Capítulo 25

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Arriba 👆👆 mi bello Alex. 😍😍😂😂

He visto que a muchas les desagrada Alexito y a otras les gusta. Por lo que espero que en este capítulo puedan conocerlo un poco más. Espero que les guste el capítulo y como siempre espero sus comentarios, los amo. Besos... 😘😘😘

Ah se me olvidaba, ya se que les había dicho que estabamos cerca del final, pero creo que ese final tendrá que esperar, porque pasara mucho antes de que llegue. 😎😎

Capítulo 25:

Altagracia Sandoval:

Siento a Saul ponerse de pie y me abrazo con fuerza a su cuello, se que estoy mostrandome debíl y rota, mas en estos momentos no me importa. Acaricia mi cabello y me a recuesta sobre la cama, me cubre con la sábana y sostengo su brazo, él me mira con dolor y vuelve a sentarse en el filo de la cama, el sonido de sus zapatos contra el suelo cuando se los quita se escucha como eco en la habitación. Se acomoda a mi lado y me hala hacía él, me abraza y a recuesto mi cabeza sobre su pecho. Las lágrimas se detuvierón, pero un sentimiento de impotencia y miedo me sobre llena. El continua jugando con mi cabello y siento como mis ojos comienzan a cerrarse por el sueño. Me abrazo más a él y me dejo ir.

*****

Me estiro sobre la cama y mis manos chocan con el cuerpo caliente de Saul, abro mis ojos y lo veo perdidamente dormido, su respiración es pausada y una de sus manos se encuentran sobre mi vientre, observo la habitación con el tenue brillo de la luna al adentrarse por la ventana y suspiro. Mis ojos se posan sobre mi bolso el cual esta sobre el sofá frente a mi. Me arrastro en la cama y separando la mano de Saul de sobre mi vientre, tomo asiento al borde de la cama, una fuerte brisa me paraliza y observo las ventanas. Estan abiertas, volteo mis ojos hacía el acondicionador de aire y lo veo en la temperatura adecuada, frunzo el ceño y me pongo de pie. Camino hasta las ventanas y las cierro, luego voy hasta mi bolso y lo tomo, busco en su interior hasta dar con la tarjeta del insoportable psicólogo y la miro. Las letras cursivas y doradas sobre ella destellan bajo la luz de la luna. Miro a Saul y lo veo dormir, luego volteo hacía la cuna de mi hija y la veo igual.

*****

Alexander Rivas:

Escucho el insistente sonido de mi telefono celular y me volteo frustrado sobre la cama, tratando de alcanzar un poco del sueño perdido. El telefono continua sonando, resoplo y levanto la cabeza para mirarlo enojado.

-Alexander Rivas -digo y no puedo evitar abostezar al hacerlo. -¿Bueno? -pregunto, al solo obtener un intenso silencio por la otra parte. Me restriego la cara y escucho la respiración agitada de esa persona y mis ojos se expanden con sorpresa. Solo una persona con el suficiente valor, pero a la vez con él suficiente miedo como para pedir ayuda se atreve a llamar a estas horas de la madrugada y solo muy pocas personas tienen mi número privado. No creo que sea ella, mas aun así me animo a preguntar.

-¿Altagracia eres tu? -cuestiono y la respiración al otro lado se agita de golpe. -Vamos confía en mi. -una risilla al otro lado me hizo sentarme de golpe.

-Yo no confío en nadie -dice y frunzo el ceño.

-¿Y entonces? -cuestione

-Digamos que simplemente, quiero hablar con alguien. No lo se algún desconocido, tal vez. -sonreí y me arrastre de la cama para ponerme de pie.

-La gran Doña necesita hablar con alguien. -me reí y la escuche resoplar. -¿Necesitara ayuda, tal vez? -cuestione con burla.

Más allá de La DoñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora