CAPITULO 30- VOLVÍ A NACER.

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DIAS MÁS TARDE.

NARRA LUCIA.

Mi vida había cambiado por completo, Daniel y yo volvíamos a ser uno, nada ni nadie ha podido con nuestro amor, una vez oí decir una frase que podría ser un preludio de mi historia, él es mi punto débil que me hace más fuerte, juntos somos más fuertes, invencibles ese lugar en el que me refugiaría miles de veces, esa locura de la que jamás me quiero desprender. A su lado siento acariciar las estrellas, con tan solo una mirada me hace sentir miles de emociones a flor de piel, pero si soy sincera todo esto me da mucho pánico, temo que este momento de prosperidad se vuelva a dar la vuelta y aparezcan viejos fantasmas del pasado, de los cuales no hemos vuelto a saber de ellos. Ahora comenzamos un tiempo nuevo, la hora de ser felices juntos por fin...

No ha dejado un solo segundo a sus pequeños, Martín y Ethan lo adoran, pese a que se ha perdido muchos momentos de su infancia, aunque con su tío Jesús como se suele decir "pierden pie". Y con Danielín tiene debilidad, lo cuida y mima cada segundo, es el mejor padre que podría haber elegido para mis hijos, de hecho creo que es el hombre ideal, guapo, caballeroso, atento... todo lo contrario de la primera sensación que me dio cuando lo conocí, pero supe que en ese hombretón mujeriego y prepotente se encontraba el hombre de mi vida.

Jesús sacó su lado romántico se declaró a Abbie en la Noria de un parque de atracciones, dentro de apenas tres meses nos vamos de boda, creo que son la pareja perfecta, se compenetran, se quieren y daría la vida el uno por el otro y sobre todo por la pequeña Sheila, pero no es mejor que Daniel, de hecho no cambiaría el uno por el otro, Jesús se ha convertido en mi confidente, me ayuda con su hermano e incluso los niños, aunque sean gemelos son muy diferentes pero sabe que le pasa en cada segundo, si uno está mal el otro también.

Calum y Ariadna seguían completamente igual que antes de que yo tuviese que irme y pasase todo lo que el destino nos deparó, parecía como si la vida se hubiese quedado estancado en ese momento y ahora lo retomábamos como si no pasara nada, con la única diferencia que ahora Ariadna estaba embarazada, el rubio hace todo lo que su novia le pide, es un autentico calzonazos, sin ir más lejos hace dos noches tuvo que salir a comprar churros a las 6 de la mañana porque tuvo un antojo, para no ir solo llamó a Daniel y entre protestas lo acompañó, lo cierto es que mi amiga le está dando mucho trabajo, pero se lo merece, pero su amor entre tanto pique aumenta, o eso creo...

Ahora mismo tengo a mi amiga gimoteando como una niña pequeña, es su cumpleaños y mi hermano no se ha acordado de felicitarla, lleva toda la tarde fuera de casa junto a Daniel, el dúo ha salido a hacer "no sé qué" y aunque también este un poco enfadada, no quiero mentir, le estoy quitando importancia, ya que al fin y al cabo es mi hermano y no quiero quedarme sin él tan pronto... a cambio Ariadna se está vengando comiéndose las ración de natillas que le tocaban a mi hermano, ya que según me ha contado, al campeón o la princesita que lleva dentro se le ha apetecido algo de azúcar, aunque desde que está embarazada con esa excusa le quita todo a mi pobre hermano, que estoicamente está aguantando...

Pero en ese momento una música proveniente de la calle, inundó nuestros oídos, el sonido era inexpresable, mi amiga seguía llorando desconsoladamente mientras yo intentaba averiguar sin éxito a que se debía ese tremendo sonido, me asomé a una ventana y vi a un grupo de músicos con varios instrumentos postrados en la puerta de nuestra casa.

- Ari, ¿sabes si va a pasar alguna charanga o algo por nuestra calle? – pregunté inocentemente mientras seguía observando a los componentes, pero al volver a mirar adentro vi como mi amiga iba cargada con un cubo con agua para tirarlo a la calle desde el balcón rápidamente intenté alcanzarla pero cuando llegué era tarde-

RUN II : no te alejes de mí (gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora