Peter
Me desperté en una cama, con un dolor casi indescriptible. Bufé e intenté levantarme apoyando los codos en el colchón. Una punzada aguda de dolor en el costado hizo que diera marcha atrás y volviera a recostarme.
En frente de mí, a varios metros de la cama, había una ventana cerrada pero con las cortinas abiertas, por lo que podía ver el cielo azul a la perfección. El sol debía estar justo encima de mí, por lo que deduje que sería entre las doce y las tres del mediodía.
Tenía que levantarme pero no podía mover ni siquiera los ojos. Todo el cuerpo me dolía. Así que los cerré y volví a quedarme dormido.
— ¿Peter? — No quería abrir los ojos, ni la boca, ni nada. Por lo que proferí un leve gruñido para demostrar que estaba vivo — Peter no es por alarmarte pero has estado durmiendo un día entero y... creo que es hora de irse despertando ¿No crees? Además, es hora de cenar y deberías comer algo. Y bueno... esa es mi cama, así que ya puedes ir moviéndote.
Mis ojos se abrieron de golpe, encontrándose con Maggie apoyada en el ventanal — ahora con las cortinas cerradas — vestida con un pijama de ositos.
— ¿Hora de cenar? ¿Qué estás diciendo? Hace nada miré por la ventana y era pleno día.
— ¿Hace nada? — Se echó un poco para delante, cogió con la mano una de las dos cortinas y la apartó de un golpe, dejando a la vista el cielo, ahora negro.
Ignorando el dolor punzante me levanté de la cama de un solo salto y toqué mi pecho con ambas manos, descubriendo que todavía llevaba el traje puesto. Maggie se encogió de hombros.
— No iba a ser yo la que te desnudara, cariño — Me guiñó un ojo mientras se mordía el labio, aguantándose la risa.
— No te das cuenta, Maggie, esto es serio. Había quedado con Lena hoy, le había prometido que iba a ir a su casa para hablar con ella y explicárselo todo — Sus labios abandonaron la anterior pose burlona para dar lugar a una mueca.
— ¿Y qué vas a hacer? No vas a ir ahora.
— ¿Por qué no? — Me quité el traje de un tirón hacia abajo, quedándome en boxers.
Maggie alzó los brazos y se giró contra la pared.
— Son las once de la noche, Peter, estará durmiendo... Además, el juicio es mañana, estará nerviosa y no querrá que la agobies, como haces siempre.
— Espera espera, ¿mañana? ¡Pero si faltaban dos días!
Se giró hacia mí y se rio con el ceño fruncido.
— Mmm ¿hola? Hablando con Peter — Dio unos pasos hacia mí — ¡Céntrate! ¡Ayer faltaban dos días! Si has dormido un día entero (o más) ¿Cuántos días te quedan? ¡¡Uno!! ¡El juicio es mañana y tú y yo tenemos que ir de testigos! ¿Te habrás preparado algo no?
— No... no me acordé.
— ¡Dios santo Peter! Parece mentira que sea el juicio de tu novia.
Abrí el armario de Maggie y busqué algo de ropa de chico, ya que bueno, solía vestir con sudaderas de hombre y ropa masculina.
— Ven aquí, Gun se dejó algo de ropa el otro día.
La seguí. Salimos de la habitación y cruzamos en salón-comedor hasta llegar a una puerta blanca al lado del baño. La abrió, dejando a la vista un modesto vestidor repleto de ropa. Se adentró en él y comenzó a rebuscar entre la ropa, topándose con una sudadera gris, unos vaqueros negros y unas deportivas negras.
— Si quieres la gorra a juego dímelo — Dijo sin mirarme.
— ¿Se fue desnudo el chico? ¿O lo echaste tú? — Se rio mientras cogía entre las manos una camiseta blanca y me la daba.
— Un poco de todo, ya volverá.
Me reí entre dientes y me vestí lo más rápido que pude.
— ¿Qué suele hacer Lena a estas horas? — Le pregunté mientras me ponía los vaqueros.
— Dormir. Peter... es mejor que no vayas — Iba a quejarme, pero me cortó — Estará nerviosa preparando el juicio de mañana y además, me contó el otro día que mañana por la mañana había quedado una hora antes del juicio con su abogada para repasarlo todo bien — Me tocó el pecho con el dedo índice —Eso es a las siete de la mañana Peter, por lo que tendrá que despertarse a las seis o incuso antes para ir con tiempo. ¿No querrás que esté agotada en el juicio verdad? — Negué — Tampoco querrás que cuando te toque hablar para meter a esos estúpidos en la cárcel no tengas nada que decir más que "Mmm... eee... me llamo Peter.... Tengo veintitrés años... y e..... mmm...."
— Vale ya, ya sé — La corté.
Me quedé únicamente en vaqueros, no me molesté en seguir vistiéndome. Me tiré en el sofá y cogí un boli encima de la mesa baja de cristal y un folio.
— Oh sí claro ¡Sírvase! — Exclamó ella irónicamente tirándose en el sofá a mi lado.
— ¿Cómo empiezo?
Suspiró.
— Le dijimos a la policía que Spiderman nos ayudó a encontrarla pero que fuimos nosotros los que la sacamos de allí — Lo escribí en el papel — Probablemente nos pregunten de que lo conocemos así que... no sé qué podemos decir.
— Que yo le hago fotos para el periódico.
— Pero así conseguirás que gente que quiera hacerle daño vaya a por ti. ¿No querrás eso?
— Yo soy él, él es yo — Puso los ojos en blanco — Prefiero que se piensen que haciéndome daño a mí van a conseguir que "él" acuda a que hagan daño a Lena.
Seguí escribiendo.
— Casa de una planta, bastante larga y estrecha.
— Oscura — Añadió ella — Y custodiada por dos hombres con palestinas.
— Bien — Lo anoté — Lena estaba en la habitación del fondo — La imagen de Lena en un rincón de la habitación, sucia y desnutrida, me golpeó como un rayo. Cerré y abrí los ojos, deshaciéndome de eso — Sucia, deshidratada... y desnuda — La duda de lo que habían podido hacer con ella física y sexualmente me revolvía el estómago — Su ropa... — La voz se me quebró.
— Su ropa en una esquina, junto a un colchón fino con mantas, también sucias — Me ayudó Maggie — Quedamos para ir a buscarla al parque de Cunningham.
— ¿Por qué ese parque? Preguntarán.
— Porque Spiderman nos lo dijo para que lo ayudáramos.
Lo apunté.
— Fuimos allí con tu coche y Spiderman fue él solo. La buscamos hasta que tú la encontraste, me avisaste, llegamos a la casa y entramos.
— Entonces yo solita acabé con todos esos idiotas, encontramos a Lena y dejamos que Spiderman la llevara al hospital y ¡Listo! Yo diré algo parecido.
— Perfecto — Dije mientras terminaba de anotarlo todo.
— Ahora... a dormir — Se levantó del sofá entre bostezos — Mañana es un gran día y haay que estar descansados... Peter — La miré — Sé como eres, sé que no eres tan fuerte como dejas ver, si necesitas desahogarte dímelo.
— Lo haré — Murmuré — Si no te importa dormiré en el sofá, o eso intentaré.
Ella asintió y atravesó el salón hasta su dormitorio, en donde nada más entrar cerró la puerta, dejándome completamente solo.
***
Hola chicos! Quería daros las gracias por leer, por comentar y por votar, hacéis mi día!! También quería comentarios que voy a comenzar a escribir una fanfic de Tom Riddle (sí, Harry Potter), así que os agradecería muchísimo que, cuando empiece a subirla, os pasarais :)
Muchos besos!
H.Martín
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Spider-man
FanfictionHistoria post Gwen Stacy: Helena Hobbes es una joven universitaria de la ciudad de Nueva York, cuya vida dará un giro de 180º al sobrevivir al accidente de coche que acabará con la vida de su amiga Kylie. Las secuelas del accidente se hacen pre...