CAPÍTULO 4 "Deseo y el capricho del corazón"

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Me atraganté y sin poderlo evitar, eché el trago que acababa de beber, expulsándolo con fuerza hacia adelante, viendo con horror como manchaba  las caras deportivas negras de Derek. 

¡Jodido Lucas! lo voy a matar. No, mejor pensándolo bien lo quemaré vivo y de paso, el pequeño pub que acaba de inaugurar hacía dos semanas, del cual se sentía tan orgulloso y que con tanto esfuerzo había conseguido abrir, después de años ahorrando con la ayuda también de la pequeña herencia de sus padres.

Sí, eso haré, pensé, regocijándome en mi sueños de venganza mientras me limpiaba la boca con el dorso de la mano, intentando sin exíto quitar los restos del pegajoso liquido que caía por mi barbilla.

Lucas sabía perfectamente como reaccionaria Derek ante tal  esacabroso y mal intencionado comentario, y aun así lo dijo. ¡Vete a la mierda Lucas! que asco de amigo, definitivamente lo mato.

Me atreví a mirar hacia el Dios griego que tenía como mejor amigo. Tenía los ojos clavados en mí, penetrantes y afilados, con la mandíbula tensa en un rictus amargo y los labios apretados en un gesto de furia y algo más, pero no supe definir que era. Los brazos a los costados, sus manos se hicieron puños y su rostro se alzó altivo.

Me tensé. A ver como salgo de esta.  Está claro, nunca podré decirle lo que llevo sintiendo por él desde hace meses.

Esa cosa que me quemaba por dentro no sabía muy bien lo que era, porque ni yo lo tenía claro, si me gustaba "la carne o el pescado", quiero decir que, no sabí si era gay, lo único que sabía es que sentía algo más que una amistad por Derek, me ponía mucho, me excitaba como un colegial con las hormonas aceleradas y no podía dejar de pensar en él desde aquel día,  seis meses atrás, cuando lo acompañé a unos de sus combates de boxeo profesional, en el que participaba todos los sábados.

Nunca había ido con él a esa clase de eventos, no me gusta la violencia ni la sangre, la detesto y me mareo igual que una debil y femenina mujer, pero después de mucha insistencia por parte de Derek fui.

Cuando entré con él en los vestuarios, después de haber estado en el Ring del gimnasio donde se celebraba la pelea de machos violentos y sudados con la adrenalina por las nubes, al igual que el público entregado y fervoroso por ver quién ganaba, no me imaginé lo que iba a sentir por mi amigo.

Me quedé sin respiración cuando se desnudo frente a mí tan tranquilo como si la cosa no fuera con él, en medio de la sala de las duchas mientras yo lo esperaba sentado en uno de los feos y viejos bancos de madera, brindándome una sonrisa picara, mirándome de lado sonriendo despreocupadamente sin percatarse ni imaginarse lo que yo estaba sintiendo en ese momento.

  Lo miré hipnotizado, detallando y grabando en mi memoria cada musculo, cada porción de piel, cada lunar y viendo como con pasos lánguidos y cansados entraba en el cubículo de la ducha, abriendo la manguera del agua.

 Cerrando los ojos suspiró relajándose,  paseando sus manos delicadamente por su tostada piel, enjabonándose todo el cuerpo. Sus largos dedos frotaban su frondosos y rizados cabellos. El agua corriendo como una cascada por sus hombros, fuertes y robustos, cayendo por la espalda tonificada y musculada, formando riadas de aguas cristalinas que se perdían por un trasero definido, turgente y completamente elevado, para terminar  fluyendo mansamente por entre sus fuertes, largas y lampiñas piernas.


 Fue lo más erótico que he presenciado en toda mi vida.

La mandíbula se me desencajó hasta el suelo, sin poder reprimir un jadeo suave de excitación

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La mandíbula se me desencajó hasta el suelo, sin poder reprimir un jadeo suave de excitación.

  Tragué duro, intentando buscar saliva en mi boca completamente seca y rasposa, bajé las manos a la entrepierna e intenté estrujarme la dureza de mi miembro que ya el muy desgraciado, había saltado como un resorte entre la tela de mis vaqueros, intentando bajar el fuego que emanaba de mi polla.

¡Pero qué coño estás haciendo Dylan! Pensé, pasándome las manos por la cara completamente alterado, en un intento de que desapareciera de mi mente las imágenes eróticas y sensuales que acababa de ver.

Me di la vuelta mirando hacia otro lado, en concreto hacia donde estaban las taquillas del solitario, húmedo y gran vestuario, peleándome conmigo mismo para  no volver la cabeza otra vez y ver la caliente escena que era completamente prohibida para mí. 

¡ No mires! ¡No mires! piensa en otra cosa, a ver..uhmm., si, una canción.

 Tarareé bajito una tema de un grupo español que se llama Lérica. Ni idea de porqué fue esa melodía, la primera que se me vino a la cabeza, seguramente estaba loco, pero loco de deseo.

La vida a veces  es injusta y el corazón, solo de vez en cuando, caprichoso.

 Conseguí que la erección desapareciera.

 Conseguí que la erección desapareciera

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Hola a todos, mencionar que intentaré subir un capitulo por semana, los prometo más largos y sobre todo llegar hasta el final, quiero ser fiel a mi misma y lo que no quiero que me hagan a mí, no hacerselo a nadie. No me gustán las historias a medias.

Solo espero que leyendo pasen un buen rato, se rían y lloren o lo que jodidamente queráis pero sobre todo que os llegue a alguna parte de vuestros corazones.


LOS QUIEBROS DEL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora