Más allá de La Doña

Capítulo 8

Arriba un más o menos de como sería el vestidito de nuestra pequeña Luna. Bueno mis amores... No se que decirles mas que GRACIAS, gracias por tanto apoyo y tantos mensajes bonitos. En serio me emocionan. 😘😘

Y bueno les cuento que ahora más que nunca entiendo el enorme trabajo de Spataro y Yutzil al dar vida a tan hermosos y espectaculares personajes y su amor por ellos. Mis respetos...

Ahora les cuento me siento algo así como diría ¿bondadosa? 😂😂 No, error me siento feliz y bueno me gustaría retribuirles por ahí un poquito de su cariño con tantos hermosos mensajes. Por lo que no recuerdo quien por aquí me pidio un poco más del punto de vista de Monica, otra me pidió Monigracia y otra Saugracia, a la vez. ¿Es eso posible? 🤐🤐 No lo se, pero al menos lo intente. Ustedes dejenme saber si lo logre o fracase en el intento en los comentarios... Ahora si a leer, espero que disfruten y gracias otra vez.

Capítulo 8:

Altagracia Sandoval:

-Lleva estos papeles y que los filme la junta. - le ordeno a la nueva secretaria y pierdo la paciencia cuando la miro observarme como estatua. -¿No escuchaste? -le cuestionó lo suficientemente alto como para que de un brinquito antes agarrar con fuerza los papeles y retirarse. ¡Ahg! Tomo un cartapacio duro de sobre el escritorio y lo lanzo con fuerza a unos pies de distancia. He tenido que reconstruir esta empresa desde cero, nuevo personal, nuevos contratos y volver a hacerme de una imagen.

¡Maldita seas, Braulio! Ojala te estes pudriendo en el infierno. Desestabilizaste mi vida a tu gusto, pero te aseguro que me levantare como siempre lo hecho. Tomo la copa de vino frente a mi y la bebo de un solo trago.

Escucho mi telefono sonar y miro la pantalla. Respiro profundo y ruedo los ojos. Trigve, desde que llegamos a México ha estado más posesivo, controlador y romántico que nunca. Comienza a hartarme. El celular sigue sonando y decido cogerlo.

-Altagracia, mi amor ¿Donde estas? -me cuestiona y yo ruedo los ojos.

-En la empresa -miro el reloj, las diez de la mañana. -Ya voy para la casa. -no lo dejo responder y cuelgo. Me pongo de pie, toco el botón del intelocutor y le hablo a Christina, mi nueva asistente.

-Ya me voy, quien me busque que deje sus datos y luego yo lo contacto.

-Si Doña -me responde y yo tomo mi bolso y salgo de la oficina. Hoy por fin es el día, mi pequeña Luna cumple su primer añito.

*****

Un rato después llego a la mansión, veo trabajadores por todas partes, cargando sillas, moviendo mesas y poniendo decoraciones. Subo las escaleras de la entrada y veo a Laia con Luna intentando que camine, mas mi hija solo se sienta y luego comienza a gatear. Hija mia es, eso ni se niega. Si hay algo que odia Luna es que la obliguen a hacer algo. Si lo digo yo, que todavía sigo intentando que cambie su palabra de "Papá" por "Mamá" y lo único que he logrado es que diga "Leche" me acerco hasta ellas y tomo a mi bebé en mis brazos.

-¿Como esta la niña más hermosa de este mundo? -le pregunto con una sonrisa, mientras beso su mejilla y ella como siempre me pasa su flor de plastico favorita. -Eres la luz de mis ojos Luna. -le digo y aunque se que no me entiende necesito dejarselo saber. -Llegaste a cambiar mi vida, contigo supe ser feliz. -sentí como la nostalgía se apoderaba de mi y parpadee varias veces para espartar las lágrimas antes de que escaparan y me pusiera a llorar.

-Altagracia, amor. -llego Trigve y sin darme tiempo a alejarme, me beso. Hasta que Luna estiro su mano y le entero las uñitas a Trigve en la mejila, lo que hizo que se alejara de mi. Él me miro enarcando una ceja y luego le quito su flor a Luna. Ella hizo un puchero para llorar.