11 - Marcada

5.5K 437 235
                                    


Hermosa princesa que duermes ajena a todo. Marcada tu piel y tu alma... siempre...

***

Cuando Hyeyeon se despertó por la mañana, cegada por los primeros rayos de sol que entraban por la ventana, Yoongi ya estaba levantado, con la mirada perdida más allá de los campos que rodeaban la finca. Tan sólo llevaba puesto un pantalón vaquero y sujetaba una taza de café caliente en una mano, apoyándose con la otra en el marco de la ventana. Jimin se había ido.

—Buenos días —le dijo ella, incorporándose.

—Hola, princesa —contestó, sin apartar la vista del horizonte—. Tómate esto antes de que se enfríe.

Cogió la taza y se puso un cojín en la espalda para estar más cómoda. Observó a Yoongi medio desnudo. Estaba tan guapo que incluso ella se había sentido cohibida a veces pensando que no era lo suficientemente bonita para él.

Aquel hombre, aquel demonio, podía provocarle miedo para luego hacerla sentir la mujer más hermosa del mundo. Con una sola mirada, podía exigirle el mundo y ella dárselo, para luego regalarle con una pasión indescriptible cualquier cosa que necesitara. Nunca sabía qué vendría después con él. Empezaba a analizar sus gestos y sus formas esperando una simple palabra o mirada para hacer lo que deseara, y eso le gustaba, le gustaba y alimentaba de una forma enfermiza, pero a la vez la aterrorizaba.

Yoongi parecía saber lo que pasaba por su cabeza constantemente.

—¿Me analizas a mí o a ti misma? —le preguntó.

—Sólo te miraba...

Se dio la vuelta y se acercó a una mesa donde había una bandeja con más café, zumos y tostadas; de un trago se bebió uno de los vasos de zumo y pareció volver en sí.

—Vamos, princesa, no tardes.

Entró en el baño y, mientras desayunaba, oyó el agua de la ducha. No tardó en terminar y fue detrás de él. Lo vio a través de la mampara de cristal, con los brazos apoyados en la pared y la cabeza hacia abajo, dejando que el agua le cayera encima.

Hyeyeon se quitó la ropa, entró en la ducha y, cogiendo la esponja,

comenzó a enjabonarlo. Cuando ella lo besó, Yoongi la apartó. Por un instante, pensó que algo lo había molestado, pero tras unos segundos interminables, él la besó. La alzó en el aire, pegándola contra la pared de la ducha y ella lo rodeó con las piernas. Notó su sexo rozando el suyo, le comía la boca, mordía sus labios y le pasaba la lengua por ellos una y otra vez.

Era un hombre distinto al que había visto el día anterior. Su frialdad daba paso a una pasión que no podía medir y ni siquiera explicar.

—Hazlo, por favor —le suplicó al oído—. No lo soporto más.

—¿Cómo tienes que pedirlo?

—Te lo suplico.

Comenzó a penetrarla muy despacio, sin dejar de mirarla a los ojos; sus pechos estaban duros bajo las finas gotas de agua que recorrían su cuerpo.

No pudo contener un gemido de placer al sentirlo dentro y se aferró con fuerza a él mientras sus pezones se erizaban al contacto con su piel mojada, con la inmensidad de aquel pecho duro y espléndido.

—¿Qué se dice? —volvió a preguntarle Yoongi.

—Oh... Gracias... —Apenas podía disimular su excitación—. Gracias...

—Buena chica —susurró.

Se movió acompasadamente, sin prisa, observando sus gestos y el rubor de sus mejillas mojadas. Ella temblaba entre sus brazos y se movía ansiosa, clavándose a él desesperadamente. Flotaba entre sus brazos.

Revenge » Min Yoongi; BTS✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora