RUN II : no te alejes de mí (gemeliers)

RUN: JUNTOS HASTA EL FIN: CAPITULO EXTRA 8

NARRA DANIEL.

MESES MAS TARDE.

- Danielin ven aquí, es la última vez que te lo repito – ordené a mi hijo mientras que lo perseguía para que se tomara su comida, pero este corría más veloz que yo con Nana en brazos, mirándome con cara de pena queriéndome decir que la salvara de este suplicio-

- Noo – dijo rotundamente alargando su negativa-

- Es muy cabezón en eso ha salido a ti – se mofó Calum mientras no paraba de reír-

- Sí y en los gilipollas a su tío Calum, lo lleva en los genes – espeté alcanzando a mi hijo, lo cogí en brazos y lo puse en su trona, este lloraba desconsoladamente porque no quería comer, o mejor dicho, quería que su madre le diese de comer-

- Que mal padre, que llama tonto a su hijo – expresó mi cuñado mientras seguía burlándose de mi situación-

El tiempo había pasado muy rápido, quizás demasiado, la vida corría sin poder saborear los momentos felices que nos daban, en un abrir y cerrar de ojos los niños se iban haciendo mayores, para darnos aún más quebraderos de cabeza, Danielín ya tenía casi dos años, parece que fue ayer cuando nació, los gemelos tenían casi 4 y ya iban al colegio, de hecho Lucía estaba ahora mismo recogiéndolos junto a Ariadna, otra que había crecido demasiado era la hija de esta y Calum, era una rubita muy bonita, algo bueno tenía que tener el padre ¿no? Y qué decir de mi gemelo y su bebé, cada vez lo veía más feliz junto a Abbie, eran una familia envidiable, pero para que mentir yo a mi Lucia no la cambiaba por nadie en el mundo, después de todo lo que habíamos pasado ahora nos tocaba ser felices, juntos, nos los merecíamos, en ella encontré una luz en mi vida, no sabría que hacer sin mis hijos aunque al principio cuando Erika apareció con ellos, no tenía intención de quedármelos, pero ese era otro Daniel, ahora no sé qué pasaría si ella apareciese con intenciones de llevárselo, aunque supongo que no sería capaz, alguna vez lo pensé y siempre concluía con lo mismo no la dejaría, lucharía con uñas y dientes por ellos y haría cosas de las que me da miedo pensar, pero ellos son mis hijos, mi vida, hasta yo mismo me sorprendo todo lo que he cambiado por Lucía, y volvería a hacerlo una y mil veces si me recompensa era estar a su lado...

Mamá y papá se habían instalado en casa, para hacerse imprescindible en mi vida, quien lo iba a decir, siempre creía que la odiaba por todo lo que me hizo y ahora la comprendo, supongo que sin la ayuda de Lucía y mis hijos no la hubiera perdonado, ese es otro de los grandes milagros de mi vida de los que ella ha sido única autora, mi hermano mayor Juan Carlos también había vuelto, estaba reviviendo mi infancia, con la ayuda de mis hijos estábamos haciendo lo que una familia unida hace, Lucía ha acogido a mi madre como si fuese la suya, y eso me alegra, todos somos felices juntos, y ahora pido todos los días porque no se vuelvan a ir, porque nunca me vuelvan a abandonar.

De repente el teléfono sonó, le pasé la cuchara a Calum para que le siguiese dando de comer a mi hijo, y rápidamente pulsé el botón de aceptar.

- Daniel - la voz de mi mujer salió acompañada de un suspiro- necesito que vengas, estoy en el hospital – dijo mientras contenía las lagrimas-

- ¿Qué te ha pasado princesa? ¿Estás bien? ¿los niños están bien? – el estado de preocupación iba en aumento, deseaba saber qué es lo que había ocurrido-

- No, Mar se ha intentado llevar a los gemelos, ha estado a punto de secuéstralos – no podía ser, creí que nunca volvería, que ya esto era pasado y que... mis hijos no pueden estar secuestrados no... - Daniel sino llega a ser por Ariadna que la paró , no sé que hubiese pasado– al decir esto sentí como mi corazón volvía a mi pecho- después vino la policía y me puse muy nerviosa Daniel... - Lucía no hilaba dos frases con sentido alguno, creo entender que no les ha podido hacer nada afortunadamente- Daniel, he pasado mucho miedo...