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Silvia

Observo como Álvaro sube las escaleras dejandome sola en el salón. Noto como sus palabras se van clavando una a una en mi pecho dandome cuenta de lo injusta que he sido con él. Álvaro solo quiere lo mejor para Kael y quizás tenga razón, y lo mejor es que desaparezca de sus vidas, que pague por lo que he hecho y por todos los errores que he cometido en mi vida.

No vengas de padre ejemplar, porque no lo eres Mis palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza. Esta muy claro que yo nunca he sido eso que le he reprochado a Álvaro. Fui egoista al separarlo de Kael, al impedir que supiera que iba a tener un hijo, pero sobretodo lo soy ahora al querer que cargue con algo que él no ha hecho. Sé que Kael estara mucho mejor con él que conmigo, al fin y al cabo Álvaro no se ha manchado las manos con la sangre de nadie.

Miro las escaleras notando como las lágrimas salen de mis ojos. Camino hasta ellas, subiendolas lentamente. Me acerco a nuestra habitación viendo como la puerta esta cerrada. Cuando llego a su lado oigo la voz de Álvaro.

—Se que tu mama no tuvo la culpa de nada. Jamás podría hacer daño a nadie.

Abro la puerta lentamente sin hacer ruido, dejando un hueco para poder ver como Álvaro esta tumbado en la cama con la cabeza apoyada en su mano izquierda mientras que con la otra acaricia la mano de Kael.

—Solo quiero lo mejor para ella y lo mejor para ti—Álvaro acaricia su mejilla—Yo se lo que es no tener una mama que te quiera y te demuestre cada dia lo importante que eres para ella, al menos no la mujer que me llevo en su interior por meses. Solo no quiero que nos descubran y sea peor. Pero tu mama eso no lo ve—Álvaro sonrie suavemente cuando Kael abre los ojos mirandole—No voy a permitir que se equivoque, que salga mal. Haré todo lo posible porque mama salga impune de todo y no tengamos nada por lo que temer. Te lo prometo mi niño.
Las lágrimas inundan mis mejillas escuchándole.

—Haremos lo que tu quieras—Álvaro gira su rostro mirandome. Puedo ver como el sufre con esta situación tanto como yo.

Me acerco a él sentandome a su lado. Paso mis manos por mis mejillas quitando todo rastro de lágrimas.

—Solo quiero lo mejor para ti, y eso lo es.

—Lo sé—Las lágrimas vuelven a mojar mis mejillas y esta vez es Álvaro el que las seca con sus dedos—Tengo miedo.

—Ven aquí—Álvaro tira de mi. Meto mi cabeza en su cuello llorando más fuerte—Yo también tengo miedo, Silvia. No quiero que Kael se quede sin su madre si hacemos lo que no debemos.

—Llamaremos a la policía y les contaré la verdad... Estoy segura de que Kael estará mejor contigo.

—No digas tonterías Silvita, Kael esta igual de bien conmigo que contigo. Y nada ni nadie te separará de él. Yo no lo voy a permitir.

—¿Me lo prometes?—Le miro fijamente a los ojos esperando una respuesta.

—Te lo prometo y esta vez—acaricia mi mejilla—Esta vez no te voy a fallar, Silvia.

Acerco mis labios a los suyos besandolo suave. Un beso dulce pero salado al mismo tiempo por culpa de mis lágrimas.

Solamente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora