Alex siguio besandome a un ritmo tan suave y tan lento que me asuste. Yo no soy así, no me gustan los besos así, pero ¿por qué este me esta gustando tanto? Coloco ambas manos sobre sus hombros para alejarlo, pero no hago nada solo las dejo ahí totalmente inmóviles, mientras continua desarmandome con ese beso. La
Pepita como le llama Saul volvio a patear. Y me hizo obtener un poco de fuerza de voluntad y alejarlo.-No, no, esto no esta bien. Esto no debe estar pasando. -digo realmente nerviosa y me soprendo a mi misma al darme cuenta que no lo estoy amenazando, ni mucho menos he sacado mi arma para apuntarle. Me puse de pie, coloque el platillo en la mesita frente a nosotros y puse distancia.
-Fue mi culpa lo siento... -dijo y lo escuche realmente incomodo. -Se supone que estas en tratamiento, no puedo besarte ni hacer ningún acercamiento hacía ti. -se reprendió. -Mucho menos después de todo lo que has sufrido. De verdad lo siento, Altagracia... -volteo a verme y asentí.
-Estoy bien... -suspire y me lleve una mano hasta el cuello intentando calmar mi ansiedad. -Lo mejor será que me vaya, podemos dejar la sesión para otro día. -dije y el asintió incomodo. -Adios... -me despedí y sin esperar respuesta tome mi bolso de sobre el sofá y salí a toda prisa.
*****
-¿Paso algo, Altagracia? -cuestionó Matamoros apenas me vio salir por las puertas cristalinas del edificio. - Te noto nerviosa... -negue con la cabeza.
-Estoy bien vamonos de aquí. -digo y sin replicar, me ayuda a subir a la camioneta para luego correr hasta su lado del conductor y prepararse para arrancar. Busco en mi bolso mi móvil y localizo entre mis contactos el número de Saúl.
*****
Saúl Aguirre:
-¡No! -exclame y me aleje de Lorena como si sus labios y caricias fueran lava ardiente. Me tambalee -Yo amo a Altagracia y no volvere a fallarle. -dije la vista se me nublo aún por el alcohol en mi sistema. -Esto esta mal... -ella se arrastro hacía mí, aún con el vestido y los tacones puestos. Intento acariciar mi pecho desnudo y la detuve sosteniendo con fuerza su muñeca. -Dije que no. -murmure con seriedad y solte su mano de golpe. Me di la media vuelta e intente acomodar un poco mi estrujada camisa para luego salir de la habitación dando un portazo.
-¡Maldita sea! -susurre -¿Qué demonios te pasa Saúl? Estuviste a punto de acostarte con esa mujer. Casí traicionas a Altagracia cuando le juraste que no lo volverías a hacer. -me recrimine molesto y deje caer un golpe sobre la pared a mi lado, ahogue un grito. Sentí mi telefono vibrar en mis pantalones y metí mi mano en el bolsillo trasero intentando alcanzarlo. Lo miro y veo que es Altagracia. Parpadeo varias veces intentando concentrarme y contesto.
-Altagracia...
-Saúl ¿Por qué tardaste tanto en responder? -fruncí el ceño.
-No encontraba el celular... ¿Como estas, mi amor? ¿Pasa algo?
-¿Estas bien? -pregunta en respuesta y conociendola como lo hago se que sospecha algo. Y puedo jurar que en este momento se encuentra frunciendo el ceño.
-Si Altagracia estoy bien... -murmuro y me llevo el dedo indice y pulgar hasta el puente de mi nariz intentanto detener el dolor de cabeza que me amenaza con llegar.
-Bueno... Te llamo porque creo que mereces saber o quisieras saber que la cosa dio sus primeras patadas. -¿La cosa? Fruncí el ceño. Y lo supe, el bebé... Así le llama Altagracia, según ella disque para no encariñarse. Ruedo los ojos y solo hasta ese momento me doy cuenta de lo que dijo:
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Más allá de La Doña
Fanfiction¿Qué pasó con La Doña y Matamoros después de escapar a París? ¿Como fingió su muerte? ¿Quién le escribía las cartas a Daniel? ¿Quién es el responsable de la trata de blancas? Todo eso y más lo cuento en este fanfic que nos habla de como para mi serí...