CAPITULO 9- MI PEQUEÑO SALVADOR...

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NARRA LUCIA.

Desde hace unos minutos estoy en el hospital teniendo a mi hijo, nada más sentir una primera contracción y ver un liquido viscoso caer por mis piernas, sentí que había llegado el momento, como pude me moví y anduve los pocos pasos que separaban desde donde estaba yo hasta el comedor donde se encontraba Álvaro, rápidamente él al verme y contarle que el niño venía, cogió el coche para traerme al hospital, no sin antes dejarme un beso en mi mejilla, la felicidad y el nerviosismo se le notaban en sus ojos , aunque él intentaba tranquilizarme durante el trayecto, los médicos ya estaban esperando en la puerta mi llegada, antes de salir anunció mi pronta llegada, me pusieron una manta por encima y me tendieron en una camilla para rápidamente llevarme a una sala con muchos monitores para ver si todo iba en su debida forma.

Todo en estos últimos meses había sido muy, muy extraño, varias sensaciones han pasado y se han quedado recorriendo mi cuerpo, no sé lo que realmente sigo sintiendo por Álvaro, pero algo hay, sigo amarrada a él y cada segundo más que pasaba a su lado era un milímetro mas de mi piel que se acercaba a él, me trataba como su fuese su reina, la princesa de ese cuento que todas esperamos cuando pequeñas, estaba muy atento a mí y eso hacía que mi cabeza cayera más en sus garras, había cambiado, no era el mismo Álvaro que me hizo tanto daño, ni siquiera el mismo que fue capaz hasta de llevarme a la fuerza de mi boda durante amenazas, él hacía que yo no recordase nada de eso, mi cabeza quería verse evadida de todo lo que ocurría a mi alrededor e incluso he llegado a pensar que sigo enamorada de él, pero ese no es la palabra correcta para resumir mi pensamiento, no es amor... tampoco encuentro la palabra exacta, pero cuando estoy a su lado me hace olvidar todo lo demás y me da una tranquilidad que hace mucho tiempo que no sentía.

Los médicos al sacarme de la sala me llevaron a paritorio, los dolores cada vez eran más constantes, una chica muy amable iba a ser mi matrona, se acercó a mí, con una sonrisa en la cara.

- Hola bonita, me llamo Cristina, y voy a ser la médica que te voy a atender en el parto, ya verás cómo va a ser un momento corto, cuando llegues a quirófano, no sentirás nada, va a ser el momento más bonito y más especial de tu vida – la chica muy joven por cierto se fue de mi lado, y el hombre que llevaba mi camilla volvió para seguramente llevarme hasta paritorio-

Al cabo de unos segundos Álvaro volvió a aparecer, estaba sonriente pero lo conozco y sé que es nerviosa me tomó de mi mano hasta el termino del pasillo, pero cuando fuimos a entrar el no quiso, se quedó en la puerta parado, en el momento más importante de mi vida él había decido quedarse fuera no entendí ese gesto, pero un dolor muy fuerte vino a mí, una lágrima de rabia apareció por mi cuerpo, no era por lo que estaba ocurriendo, era porque me estaba dando cuenta que él no había cambiado, prefería su comodidad antes de estar a mi lado, ¿Cómo he podido ser tan tonta de no darme cuenta antes? Creía que iba a cambiar, ya estaba acostumbrándome a estar con él, ya que no podía estar junto a Daniel quería estar lo mejor posible a su lado, pero era imposible, él no había cambiado ni cambiaría nunca, porque las personas que nacen así mueren igual. Rápidamente la médica que antes vino a verme entró en la sala, intentándome hacer reír y pasar el momento lo mejor posible, cada vez los dolores eran más fuertes y continuos en el tiempo.

Cada contracción la sentía en mi cuerpo, pero también en mi corazón, me hacían ver más claro todo lo que me estaba pasando y con quien debía estar a mi lado, cada vez que me preguntaba a mi misma entre suspiro y suspiro, entre lagrima y lagrima del dolor y la impotencia por todo lo que había llegado a pensar hasta escasas horas, con quien quería cuidar a mi hijo, quien era el acertado para tenerlo, mi cabeza pronunciaba un nombre, sin dudar solo él aparecía por mi cabeza, porque era él era su padre, porque Álvaro solo era un aprovechado que pese al que pese a todo lo que me había hecho le tenía aprecio... ahora lo veía todo claro, aprecio, lo quería, por todo los momentos que había vivido junto a él, incluso le podría llegar a perdonar todo lo que me había hecho, todos los dolores de cabeza que día tras día me producía, pero el verdadero amor solo tenía un nombre Daniel Oviedo Morilla, puse cara a mis niños a Martín y Ethan, esas mismas caras que hasta hace unos segundos había olvidado, sus sonrisas las mismas que hace un tiempo me alegraban las mañanas, ¿Cómo he podido olvidarlos? ¿Cómo he podido pensar que Álvaro podía ser bueno? Me tenía secuestrada, definitivamente él no me quería, no me podía querer, alguien así no querría nunca, que equivocada estaba.

En mi cuerpo volvió a sentir el escalofrío de otra contracción más, uno, dos, tres, respira hondo, pronto tendré en mis brazos a mi hijo Daniel, porque así debía llamarse, porque él había sido la luz que necesitaba para darme cuenta de todo, porque como su padre, también me ha salvado en un momento que corría peligro, justo cuando estaba en un estado de adormilacion, cuando lo necesitaba, sino hubiese sido por ellos, no sé que sería de mi vida, aparecían cuando más los necesitaba. Un grito se produjo dentro de mi cuerpo, acompañado de un fuerte dolor en mi zona de mujer.

- Empuja Lucía, ya se ve la cabecita – la voz de la matrona llegó a mis oídos-

Efectivamente Daniel ya estaba en este mundo, estaba a unos segundos de verle su linda carita, solo con un empujón más pude escuchar su llanto, ya estaba fuera la cara de la médica se iluminó y como si se tratara del destino mi cabeza también, ya sabía cómo podía salir de todo esto.

- Es un niño precioso, Lucía felicidades... - rápidamente vi como lo limpiaba mis dolores ya habían cesado, lo podía ver, me lo pusieron en mis brazos al cabo de unos segundos, era precioso, era idéntico a su padre, solo tenía míos la zona de la boquita y un poco de mis ojos, era el niño más guapo que había visto en mi vida, nada más verle su linda carita, supe que amaba a su padre, y que quería pasar el resto de mis días junto a él, que justo ahora estaba en el momento para decir a los cuatro vientos mi situación, que no podía callar más, que necesitaba sobre toda las cosas a mi familia, pero más al padre de la criatura que ahora llevo entre mis brazos, el era mi salvador, quizás si no hubiese pasado todo esto no me hubiese dado cuenta de todo, si ya lo quería antes, ahora lo quiero mucho más por haberme hecho abrir mis ojos, sus manitas agarraron mi pelo mientras esbozaba un puchero, rápidamente una enfermera me lo quito de mis brazos para empezar a lavarlo-

- Doctora, necesito que me escuche y que me haga un favor, el chico que está ahí fuera no es el padre, el padre es Daniel, estoy contra mi voluntad ayúdeme, escúcheme y ayúdeme por lo que más quiera – suplique a la doctora que me miraba asombrada- necesito que me deje un móvil para llamar a mi hermano, prometo explicarle todo...

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BUENO BUENO BUENOOOOO.... pues creo que hemos estado ante uno de los capitulos mas importantes no????? madre miaaaaaaa todoooo, menos mal que la Lucía se ha dado cuenta de todo y ha hablado yaaaaaa.... y ha nacido MINI DANIELINNNNNNNNNNNNNNNNNNN menos mallllllllllllllllllllll..... ¿os ha gustado?

¿que creeis que pasara en el siguiente??? ¿ayudara Cristina la medica o no??? jaaaaaaaaaaaa super Calum al rescateeeeee??? no es por nada pero cada vez que los protas tienen niño Danielo en el parque y ahora su hermana llamanal calumm complejo de niñera jejejejejeej

POR CIERTOOO MUY PRONTO Y CUANDO DIGO MUY PRONTO ES MUY MUY PRONTO ES QUE ES MUY PRONTO TENDREIS NUEVA NOVELA... QUEREIS ADELANTO????

MUCHAS GRACIAS POR VOTAR COMENTAR VISITARME Y TODOOOO SEGUID LEYENDO QUE HAY MUCHO MAS JEJEJEJEJJE

RUN II : no te alejes de mí (gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora