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Álvaro

La puerta se abre lentamente dejandome ver a Lucía.

—¿Te encuentras bien? Pasaba por la puerta y... Bueno te escuche.

—Si, lo estoy.

—Entonces mejor me voy.—Lucia se da media vuelta pero la detengo.

—Espera... Necesito tu ayuda.
—¿Ahora?—Asiento lentamente. Cierra la puerta y se sienta delante de mi.—Cuéntame.

—Victoria, mi madre biológica...Acaba de morir—Lucía acaricia mi brazo por encima de la mesa.

—Lo siento.

—No la conocía casi, pero... Siento un vacío muy grande aqui—Pongo mi mano en mi pecho para después bajar la mirada—Lucía, solo la conocía de dos meses y... Ha sido como si llevase conmigo toda la vida... Solo tengo esto de mi madre, nada más.—Lucía extiende la mano cogiendo las fotos.

—Que guapo.

—Como ahora—Lucía sonríe negando con la cabeza, haciendome sonreír un poco

—¿Como te sientes sabiendo que Silvia esta lejos y no esta aquí, contigo?

—Mal. Yo estuve con ella cuando Castelo murió, y ella... Ella me ha abandonado aún sabiendo que ha Victoria no le quedaba mucho.

—¿Porque no la llamas y se lo cuentas? A lo mejor, así vuelve. Piénsalo ¿vale?—Lucía se levanta de la silla.

—Lucía, he decidido denunciar al psicólogo, creo que es lo mejor

—Seguro que si. Hasta luego

Lucía sale dejandome solo. Cojo el telefono, me quedo mirandolo sin saber que hacer. ¿Te llamo o no te llamo? ¿Qué hago Silvia?

Silvia

Oigo como llaman a la puerta. Me levanto de la cama y la abro.

—¿Qué tal estas? ¿Has conseguido dormir algo?—Susana habla como si me conociese de toda la vida.

—Si gracias.

—¿Quieres saber como conseguir ese dinero?—Me quedo mirandola, para después asentir.—Siéntate.—Me siento en la cama.—Tienes que ir a este sitio, diles que vas de mi parte.

—¿Que hay en esta dirección?—pregunto mirando el trozo de papel que me ha dado.

—Ves y lo verás.—Susana se levanta para irse.

—Pero... ¿Como me comunico si no se aleman?

—Hablan español, no te preocupes—Susana sale por la puerta dejandome sola. ¿Voy o no voy?

Mi teléfono comienza a sonar, haciendo que me levante a por él.

Llamada entrante Álvaro 💖

Me quedo mirando la pantalla, sin saber si cogerlo o no. Al final paso mi dedo por la pantalla para después pegarmelo en el oído.

—¿Si?—Mi voz es un simple susurro.

—Silvia...

—Álvaro ahora no puedo...

—Victoria a muerto—dice cortándome. Por unos segundo dejo de respirar, imaginandome como debe de estar Álvaro ahora mismo.

—Lo siento.

—Silvia te necesito. Te necesito a mi lado, como tú me tuviste a mi.—Cierro los ojos notando como un pinchazo atraviesa mi corazón.

—No puedo Álvaro, no puedo volver... Estoy muy ocupada trabajando.—Miento.

—Entonces, siento haberte molestado. Pensé que todavía me querías, pero ya veo que no.

—Álvaro...—No me da tiempo a decir nada más. El sonido discontinuo del teléfono me hace ver que Álvaro a colgado.

Despego el teléfono de mi oído, mientras que veo el papel.

Lo cojo rápidamente y tras ponerme el abrigo, salgo de la habitación. Cuando llego a la calle cojo un taxi entregándole el papel.

No muchos después de una hora, el taxi para delante de un edificio bastante derruido. Salgo del taxi tras pagarle con el poco dinero que me quedaba, quedandome sola en medio de esa calle marginal.

Camino lentamente hasta llegar a la puerta. La empujo suavemente al ver que esta abierta, y tras mirar una última vez la calle entro. Espero que no nos pase nada pequeño...

Ando lentamente por un pasillo, hasta llegar a otra puerta. Llamo suavemente, hasta que alguien me abre.

—Silvia...

Solamente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora