RUN: JUNTOS HASTA EL FIN: CAPITULO EXTRA 7

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NARRA LUCIA.

Volví al salón dejando a Daniel tirado en la cama junto a la perra, cogí a Danielin en brazos para empezar a darle su biberón bajo la atenta mirada de su abuela, la veía triste, sé que va a empezar a llorar en cualquier momento, su expresión es de desconcierto, en el fondo imaginaria que la situación era muy complicada, pero la reacción de su hijo fue muy fría, Jesús sin en embargo la recibió mucho mas cariñoso se tiró a sus brazos y estuvo un buen rato besándola mientras que la madre le pedía perdón, pero Daniel no le concedió ni esa gracia, la echó de su casa, diciéndole que no la quería ver. Pero ahora creo que lo hice entrar en razón, lo conozco y aunque sé que no me debería meter en estos temas el merece perdonarse con su madre, se quieren, debajo de esa coraza tiene adoración por su madre.

Con todo este caos me he olvidado de Calum y de mi sobrina, al menos los tenía que haber llamado, pero en el fondo estarán bien y no habrán tenido ningún contratiempo, sino ya hubiese mi hermano comunicado llorando preguntando cómo se cambia un pañal o agobiado porque su hija no deja de llorar.

- Creo que lo mejor será que me vaya, mi hijo no me quiere ni me querrá - Eva cruzó los brazos y se apoyó en su marido-

- Daniel la perdonará estoy completamente segura, ha tenido una reacción comprensible, pero el rencor que tiene se le acabará yendo - hablé recordando la conversación que antes había tenido con Daniel-

- Lo quiero mucho, aunque está mal reconocerlo él siempre fue mi favorito, los amaba a los dos...pero Daniel era el más travieso y a la vez cariñoso, es el que más atención necesitaba por mi parte y a la vez al que más tenía que regañar, aunque por detrás me riera con todas las trastadas que hacía... yo nunca lo hubiese abandonado – la voz de Eva se quebraba por momentos, se tapó su cara con sus manos mientras que su marido le daba leves toquecitos de apoyo en el brazo- necesito que me perdone, no quiero vivir peleada con él, quiero disfrutar de mis nietos, de mi hijo, formar nuestra familia sin mentiras, sin engaños, sin rencores, Álvaro me dijo que eres una grandísima mujer y que mi hijo había tenido mucha suerte contigo.... Estoy feliz por él, pero quiero vivir esa felicidad.

- La perdonará, dele un poquito de tiempo, pero sino no perderá a sus nietos, si es preciso yo se los llevaré para que los vea, Eva los niños no tienen la culpa que su padre sea un rencoroso – Eva se levantó del sofá junto con su marido y me dio un abrazo profundo durante varios segundos-

- Bueno nosotros nos vamos, seguramente volveremos a Londres, no puedo vivir así teniendo a mi hijo cerca y sin poderlo abrazar, hablaremos con Jesús y volveremos cuando él quiera – la voz de ella era muy triste, le dio un beso en la cabeza al pequeño y suspiró- cuídalos mucho, por favor, haz lo que yo debí hacer en todo este tiempo, mi hijo es muy cabezón, pero siempre accede a lo que quieras si se lo pides bien, es muy malo para tomarse las medicinas, y lo seguirá siendo, pero yo le metía las medicinas en el puré, así no se daba cuenta, quiérelo y no lo dejes nunca – una lágrima salió de sus ojos y su marido la volvió a acariciar-

Acompañé a la madre de mi marido hasta la puerta, la abrió y se quedó mirando a su alrededor unos segundos, seguramente rememorando todos los buenos momentos que aquí habían pasado.

- Mami no te vayas – Daniel apareció a última hora con lágrimas en los ojos- no quiero que me dejes otra vez, no quiero que marches de nuevo, no quiero perderte otra vez y quiero vivir todos esos momentos que no he podido vivir contigo, no puedo odiarte mamá, porque te quiero... y a pesar de todo nunca te he dejado de querer, siempre que me pasaba algo bonito pensaba en ti y pedía que volvieras para que estuvieses a mi lado, por las noches deseaba que volvieras para que me dieras esos besos antes de dormir, o que Jesús y yo fuéramos a tu habitación para acostarnos con vosotros, porque teníamos miedo, en la carta de Reyes nuestro único deseo era que nos abrazaseis y que estuviésemos así toda la vida y eso nunca se cumplió... hasta ahora, y por eso no quiero que te vayas, perdón por tratarte así antes – había recapacitado, mis palabras seguramente le habían servido para esto, parecía un corderito manso y tierno y me encantaba, este Daniel tan bebé me encantaba-

RUN II : no te alejes de mí (gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora