CAPÍTULO 12 "Los golpes de la vida"

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Hola, quisiera aclarar, que en mitad de este capítulo he puesto pensamientos de Alessia. Es un "Flash-Forward" un pequeño acontecimiento futuro, para regalaros un sustancial avance al lector, de lo que le pasará a Alessia en un futuro próximo. Esto no interferirá en el desarrollo de la historia, solo es un pequeño truco narrativo que me apetecía hacer.

Espero que os guste y sin más demora os dejo que leáis tranquilamente

Espero que os guste y sin más demora os dejo que leáis tranquilamente

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--Dylan--

Sé que a veces en momentos especiales de la vida, es difícil hasta de respirar. Hay cosas que a menudo uno quisiera que sucedieran, pero por más que uno trata, sueña y anhela, no suceden. Yo quería pasar la vida a su lado, pero me di cuenta que por mucho que mi corazón lo deseara jamás sería posible.

No podía ni imaginar su rostro si se enterará que yo, su mejor amigo, con el que compartía sus más íntimos secretos era gay, que lo que había pasado hace unas horas no fue un desliz por la inminente borrachera y qué además, literalmente hablando, estaba completamente enamorado de él. Seguro que me rompía la boca y me quemaría vivo sin piedad.

No, mejor no decirle nada, estaba de más y debía entenderlo, sólo debía de sacar esos sentimientos de donde quieran que estuvieran alojados, porqué terminaría lastimado, mucho más herido de lo que ya estaba. Pero ¿cómo sacar lo que sentía de mi memoria, de mi corazón? ¿Cómo se aprende a vivir con ello?, me acostumbré a tenerlo cerca, e imaginarlo lejos me afectaba sin remedio.

Alessia me ayudó a entrar en el coche en silencio y le agradecí por ello, cogió las llaves y salimos a toda velocidad de aquella parte de la ciudad, dejando allí irremediablemente mi virginidad, mi alma y mi corazón y dolía ¡joder que si dolía! ¿Cómo puede punzar tanto los músculos de tu cuerpo sin ni siquiera estar enfermo? ¿Cómo puedes sentirte tan vacío, con tal angustia que sientes que no puedes respirar?

Me encogí en el asiento con la cara vuelta hacia Alessia, que conducía tranquila y con precaución por la resbaladiza autopista. A esas horas el tráfico era casi inexistente sobre todo también porque ningún loco se atrevería a pisar una carretera con la tormenta torrencial que estaba cayendo.

La rubia de vez en cuando me miraba para cerciorarse de que me encontraba bien.

-¿Te has enamorado de él, verdad?-preguntó, ignorando la petición que le hice sobre no hablar del tema mientras lloraba desconsolado en el calor de sus brazos, en aquel oscuro callejón.Miré mis manos resoplando a la vez que asentía.

-Es lo peor que pude haber hecho, lo sé-le contesté, pero ella negó repetidas veces dejando de mirar la carretera para posar su mano en mí cabeza y acariciarla.

-El amor es un sentimiento muy fuerte tapón, a veces te salva pero otras veces...todo lo contrario.

-Duele-le dije.

LOS QUIEBROS DEL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora