Estaba ebrio, completamente y encantadoramente borracho. Lo respiré en su jadeante aliento, con una mezcla explosiva entre whisky irlandés y un leve aroma a menta. Lo noté en sus palabras titubeantes, en sus movimientos inestables, en la postura turbada de su cuerpo.
El jamás se comportaría de esa manera si estuviera en su pleno y sano juicio, y yo desgraciadamente lo sabía, pero quería creer que mis fantasías de adolescente exacerbado, estaban haciéndose realidad.
Los delirios de un loco que durante cada perra noche en esos últimos meses, me hacían tener visiones tan reales, que me despertaba en mitad de la noche sudando frio y, con erecciones que solamente se aliviaban con duchas frías, que me dejaban la piel helada y corazón paralizado.
Recuerdo, que me cobijaba contraído y temblando con espasmos incontrolables debajo de las mantas de mi estrecha cama, viendo desolado como mi compañero de habitación, me miraba de reojo completamente mudo, sin decir ni una sola palabra, pero extrañado por tantas duchas nocturnas .
La marea de sentimientos me sobrepasó y entonces lo sentí... Mi corazón latiendo frenéticamente, desgarrándome el pecho, el sudor frio y pegajoso por mi cuerpo, la dicha en forma de sonrisa, las dudas e incertidumbres que llevaba todos esos meses atrás padeciendo y que no me dejaban estar tranquilo.
Y entonces lo supe. El amor pleno e intenso que sólo se siente una vez en la vida.Lo amaba, así sin más, sin exagerar, completamente loco por el moreno. Lo dije con miedo pero completamente seguro, sin vacilar, porque eso que sentía, lo quería con Derek. Pero él era... prohibido para mí.
El corazón golpeaba en mi pecho con furia. Soy emocional, lo admito, de los que se dejan llevar por las emociones. Siempre fui así, en todos los ámbitos de mi vida, me gustaría ser de otra forma pero no puedo, es algo superior a mí, me gustaría ser más frío más visceral, no llevar las emociones y los sentimientos a un plano tan extremo, pero es algo con lo que se nace. No soy frio, la sangre caliente corre por mis venas, soy de los que aman de verdad, profundamente y para siempre, sin conjeturas ni preámbulos. Soy vehemente y entregado, valiente para el amor.
¡Lo quería maldita sea!
Te amo Derek, con toda la fuerza de mi corazón, con las fuerzas y las ganas locas, de luchar por los instantes que pasé sin ti, porque tiene que haber un lugar ahí afuera para los dos.
Sentí miedo, mucho miedo, tanto que brotaba por cada poro de mi piel, por mi garganta completamente seca, por mis piernas que temblaban espasmódicamente, por mis labios temblorosos, que me impedían articular una simple palabra y con el nudo en la garganta que me impedía de tragar, al descubrir que a veces lo que más deseas nunca se cumple y a veces lo que menos esperas que suceda, ocurre.
Conoces a cientos de personas y ninguna te deja huella y de repente conoces a una persona y te cambia la vida para siempre.
Un escalofrió recorrió mi cuerpo cuando escuché el sonido de la cremallera abriéndose y algo muy duro, empinado y húmedo golpeó mis nalgas. El jadeó como un animal, ante el contacto contra la piel de mis glúteos. Suspiró fuertemente, mientras con energía empujó mi espalda y cintura, intentándo posicionarse en una mejor postura, para rozar su miembro por mi entrada.
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LOS QUIEBROS DEL CORAZÓN
Romance-¡Ojalá me alcance la vida para dejar de amarte¡-grite, con la angustia fluyendo en forma de lágrimas. El me miró con espanto, al escupir mis sentimientos de forma tan dañina. -- ¡ Que... Que dices¡-- susurró mirándome con sus profundos ojos verde...