Lena
Sentía que flotaba. El viento me bordeaba a toda velocidad, pasando alrededor de mi cintura, piernas, pies y cabeza, tirando de mi pelo hacia atrás y refrescándome la cara. Hacía mucho tiempo que la tranquilidad no inundaba mi interior de tal manera. Me sentía libre, tranquila... feliz. Sentía que nada de lo que amenazaba mi vida y la de mis seres queridos estaba ocurriendo, que solo se trataba de un mal sueño del que parecía haber despertado en este instante.
A pesar de que mis ojos debían de llevar por lo menos un cuarto de hora cerrados, los abrí al notar como una mano de Spiderman rozaba las mías, entrelazas sobre su estómago para mi mayor sujeción.
— Lo siento — Dije en un tono bajo de voz. Él se rio y negó con la cabeza mientras lanzaba otra telaraña al aire, se había ofrecido a acercarme a casa — No sabía que me estaba agarrando tan fuerte.
— ¿Te encuentras bien? — Cerré los ojos unos segundos y los volví a abrir antes de responder.
— Podría pasarme aquí arriba toda mi vida, olvidándome de todo y todos — Apoyé la barbilla en el hueco de su cuello y dejé que la gravedad ejerciera su propósito, haciendo que mi cabeza se deslizara lentamente hacia la derecha, provocando que mi oreja rozara la máscara en el lugar en que se encontraría la suya — A veces siento que te conozco.
— Me conoces — Dijo — Hace mucho tiempo que nos conocemos.
— No así... noto que algo en mi interior dice a gritos tu nombre cuando te miro, pero son tan difusos que no logro entender nada.
De pronto, Spiderman lanzó una telaraña hacia la derecha de forma brusca, haciendo que todo mi cuerpo se sacudiera.
— ¿Querrías estar en este estado de paz durante un tiempo más? — Asentí sin dudarlo.
Al cabo de unos pocos minutos llegamos a la parte superior de un edificio. Delante de mí se extendía una amplísima terraza que, por alguna razón, conocía perfectamente. Antes de que Spiderman dijera nada, me encaminé hacia una gran puerta en el suelo y tiré de ella con fuerza hacia arriba, descubriendo unas escaleras que conducían a una especie de estudio que, para mi sorpresa, también conocía.
— ¿Lena?
No contesté. Continué observando el lugar con los ojos abiertos como platos. Me dirigí a una puerta de madera que antes de abrirla ya sabía que era el baño, y lo mismo con otra a menos de un metro, que era una especie de armario.
Me giré como un resorte para mirar a Spiderman, que me había seguido hasta el interior del estudio. Detrás de él estaba el sofá que tantas veces había visto en sueños, de pronto, vi a Spiderman tumbado en el sofá conmigo encima de su pecho y su máscara tirada en el suelo.
Me llevé las manos a la boca.
— ¿Lena estás bien? — Spiderman se acercó a mí con prudencia. Yo di un paso hacia atrás sin apartar la mirada del sofá — No entiendo que te pasa, antes te solía gustar este lugar.
No contesté. Pasé a su lado sin tocarle y subí las escaleras hacia la terraza. Lo escuchaba decir mi nombre detrás de mí, me estaba siguiendo. Sin saber muy bien porque mi cuerpo me estaba llevando hasta el borde de la terraza, no me opuse y apuré el paso.
— ¡Lena! ¡Párate! — Me agarró de la muñeca cuando las puntas de mis pies rozaron el borde de la terraza — No te muevas.
Sabía que no quería hacer ningún movimiento brusco por si me revolvía, daba un mal paso y caía al vacío. Yo, sin embargo, me limité a perder la vista en el vacío que se extendía bajo mis pies. De pronto, me veía a mí misma cayendo y a Spiderman lanzando una telaraña para sujetarme, sin embargo, a los pocos segundos la telaraña se rompió y vi cómo me caía hasta chocar contra el suelo.
Cerré los ojos. Peter y yo estábamos en el coche, yo estaba enfadada pero no sabía porqué, parecíamos estar teniendo una acalorada discusión que no llegaba a escuchar claramente, hasta que estas palabras salieron de la boca de Peter "Spiderman... soy... yo".
Abrí los ojos de golpe. Me giré bruscamente hasta quedar cara a cara con "Spiderman" y, sin pensar muy bien qué hacer, me abalancé sobre él y comencé a darle golpes en el pecho.
— ¡Eres un mentiroso! ¡Me mentiste! ¡Me mentiste! — Él intentaba agarrarme las manos pero yo seguía golpeándole. Mis piernas fallaron y me caí de rodillas al suelo mientras lágrimas brotaban de mis ojos y bajaban hasta mi barbilla como una cascada — ...Me mentiste Peter.
Al escuchar su nombre, Peter me levantó del suelo y me pegó a su pecho, hundiéndome en un gran y reconfortador abrazo. Escuché como su respiración se volvía irregular mientras pasaba las manos por mi cabeza y las bajaba hasta mi cintura, entonces, noté como una gota mojaba mi frente.
Separé la cara de su pecho y miré hacia arriba, sus mejillas estaban casi tan mojadas como las mías.
— No sabes lo difícil que ha sido para mí ocultarte esto — Dijo entre sollozos antes de besar mi frente — Pero no quería que sufrieras más por mí... si hubiera sabido que todo se iba a desmoronar de esta manera y que estarías igual de involucrada que antes te lo habría dicho... — Sollozó.
— Peter yo... — Me calló con un beso — ¿Qué vamos a hacer mañana con Maggie?
Varios segundos pasaron antes de que contestara.
— Por ahora, tú y yo tenemos mucho de lo que hablar. Pero... no te preocupes, tengo un plan — Abrí la boca para decir algo, pero me calló con otro beso — Y de ahora en adelante formarás parte de él... y de todos.
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Spider-man
FanfictionHistoria post Gwen Stacy: Helena Hobbes es una joven universitaria de la ciudad de Nueva York, cuya vida dará un giro de 180º al sobrevivir al accidente de coche que acabará con la vida de su amiga Kylie. Las secuelas del accidente se hacen pre...