Solamente tú

28

Álvaro

Levanto la mirada de la carta, fijandola en Laura. Veo como mira la carta, mientras sujeta el colgante con su otra mano.

-Laura...-La llamo suavemente, haciendo que levante la mirada de la carta.-¿Te pasa algo?

-¿Yo? No...-Me da una sonrisa nerviosa para después volver su vista a la carta. Voy a responderla pero llega el camarero para cogernos la orden.

Veo como el hombre se aleja de nosotros, para volver a mirarla.

-Sabes que si algo te preocupa me lo puedes contar ¿verdad?-Laura me mira fijamente a los ojos. Cojo su mano por encima de la mesa.

-Estoy embarazada-Las palabras de Laura caen como una jarro de agua fria sobre mi.

-¿Embarazada? Pero...-Las palabras se quedan en mi garganta sin encontrar la manera de salir.

-Da igual, Álvaro. Olvidemoslo-Laura se levanta de la silla, dispuesta a irse.

Me quedo mirándola queriendo decirle que la quiero, que quiero que tengamos ese niño. Laura se da media vuelta pero cojo su mano con delicadeza.

-Espera-Me levanto de mi sitio. Laura mira al suelo para después levantar la mirada.

Sonrío levemente al ver en sus ojos el nerviosismo y el miedo a lo que pueda decir al respecto. Me acerco más a ella sin importarme que los demás comensales puedan vernos. Cojo un mechón de pelo entre mis dedos colocandolo detras de su oreja, provocando que su piel se ponga de gallina al rozarla.
Acerco mi rostro al suyo, uniendo nuestros labios en un suave beso. Noto como sonríe, haciendo que la bese aún más.

-Te quiero, Laura-Me separo, mirándola-Te quiero...

-Yo... No quiero forzarte a ocuparte de él. Álvaro, se que a ti no te gustan los niños y...

-Si es tuyo me encanta. Laura quiero que tengamos ese niño, que le veamos crecer juntos. Sé que puede que no sea un buen padre, pero te puedo asegurar que a intentarlo no me ganará nadie.

-¿Estas seguro?

-Nunca he estado tan seguro de algo-Laura sonríe basándome.-Será mejor que nos sentemos a cenar, no queremos dar un espectáculo a toda esta gente ¿verdad?

Laura ríe separandose de mi. Nos volvemos a sentar, y sé que por más que quiera nada conseguirá quitarme la sonrisa que tengo ahora mismo.

Cuando terminamos de cenar, nos levantamos para irnos. Caminamos hasta llegar a mi coche, y tras montarnos, conduzco hasta llegar a nuestro departamento. Cuando empezamos a salir, Laura se vino a vivir conmigo y no me arrepiento de ello.

Aparco en mi plaza de garaje, bajando de el coche y caminando hasta el ascensor. Cuando las puertas se cierran empujo suavemente a Laura contra la pared de este, comenzando a besarla.

-Álvaro...Espera a llegar a casa. Nos pueden ver...-Laura se separa de mi, pero mis labios atacan su cuello haciendo que se rinda.

Coloca sus manos en mi pelo, pegándome más a ella si eso es posible, meto mis manos en su camiseta comenzando a subirla, pero en ese momento las puertas se abren.

Tiro de ella abriendo la puerta del apartamento, pegandola en ella cuando la cierro. Me separo de ella sacandola la camiseta, para después cogerla en brazos y subir la escalera en dirección a nuestra habitación.

Observo a Laura durmiendo plácidamente sobre mi pecho. Sé que no es Silvia y que nunca llegaré a quererla tanto como la quise a ella, pero si lo suficiente como para pasar el resto de mis días a su lado.