Solamente tú

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Silvia

Observo a Kael dormir sin saber que hacer. Si me voy Alex montará en cólera y no parará hasta encontrarme y acabar conmigo como tantas veces me habia dicho. En cambio si me quedo perderé la oportunidad de poder vivir con Álvaro lejos de Alex y sus golpes.

-Silvia, mi avión sale en una hora. No puedo esperar más tiempo una contestación...-Álvaro me mira fijamente.

-Silvia...-Susana coloca sus manos en mis hombros haciendome girar quedando frente a mi.-Es tu única oportunidad de alejarte de Alex. De él y de todo lo que vivir con él conlleva.

Si algún día decides ir de valiente e intentas huir y alejarte de mi... Recuerda que ahora también esta Kael, y él... No se puede defender. Las palabras de Alex vienen a mi cabeza haciendo que si habia alguna intención de irme, eso cambie completamente.

-No puedo. No puedo irme...-Miro a Susana a los ojos sabiendo que ella es la unica que me va a entender.

-Álvaro. ¿Podrias dejarme a solas con ella un momento, por favor?-Álvaro asiente sin entender mi actitud.

Veo como se aleja lo suficiente para no escuchar nuestra conversación.

-¿Se puede saber que te pasa, Silvia? Tienes la oportunidad de irte, de huir de mi hermano.

-Si me voy no parará hasta encontrarme y no seré yo quien pague las consecuencias.-Giro mi cabeza observando a Kael, dándole a entender sin necesidad de hablar quien sera el que, esta vez, se lleve los golpes de Alex.-No puedo permitir que toque a Kael.

-Silvia, vete. En Madrid, Alex no tiene ningún derecho o autoridad sobre ti. ¿Crees que yo dudaría si tuviera esta oportunidad para huir de Jorge? Y más pudiendo irme con el amor de mi vida. Con el padre de mi hijo.-La voz de Susana suena llena de reproche.

-Susana...

-Te voy a contar algo que nadie sabe. Algo que espero te haga decidirte.-Susana hace una pausa-Yo tuve una niña. Una niña que falleció por culpa de una paliza.-Llevo mis manos a mi boca ante la sorpresa que sus palabras me provoca.-Ese día la niña no paraba de llorar. Yo no estaba en casa, estaba Jorge. Estaba harto de escucharla, así que se levantó del sofá y fue hasta su habitación. La dio un bofetón para que se callase pero como eso empeoró las cosas, siguio hasta que mi pobre niña dejo de llorar. Dejo de llorar porque él la mato a golpes. Mató a su propia hija, él mismo me contó todo sin titubear con toda la sangre fría que él tiene, mientras que yo lo único que podía hacer era abrazar el pequeño cuerpo de mi hija. No sabes cuantas veces puedo llegar a arrepentirme en un día de no haberme ido. De no haber tenido el valor de coger a mi niña e irme lejos de él y de sus golpes.-Paso mis dedos por su mejilla, llevándome conmigo sus lágrimas.

-Lo siento, lo siento mucho-La abrazo fuerte, notando como mi camiseta se moja por sus lágrimas.

-¿No te das cuenta de que lo único que quiero es que tu no pases por lo mismo? Kael solo estará bien si esta lejos de Alex. Y estoy segura de que Álvaro nunca dejaría que os hicieran daño-Dice fijando su mirada en el hombre que nos observa a lo lejos.

Le digo a Álvaro que se acerque a nosotras para darle una respuesta. Según va acercándose noto como la mano de Susana aprieta la mía dándome ese valor que sé en el último momento puede faltarme.

-Silvia...

-Me voy contigo. Nos vamos contigo-Digo mirando a Álvaro que me mira sorprendido.