ITALIA En algún lugar de Sicilia........
Recuerdo cada segundo de mi vida esa maldita noche de hace cinco años. Tendría que haber sido especial, exultante, quizás hasta caótica, pero nunca pensé que acabaría perdiendo a mi amigo Derek.
Derek, mi mejor amigo desde que nos conocimos en nuestro primer año de licenciatura en derecho, yo con 17 años y el con 22 "muy bien llevados por cierto".
Él acababa de licenciarse en ciencias empresariales y siguió una nueva carrera, alentado y casi obligado por su hermanastro mayor Alessandro, el mayor accionista del despacho de abogados más famoso de Italia, tras la muerte del padre de los dos hermanos, dejando como dueño y señor al capullo pincha culo, repugnante y estirado Alessandro Tirelli.
Derek y yo compartimos juntos cuatro años de exámenes, risas, fiestas y confidencias, pero sobre todo una amistad que yo creía sólida, por encima de perjuicios y todas esas mierdas, pero me equivoqué.
Esa noche, en la fiesta de fin de carrera qué organizó la universidad, en un moderno e innovador local con una decoración muy llamativa, más bien ostentosa para mi gusto, fue donde ocurrió lo que nunca pensé que ocurriría. Ni en mis más calenturientos y húmedos sueños. !Pero maldita sea pasó, jóder que si pasó!
Mi gigantesco, atractivo, musculoso amigo Derek y yo, habíamos quedado en la entrada del famoso local, custodiados por dos vigilantes recios y meticulosos que nos pidieron nuestras entradas con rostros serios y profesionales.
Derek estaba como loco, no paraba de sonreír, mientras bajábamos por la escalera que daba acceso hacia el salón, donde seguramente estaría lleno hasta los topes, ya que habíamos llegado bastante tarde a causa de un pinchazo en mi viejo y desvencijado utilitario, Volkswagen Beetle.
--! Dylan, prepárate para pasar la mejor noche de tu vida. Hoy habrá alcohol, música y con un poco de suerte, sexo desenfrenado!—sentenció en un tono socarrón y burlón, mirándome con una sonrisa pícara mientras bajábamos las escaleras de dos en dos.
La música se oía estridente. Con seguridad, por encima de los decibélios autorizados.
Entramos en el salón y nos integramos en el tumulto de estudiantes que bailaban sudorosos y exultantes, dirigiéndonos directamente hacia la pista, llena de luces y humo artificial, dejándome casi ciego pero sintiendo la mano grande y posesiva de Derek, abarcando suaveménte mi espalda.
Estábamos en el centro de la pista, saltando como locos, moviéndonos al compás de Addicted Craze Fezt, cuando Derek, cayéndole gotas de sudor por su perfecta frente, se posicionó detrás de mí y rodeándome con sus brazos alrededor de mí cintura, se acerco a mí oído y en un leve susurró me soltó:
_ Sabes que eres lo más importante para mí.Lo miré, escudriñando sus ojos ¡Joder porque me tuvo que decir esas cosas!
Sonreí, enseñándole la lengua en un intento totalmente perdido y fracasado de disimular lo que sentía en esos momentos.
Él me alborotó el cabello acercándose más, pegando su torso a mi espalda, sintiendo el cosquilleo del cálido aliento de su boca sobre mi cuello.
—Dylan hoy vamos a comernos el mundo, beberemos como nunca y follaremos hasta caer rendidos, sobre todo tú. Hoy es el día en el que tu perderás la virginidad... con la tía más sexí de la fiesta—dijo mientras me volteaba cogiéndome de los hombros, pegando su frente con la mía y besándome en la punta de la nariz.
La foto de arriba es Derek
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LOS QUIEBROS DEL CORAZÓN
Romance-¡Ojalá me alcance la vida para dejar de amarte¡-grite, con la angustia fluyendo en forma de lágrimas. El me miró con espanto, al escupir mis sentimientos de forma tan dañina. -- ¡ Que... Que dices¡-- susurró mirándome con sus profundos ojos verde...