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Álvaro

Observo el calendario de encima de la mesa, con la vista fija en un solo número. 24 de noviembre. Hoy Silvia y yo hubiéramos hecho un año juntos si ella se hubiera quedado aquí, si no se hubiera ido dejándome tirado.

Noto como una sensación de pesadez se coloca en mi corazón solo de pensar en Silvia. Esa sensación que te hace temer por la persona que quieres. Oigo como llaman a la puerta sacandome de mis pensamientos.

—¿Se puede?—Laura asoma la cabeza por el hueco de la puerta.

—Claro—Me levanto de mi asiento, acercandome a ella.—¿Que haces aqui? Deberías de estar en la habitación, descansando.

—Me aburría allí, además tenia ganas de verte.—Laura sonríe. Se acerca a mi para besarme, pero un impulso hace que me eche para atrás.—¿Pasa algo?—La cara de Laura cambia.

Me quedo mirándola, notando como la sensación de pesadez se hace cada vez más fuerte.

—No, es solo que... Estoy cansado—Me doy cuenta de mis palabras al ver la cara de Laura.

—Supongo que después de 5 meses en coma no puede ser todo como antes.

—No, no me has entendido. No estoy harto de ti, nunca podría estarlo es solo que... Llevo toda la noche trabajando y ya sabes lo pesadas que se hacen las guardias.

Laura me mira no muy convencida.

—Solo es eso, de verdad.—La miro—En unos minutos acaba mi turno, porque no vas a la habitación y me esperas allí con un hueco en la cama para mi—Digo con una sonrisa de lado.

—Esta bien—Laura no se cree mis palabras, asi que me acerco más a ella dándole el beso que antes he evitado.

Veo como sale dejándome solo de nuevo. Camino hasta mi sitio abriendo el cajón de al lado. Saco la fotografía de Silvia y mía quedándome viéndola unos minutos. Cuando voy a guardarla observo el colgante descansando suavemente en el cajón. Lo cojo entre mis dedos guardandolo en mi bolsillo.

Salgo de mi consulta cerrando la puerta con llave y sin ni siquiera cambiarme de ropa camino hasta la habitación de Laura. Cuando llego, entro viendo que esta con el móvil.

—Ya estoy aquí—Cierro la puerta tras de mi y camino hasta llegar a su lado.—¿Y mi sitio?

Laura sonríe dejando el móvil en la mesita para después echarse a un lado.

—Tengo una cosa que es tuya—Saco el colgante de mi bolsillo

—No me habia dado cuenta de que no lo llevaba—Laura se lleva una mano al cuello.

—Te lo tuve que quitar para hacerte el TAC, pero ya es hora de que vuelva a su sitio. ¿No crees?

Me acerco a ella pasando mis dedos por su cuello, haciendo que su piel se erice ante mi toque. Cuando termino de abrocharlo, cojo su rostro entre mis manos besandola suavemente.

—Anda túmbate aquí conmigo—Sonrío haciendo lo que me dice.

Laura se coloca mejor, quedando abrazada a mi.

—Sigues raro, ¿que te pasa?—La miro no sabiendo si decirselo o no.

—Hoy hubiera hecho un año con Silvia—Noto como Laura se tensa entre mis brazos al escuchar su nombre.

—Veo que aún te acuerdas de ella..

—No te voy a mentir Laura, lo último que quiero después de todo lo que nos ha pasado es que haya mentiras entre nosotros.—Laura sube su rostro mirandome—No me he olvidado de Silvia y no creo que lo haga. La quise muchísimo...—Sonrío al ver la desilusión en su cara—Pero tú eres con quien quiero pasar lo que me quede de vida, Laura...

—Será mejor que duermas un poco, te vendrá bien—Laura cambia de tema.

—Tienes razón, será lo mejor.

Laura se coloca de nuevo en mi pecho y tras darle un beso en la cabeza, cierro los ojos aún con ese mal presentimiento.

Solamente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora