice...—Beso su mejilla viendo como poco a poco se tranquiliza. Veo como mi bebe me mira con sus ojos verdes.—¿Tienes hambre, cariño?—Camino bajando las escaleras hasta la cocina—No se si mama nos habrá dejado algun biberón por aquí.—Abro el frigorífico viendo como hay varios biberones colocados. Cojo uno metiendolo en el microondas.

Observo como Kael mira todo a su alrededor, hasta que oye el sonido del microondas. Lo abro sacándolo y tras comprobar la temperatura, camino hasta el sofá. Me siento en él, comenzando a dar el biberón al niño. Veo como Kael no aparta sus ojos de mi mientras come, moviendo sus deditos.

Oigo como la puerta suena sacándome de mis pensamientos. Veo como Kael duerme plácidamente rodeado de cojines, mientras que en la tele dan Castle. No se en que momento ha empezado esto ni porque lo estoy viendo, suspiro levantándome del sofa comenzando a caminar hasta la puerta. Cuando llego miro el reloj viendo que son las 22:00h.

—¿Que quiere?—Observo como el policia joven esta al otro lado de la puerta.

—¿Puedo pasar?—Me hago a un lado sin decir nada más.

—Usted dirá—El joven observa todo a su alrededor antes de fijar su vista en mi.

—Quiero ayudarle.

—¿Ayudarme? ¿Va a dejar libre a mi chica?—Veo como niega con la cabeza.

—No. Mire hace dos años que estoy en esta comisaría y le puedo asegurar que en todo este tiempo he visto más veces a Alex que a mi propia madre.

—No se a donde quiere llegar con todo esto.

—Alex a estado varias veces detenido por llevar encima sustancias ilegales, drogas, ya sabe—Frunzo el ceño sin entender nada—Pero hubo una vez en la que estuvo detenido por otra cosa totalmente distinta.

—¿Cual?

—Por asesinato—Abro la boca para decir algo pero las palabras se quedan en mi garganta—Alex estuvo detenido por el asesinato de la que era su novia en ese tiempo. Al parecer ella le denuncio por malos tratos y él la mato. No hubo pruebas de ello, por eso Alex quedo libre.

—¿Que quiere que haga yo con esta información?

—Que busque. Alex sabia en cada momento donde estaba su novia, sabia cuando esta acompañada y cuando estaba sola y espero el momento preciso para matarla. Quizás con su chica hizo mismo.

—¿Me esta diciendo que Alex nos vigilaba?

—Lo que quiero decirle es que mire muy bien por esta casa, quizás hay alguna prueba que nos permita dejar a su novia libre y sin cargos.—El chico se da media vuelta saliendo por la puerta.

Camino de vuelta al salón dejando que las palabras de Silvia inunden mi cabeza. Me siento observada, como si él estuviese ahí, mirándome.

“El asesino sabia perfectamente donde estaba en cada momento su víctima porque habia instalado camaras en su casa”

Giro mi cabeza hacia el televisor, prestando atención por primera vez.