Estuvo a punto de darse la vuelta, ir hacia donde estaba y cruzarle la cara de una bofetada, pero el miedo la paralizó de tal manera que un grupo de personas que salían del salón la empujaron hacia la puerta, donde se quedó plantada en el umbral como una estatua.
—Te vas muy pronto, ¿no, princesa?
Aquella voz, aquella horrible y despiadada voz retumbó en sus oídos.
—¡Maldito hijo de puta, sabía que eras tú!
Yoongi miró a su alrededor y la agarró del brazo, llevándosela hacia una de las salas anexas, que parecía vacía. No había mucha gente, pero los pocos que los vieron pasar estaban demasiado bebidos para entender nada.
—¡Suéltame!
La empujó contra la pared y la sujetó por el cuello. Clavó la mirada en la suya y aspiró el perfume de su piel. El salón estaba en penumbra y otra vez sus terribles ojos amenazaban con hacer con ella lo que quisiera.
—¡Estás enfermo! ¡Suéltame! ¡Te digo que me sueltes! —masculló con rabia.
—¿Enfermo? —repitió furioso—. ¡Oh, Hyeyeon...! ¿Y tú? ¿Acaso no recuerdas cómo reaccionó tu cuerpo cuando te acaricié la otra noche en tu despacho? Porque yo sí lo recuerdo... Mojada... Avergonzada... Deliciosamente ansiosa...
—No me hagas esto. No está bien. No es como debe ser... —imploró. Apoyó la mano sobre la suya, que aún la sujetaba contra la pared y lo miró a los ojos—. No es así como se hacen las cosas.
—Yo no hago las cosas como se debe, Hyeyeon.
Se acercó a su oreja, abrió la boca lentamente y deslizó la punta de la lengua por ella. El cuerpo de ella se tensó bajo sus poderosos dedos y sintió un escalofrío inquietante.
—Dámelo ahora... y después olvídate de todo y deja que te enseñe mi mundo, Hyeyeon... —Ahora su voz sonaba suave y melancólica—. No voy a permitir que esta vez me rechaces... No cuando tu cuerpo me dice tantas cosas... No cuando me he pasado la vida amándote...
Aflojó el agarre de su cuello y bajó los dedos por su escote. Su pecho subía y bajaba, ansioso. No apartaba la vista de ella, era como un depredador de ojos brillantes, amenazadores... Al llegar a sus caderas, le levantó el vestido muy despacio, quizá dándole la oportunidad de que ella lo apartara súbitamente, pero Hyeyeon no lo hizo. Sus dedos se colaron bajo la vaporosa tela, rozaron las braguitas por sus extremos y, de un suave tirón, se las bajó sin mucho esfuerzo.
«Ansiosa» no era la palabra, Hyeyeon era como un animal salvaje acorralado; tenía la boca ligeramente abierta, lo observaba con suma atención y su respiración entrecortada era un preámbulo para la desesperación más absoluta o el abandono más extremo. No lo sabía. Los dedos de él rozaron los labios de su sexo, que separó al pasar la yema por el centro y sintió la enloquecida avidez que desprendía. Mojada.
Demasiado. Su corazón golpeaba con fuerza y podía oírlo.
—Dámelo ahora...
Su voz contra su mejilla. Sus labios acariciando su piel hicieron que cerrara los ojos y suspirara desesperada. ¿Qué era aquello? ¿Por qué no se apartaba de aquel hombre? Sintió una vez más la palma de su mano en la cara. Le pasó la yema de un dedo por los labios y luego se rozó perversamente la lengua con él. Le abrió la boca y, al hacerlo, su lengua entró sin pausa y se apoderó de ella, devorando hasta su alma.
—Por el amor de Dios... No... No podemos hacer esto...
Le dio la vuelta súbitamente. Hyeyeon sintió la excitación de su sexo bajo su pantalón cuando se pegó a ella y le apartó el pelo con delicadeza, mientras le levantaba el vestido y le acariciaba las nalgas.
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Revenge » Min Yoongi; BTS✔
Fanfiction•VENGANZA ↠(18+) •Min Yoon Gi, es un abogado prestigioso, poderoso y seguro de sí mismo. Aunque posee todo lo que quiere, jamás ha podido olvidar a Hyeyeon, la joven que se reía de él en el colegio. Ella es la razón de su vivir, la ama con la misma...